La Misericordia de Dios, y la miseria del hombre poderoso
La Misericordia de Dios, y la miseria del hombre poderoso
CRISTO ES TODO en todos.
No es que los demás cristianos no vendrán a verlo y palparlo, al Gran Secreto Sagrado, sino que lo verán más tarde. Yo no sé por qué me llevé deambulando tanto tiempo, y cuál sea el motivo que a Dios le placiese “dejarme andar” hasta explicarme “mi muerto”, tampoco lo conozco. Se puede decir libremente que, en el apropiado momento Suyo, tuvo a bien explicarme una sola verdad: La Misericordia de Dios para con la miseria de un hombre, creído poderoso.
Quien se engrandece es Cristo solo, en esta bendita explicación. Se te cae el cielo entero encima de ti. Sin poder pronunciar ni una sola sílaba que sea, solo gratitud y muchísima reverencia, y aunque sea tan sencilla de digerir, te hacen cerrar tus labios de asombro y de gratitud. Y de nada vale esconderle un solo rincón de nuestras ideas y pensamientos. El mejor modo, la mejor manera de soportar Su Presencia, lo poco que has visto, es mantener todo tuyo en abierto; y venimos a saber en este Su instante en “carne viva” el significado de la Escritura: Ante Dios todas las cosas permanecen desnudas.
Ves, ahora, amado Teófilo, por qué no todos pasamos de esfera al mismo tiempo?, es porque no nos desnudamos del todo delante de Dios. Pero hay una bendición instantánea que le cae de repente, a quien el Espíritu de sabiduría y de revelación le da a conocer este principio de ideas de lo alto. Y digo comienzo, porque es algo nuevo como ahora ves todas las cosas. Desde el más alto de los cielos, entonces, sin tú entenderlos, sino comerlos creyendo, se te abren los ojos de todos los pasajes de Escritura, que tú, has ido leyendo y repitiendo, como yo, y ahora se iluminan por la Explicación Divina.
Y entonces, Teófilo amado, Su Palabra se nos abre desde el cielo. Ahora te pondré este ejemplo para explicarlo: no es la primera vez que yo lea que “estaba muerto en delitos y pecados”, como una gran cantidad de cristianos han leído, sino que ahora lo he visto, por Su gracia, con “pelos y señales”, y es absolutamente leproso el cuadro que se nos muestra de nosotros propios. El cristiano está siempre confesando que buen cristiano es fulanito, y lo poderoso que es citranito, pero con "pelos y señales" te aseguro que no es ese el cuadro. Que tal: Tu madre era tan bastarda como tú, y se dejó llevar engañada? No lo entiendo pero lo creo, y luego veo a todos los nacidos de madre juntos, haciendo parte de Su Divina explicación. Por eso surge una paz muy grande, una reverencia muy profunda, pues el cuadro de la humanidad es aterrador, y rápidamente se enciende la Gran Obra de Redención de Cristo!
Se enciende como el Rayo de Deidad Suyo en el cielo, donde asegura a muchos ahora que se haya realmente....nuestra verdadera vida escondida.
Hermano mío, Teófilo querido, está claro que para nada pretendo haber llegado a nada de esto, sino que lo contemplo admirado y muy debilitado, deseando que acabe. Así que es cierto: Estaba escrito y muchos lo leyeron, y siguen leyendo. Qué gran necesidad descubrimos ahora para que Pablo orase, con el objetivo de que Aquel Espíritu de sabiduría, iluminase a cada uno y que le fortaleciera. Ni él ni Pedro ni Perico de los palotes podía hacerlo. El Gran Secreto es Cristo Todo en todos.
Aquel que indague en la Escritura, con esta Cabeza Única por medio, para ver sie estas cosas sean así, confesará irremediablemente: Antes era ciego, y ahora veo. Antes "leía", y ahora se nos da a “comer” y "digerir" para alabanza de Su gloria, lo que tan solo de oídas conocíamos.
Los versículos de Escritura, que tú y yo leímos, cada uno, se va haciendo más sólido en la explicación divina. Se encienden Sus verdaderos significados. Y ves los “dones” y “manifestaciones” en Su debido lugar; y juro que ni te atreves a tocarlos cuando sea el Espíritu Quien te muestre Sus espacios, y la lección Suya que conllevan. Comienzas a interesarte por asuntos celestiales, aquí ya no hay otra armadura que la Suya: Cristo es todo en todos. Y viniendo ese pensamiento como la nube de Elías, tan pequeña como un “puño de nube”, con Su rayo se ilumina ahora aquella escritura que “todos habíamos leído antes”, que nosotros somos Criaturas celestiales, con nuestros sentidos espirituales habilitados a ver asuntos más elevados, los cuadros celestiales.
Así que ves muchas cosas sucediendo, aunque de manera mucho más paciente de lo que tú y yo querríamos que sucediese. En Sus cielos hay asuntos ocurriendo ahora que nos quitan totalmente nuestros ojos de todo cuanto ocurra en la tierra.
Si Él quiere dártelos a entender, te lo explicará a Su manera. Pero los acontecimientos que van sucediendo en la Tierra, y los que sucederán brevemente, son solo, sencilla y simplemente, otro compartimiento, otra sala aparte, de estos Lugares Celestiales. Tiene Su sitio, pero, al mismo tiempo, siguiendo la visita guiada, se iluminan sus espacios. Y a nosotros NO se nos permite tocar en nada de cuanto vamos viendo. Los aderezos, vestuarios, los poderes que vemos rigiendo en cada Tiempo de Dios, de nada nos aprovechamos. Ni lo deseamos siquiera. Los observamos como un niño ve admirado una joya reluciendo en la vitrina inmaculada donde se guarda o Recipiente. Son joyas y piedras preciosas, todas para la gloria del Padre, y a nosotros nos compite “contemplarlas”, "admirarlas". Se van encendiendo una a una, y las “estancias” Escriturales se separan ate nuestros ojos deslumbrados. Te muestra el espacio que ha preparado y que le pertenece al Israel de Dios, Su Amada Esposa, denominada en la Biblia. Además, en otro rincón del cuadro, vemos las cámaras interiores de la Ciudad de la iglesia de los “Vencedores”. Al igual que con todas las preciosidades anteriores, ante esta Ciudad nos quedamos absortos. Se nos dan Sus medidas y contenidos maravillosos; y por supuesto, la misma sensación nos envuelve a todos, de no apoderarnos nosotros de Todo Aquello que se nos da a leer, y comer en la Escritura.
Es un profundo respeto y admiración muy grande, la que inunda a todo aquel que va contemplando esta Estancia, la Habitación de los "Vencedores" y no es de extrañar, pues es Habitación para los que “han sufrido por el Evangelio de Jesucristo” Y los burladores encuentran aquí un pozo enorme de sarcasmos. Pueden, igual que nosotros, leerla, a la Ciudad de la cual hablamos, pues se describe detalladamente en el Libro del Apocalipsis. Al no poder verlo con “pelos y señales”, es natural que balbucee, y que crea sin dudarlo, de quien intente explicárselo, y lo da por loco y alucinado. de remate Pero si viera encendida por la explicación Divina, todas estas riquezas celestiales, y las verá, no tendría (ni tendrá) más remedio que doblar sus rodillas. Se quedará en el estado que se quedó quien, como él, se creía un “hombre poderoso”.
Así que de nada lo que muestra la Cabeza, es para poseer, ni nada parecido. A veces, Él te hace extender tu mano, y entonces te deja que acerques más Su joya. Brilla cada vez más intensamente, ahora se ilumina una esfera mucho más límpida y transparente, y por enciam de aquel cielo que ocupa la Ciudad Celestial de los Vencedores, dejando la tierra fuera de vista, ahora brilla un Cielo más alto. El brillo todavía no soporta nuestros ojos, aguardamos orando, para que se nos vayan cayendo nuestras escamas, y mientras vamos recobrando la vista, lo poco que vemos, es imposible de describir con términos humanos. Bien ha llegado un gran deseo en nosotros de lo alto, y es que los demás cristianos sean iluminados de la misma manera. Sin embargo, Él no solo asegura y garantiza que no lo verán, sino unos cuantos locos y necios.
Gracias sean dadas a Nuestro Señor y Dios, Jesucristo.
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