LOS FUNDAMENTOS PARTE 6 Y ULTIMA
22 –
LOS HECHOS
DE
LOS APÓSTOLES
UNA DISPENSACIÓN DE TESTIMONIO DIVINO
Corroborado
por la confirmación, según aparece en los hechos,
por medio de “señales y prodigios del pneuma hagion” (Hebreos 2:4).
La última de las cuatro características de los
Hechos de los Apóstoles es la que aparece en Hebreos 2:4, que dice, según el
griego, lo siguiente:
Testificando
Dios juntamente con ellos, con señales y prodigios y diversos milagros y
repartimientos del pneuma hagion
según su voluntad.
Éste es el testimonio que había dado Dios a lo largo
de todos los siglos. Cuando habló, por medio de los profetas, sus palabras
fueron sustentadas por milagros y prodigios, así como por el cumplimiento
inmediato de ciertas profecías atestiguadas a través de señales, como vemos en Isaías 7:11, 14; 8:18; 20:3; Jeremías 44:29;
Ezequiel 4:3; 12:6; 24:24, 27, etc.
Cuando Jehová habló
por medio de Su Hijo, los milagros que realizó fueron exactamente los
mismos que cuando Dios había ya hablado por medio de los profetas. Si hubiesen
sido otros milagros diferentes o mayores que aquellos acerca de los cuales se
había ya hablado, no habría habido evidencia de que Él fuese el Mesías. No
habría sido suficiente que se hubiesen producido los milagros, por muy
sorprendentes que hubieran sido. No se trataba de hacer milagros porque sí,
sino de que fuesen los milagros específicos acerca de los cuales Dios ya había
antes hablado por las Escrituras, tales como Isaías 29:18; 35:5, 6; 42:7. El
Señor mismo apeló a estas Escrituras como credenciales necesarias en respuesta
a la pregunta hecha por Juan el Bautista.
Isaías
29:18 En aquel tiempo los sordos oirán
las palabras del libro, y los ojos de los ciegos verán en medio de la oscuridad
y de las tinieblas.
Isaías
35:5-6 Entonces los ojos de los ciegos
serán abiertos, y los oídos de los sordos se abrirán. 6
Entonces el cojo saltará como un ciervo, y cantará la lengua del mudo;(B)
porque aguas serán cavadas en el desierto, y torrentes en la soledad.
Isaías
42:7 para que abras los ojos de los
ciegos, para que saques de la cárcel a los presos, y de casas de prisión a los
que moran en tinieblas.
Lo mismo sucedió cuando Jehová habló por medio de los que le oyeron (al Hijo). Dios dio
también testimonio por medio de las más abundantes muestras de que les había
enviado, y que ellos hablaron las palabras que Él les había dado que hablasen,
y eran Sus mensajeros, hablando en Su nombre.
En el Nuevo Testamento se usan diferentes palabras
para estas señales, y todas ellas se
reúnen en este versículo en concreto, y es el único lugar donde se hace así
(¡lo cual es maravilloso!). Antes de que sigamos adelante es necesario que
comprendamos bien todas las palabras que describen los diferentes departamentos
de este testimonio divino. Cada una de ellas tiene su significado y uso
determinado, pero lamentablemente para el lector inglés, en la Versión Autorizada ,
no le es posible distinguirlas.
Si las tomamos en el orden en que aparecen en este
versículo (vers. inglesa), tenemos:
1 – Primeramente, SEÑALES; éste es el plural del
griego sêmeion, y significa una
señal, y nada más. Cuando se utiliza acerca de un milagro, siempre se refiere a
su significado. Aparece en los Cuatro
Evangelios un total de cuarenta y ocho veces (trece en Mateo, siete en Marcos,
once en Lucas y diecisiete en Juan). Tanto en Mateo como en Marcos se traduce o
interpreta como señal; y en Lucas
diez de las veces (en Lucas aparece como milagro
en una ocasión en 23:8); pero en las diecisiete veces que aparece en Juan se
interpreta como milagro en trece
ocasiones y como señal en las
restantes cuatro. De hecho en Juan no se usa ninguna otra palabra para milagro, de modo que siempre que aparece
esta palabra en Juan nuestros lectores pueden tacharlo y poner en su lugar señal.
2 – La segunda palabra es PRODIGIOS (o maravillas)
Este es el plural del griego teras. Esto,
como es natural, se refiere al efecto que
producía sobre los que presenciaron las poderosas obras. Aparece solamente
en tres ocasiones en los Evangelios (Mateo 24:24; Marcos 13:22; Juan 4:48),
pero aparece nueve veces en los Hechos y una vez respectivamente en Romanos
15:19; 2ª Cor.12:12; 2ª Tesal.2:9 y aquí en Hebreos 2:4.
Mateo
24:24 Porque se levantarán falsos
Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera
que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos.
Marcos
13:22 Porque se levantarán falsos
Cristos y falsos profetas, y harán señales y prodigios, para engañar, si fuese
posible, aun a los escogidos.
Juan
4:48 Entonces Jesús le dijo: Si no
viereis señales y prodigios, no creeréis.
Romanos
15:19 con potencia de señales y
prodigios, en el poder del Espíritu de Dios; de manera que desde Jerusalén, y
por los alrededores hasta Ilírico, todo lo he llenado del evangelio de Cristo.
2
Corintios 12:12 Con todo, las señales de
apóstol han sido hechas entre vosotros en toda paciencia, por señales,
prodigios y milagros.
2
Tesalonicenses 2:9 inicuo cuyo
advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios
mentirosos,(D)
Hebreos
2:4 testificando Dios juntamente con
ellos, con señales y prodigios y diversos milagros y repartimientos del
Espíritu Santo según su voluntad.
3
– La tercera palabra es MILAGROS, y es el plural de la palabra griega dunamis; pero ni significa ni debe jamás
interpretarse como milagro, porque la
palabra inglesa milagro es la latina miraculum, que significa un prodigio y debe, por ello, limitarse a
la interpretación de teras, que es la
segunda de las tres palabras.
La tercera palabra, dunamis, quiere decir poder (un poder inherente), y ha sido
conservada en palabras tales como dinamita, dinamo, etc. Al utilizarse
respecto al milagro significa el poder
inherente por el cual se realiza. Cuando se usa acerca de un milagro,
normalmente se interpreta como una obra
poderosa (seis veces en Mateo, tres en Marcos, y dos en Lucas); obras poderosas (2
Corintios 12:12 Con todo, las señales de
apóstol han sido hechas entre vosotros en toda paciencia, por señales,
prodigios y milagros.) obra fantástica (Mateo 7:22 Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor,
¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu
nombre hicimos muchos milagros?); milagro (Marcos
9:39; Hechos 2:22; 8:13; 19:11; 1ª Cor.12:10, 28, 29; Gálatas 3:5 y aquí en
Hebreos 2:4).
Marcos
9:39 Pero Jesús dijo: No se lo
prohibáis; porque ninguno hay que haga milagro en mi nombre, que luego pueda
decir mal de mí.
Hechos
2:22 Varones israelitas, oíd estas
palabras: Jesús nazareno, varón aprobado por Dios entre vosotros con las
maravillas, prodigios y señales que Dios hizo entre vosotros por medio de él,
como vosotros mismos sabéis;
Hechos
8:13 También creyó Simón mismo, y
habiéndose bautizado, estaba siempre con Felipe; y viendo las señales y grandes
milagros que se hacían, estaba atónito.
Hechos
19:11 Y hacía Dios milagros
extraordinarios por mano de Pablo,
1
Corintios 12:10 A otro, el hacer
milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro,
diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas.
1
Corintios 12:28-29 Y a unos puso Dios en
la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros,(C)
luego los que hacen milagros, después los que sanan, los que ayudan, los que
administran, los que tienen don de lenguas.
29 ¿Son todos apóstoles? ¿son
todos profetas? ¿todos maestros? ¿hacen todos milagros?
Gálatas
3:5 Aquel, pues, que os suministra el
Espíritu, y hace maravillas entre vosotros, ¿lo hace por las obras de la ley, o
por el oír con fe?
Hebreos
2:4 testificando Dios juntamente con
ellos, con señales y prodigios y diversos milagros y repartimientos del
Espíritu Santo según su voluntad.
4
– La cuarta palabra se interpreta en la Versión Autorizada
y en la Revisada
como DONES DEL ESPÍRITU SANTO. Pero el griego quiere decir distribuciones del Espíritu Santo (pneuma hagion), y éstos no
fueron dones sino distribuciones. Y acerca de estos se
dice que fueron conforme a la voluntad de
Dios (como en 1ª Cor.12:11) o conforme a
Él le place (1ª Cor.12:18).
1
Corintios 12:11 Pero todas estas cosas
las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él
quiere.(A)
1
Corintios 12:18 Mas ahora Dios ha
colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como él quiso.
Fijémonos, sin embargo, que esta distribución no fue del Espíritu Santo. No se puede distribuir a una persona, pero si
los dones, y éstos eran dones y manifestaciones del pneuma hagion (porque
no hay artículos). A fin de poder entender el verdadero significado de esta
expresión, debemos estudiarla detenidamente para ver el uso que se le daba. Se
usaba hablando de dos maneras principales, con el artículo o artículos, y sin
él.
Se hace uso de la expresión, sin artículos, pneuma hagion cincuenta y cuatro veces,
y por desgracia en todas se interpreta como el
Espíritu Santo o el Santo Espíritu
y por consiguiente, no es posible ofrecer una interpretación más redundante
para las muchas veces que el griego utiliza y tiene dos artículos:
To
pneuma to hagion
El Santo el Espíritu;
De modo que a pesar de que hay dos expresiones
totalmente diferentes, se traducen exactamente igual, con lo cual el lector
inglés (y castellano) se ve privado de su derecho a saber exactamente lo que ha
sido revelado para su conocimiento y no puede aprender por causa de lo
desventurado de esta confusión.
Está perfectamente claro que con el artículo o
artículos se refiere al Espíritu Santo y
sin el artículo es, sencillamente, pneuma
hagion que, de ser traducido, debería ser interpretado como espíritu santo, sin artículo y sin
mayúsculas. Esta expresión aparece cincuenta y tres veces y las mencionamos
todas en la nota al pie (1), para que nuestros lectores puedan disponer de
todos los hechos sobre los cuales se apoyan nuestras enseñanzas; pero esto no
nos ayuda demasiado de momento. Es preciso que entendamos lo que quiere decir distribuciones del Espíritu Santo.
¿Qué fue lo que se distribuyó durante la Dispensación de los
Hechos de los Apóstoles de ese modo y como parte del testimonio que Dios dio? No nos hemos quedado sin una autentica
guía en cuanto al significado de pneuma
hagion, y la encontramos si nos fijamos en los siguientes hechos:
1 – En Hechos 1:4 el Señor mandó a sus apóstoles que no saliesen de Jerusalén, sino que
esperasen la promesa del Padre que
(dijo Él) habéis oído de mí.
2 – Habían oído acerca de Él en Lucas 24:49, cuando
dijo:
He
aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros
en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos con poder desde lo alto.
En estos dos pasajes se dice a los apóstoles que
deben esperar en Jerusalén, y lo que deberían esperar era el cumplimiento de la
promesa que había hecho el Padre.
3 – Esa promesa era el bautismo con pneuma hagion, según la explicación que dio el mismo
Señor en Hechos 1:5, después de haber resucitado de los muertos.
Porque
Juan ciertamente bautizó con agua, más VOSOTROS seréis bautizados con el
Espíritu Santo dentro de no muchos días.
4 – D aquí concluimos que, mientras en Hechos 1:5 el
Señor denomina a la promesa, pneuma hagion, en Lucas 24:49, lo
denomina poder de lo alto.
Está perfectamente claro, por tanto, que la
expresión pneuma hagion significa poder
de lo alto, y ese poder para realizar las señales y prodigios y obras poderosas de la cláusula anterior en Hebreos 4.
El cumplimiento de la promesa del Padre tuvo lugar no
muchos días después, durante el Día de Pentecostés, y la manera como se
cumplió está escrita como sigue: fueron
todos llenos de pneuma hagion (es
decir, de poder de lo alto), y comenzaron a hablar en diferentes lenguas, según
les daba el Espíritu (gr.pneuma hagion) que hablasen (Hechos 2:4).
La distribución entre el Espíritu Santo (to pneuma) el DADOR, y el DON con el
que fueron llenos (pneuma hagion) está inconfundiblemente clara y es
irrefutable.
Y, así, es otro de los usos de la expresión que
encontramos en Hechos 6:3, donde tenemos las palabras de los doce a la multitud
de los discípulos:
Buscad,
pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos
del espíritu santo (pneuma hagion) y de sabiduría, a quienes encarguemos este
trabajo.
Sin duda, si estos hombres estaban llenos del
espíritu santo, al que se llama también espíritu
de sabiduría cabe pensar que ya estuvieran llenos con esa sabiduría; sin
embargo, se añade la sabiduría como
algo suplementario al pneuma hagion.
Evidentemente, se puede, por tanto, poseer el don del pneuma hagion, y a pesar de eso, carecer de la sabiduría; puede que
fuesen hombres espirituales y no ser
en cambio hombres para la obra que
requería la sabiduría. Puede que
estuviesen acostumbrados a orar, pero no supiesen exactamente cómo debían
hacerlo. Y esto era un asunto serio, que requería la sabiduría además del don espiritual.
Debido a estas traducciones equivocadas, todos estos
pasajes que están relacionados con el pneuma
hagion han sido muy malentendidos y, por tanto, se ha perdido la enseñanza
de Hebreos 2:4.
Hebreos
2:4 testificando Dios juntamente con
ellos, con señales y prodigios y diversos milagros y repartimientos del
Espíritu Santo según su voluntad.
Estos dones y
manifestaciones espirituales del pneuma
hagion eran parte del testimonio de Dios a los que oyeron a Su Hijo y confirmaron sus palabras durante la Dispensación especial
de los Hechos de los Apóstoles. Estas señales
y prodigios y diversos milagros y repartimientos del pneuma hagion fueron
LOS HECHOS de los apóstoles que dan a ese libro el nombre distintivo.
Éstos son los HECHOS cuyo libro fue escrito para
dejar constancia de ellos, y, aunque resulte extraño decirlo, el mismo Espíritu
Santo se encargó de registrarlos de manera que nos obligue a comparar los HECHOS
de PEDRO con los HECHOS de PABLO, ya que ambos son los temas de las dos grandes
divisiones del libro.
Ya hemos echado un vistazo con anterioridad a estas
dos divisiones presentadas en la estructura del libro en la sección 9. No
solamente es el orden perfecto, sino la naturaleza, el número y el carácter de
estos HECHOS que aparecen en una enumeración séptupla, tanto en los de PEDRO
como en los de PABLO. De hecho, la comparación la hace Pablo de manera
categórica.
En Gálatas 2:8 tenemos la siguiente declaración
general sobre todo el asunto:
Pues
el que actuó en PEDRO para el apostolado de la circuncisión, actuó también en
MÍ para con los gentiles.
Aquí tenemos una afirmación clara que nos invita a
examinarlo para ver si estas cosas son
así.
Hagámoslo, como lo hicieron antiguamente los de
Berea (Hechos 17:11).
Hechos
17:11 Y éstos eran más nobles que los
que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud,
escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así.
1 – El primer milagro
de PEDRO fue sanar a un hombre que era cojo desde el vientre de su madre
(Hechos 3:1, etc.) y el primer milagro
realizado por PABLO fue igualmente sanar a un hombre impotente de pies desde el vientre de su madre (Hechos 14:8, etc.)
¿Quién fue el que escogió estas palabras que son idénticas, sino el propio
Espíritu Santo? ¿y por qué las escogió, sino para llamar nuestra atención sobre
la correspondencia que existió entre los milagros de PEDRO y los de PABLO y, de
ese modo, guiarnos para que investiguemos las restantes correspondencias y
encontremos la misma inspiración divina?
2 – El segundo
milagro de PEDRO fue uno de juicio al hacer que Ananías y Safira cayeran
muertos de repente (Hechos 5:4, 9). Oyendo las solemnes palabras de Pedro en los
vers.3, 4, y 5:9,
Al
instante cayó a los pies de él, y expiró.
El efecto fue que
Vino
gran temor sobre toda la iglesia, y sobre todos los que oyeron estas cosas (vers.11).
El milagro correspondiente de PABLO fue también un
milagro de juicio que produjo la ceguera inmediata de uno que se le oponía –
Elimas, el mago – y que aparece en Hechos 13:8-11. Después de una denuncia
similar a la de Pedro acaba diciendo:
Ahora,
pues, he aquí la mano del Señor está contra ti, y serás ciego, y no verás el
sol por algún tiempo. E inmediatamente cayeron sobre él oscuridad y tinieblas;
y andando alrededor, buscaba quien le condujese de la mano. (vers.11).
En este caso el resultado fue parecido:
Entonces
el procónsul, viendo lo que había sucedido, creyó, maravillado de la doctrina
del Señor. (vers.12).
3 – La tercera
referencia a los milagros de PEDRO es una general, como vemos en Hechos
5:14-16:
Y los
que creían en el Señor aumentaban más, gran número así de hombres como de
mujeres; tanto, que sacaban los enfermos a las calles, y los ponían en camas y
lechos, para que al pasar Pedro, a lo menos su sombra cayese sobre alguno de
ellos. Y aún de las ciudades vecinas, muchos venían a Jerusalén, trayendo
enfermos y atormentados de espíritus inmundos; y todos eran sanados.
El grupo de los milagros realizados por PABLO en
Hechos 19:11, 12 es similar:
Y
hacía Dios milagros extraordinarios por mano de Pablo, de tal manera que aún se
llevaban a los enfermos los paños o delantales de su cuerpo, y las enfermedades
se iban de ellos, y los espíritus malos salían.
Aquí tenemos la misma serie de milagros: la sombra de Pedro y los paños de Pablo. Estas son las obras acerca de las cuales habló el
Señor al referirse a las obras mayores
que sus apóstoles podrían hacer (Juan 14:12). Estas obras eran mayores que las que hizo Cristo, y la
que más se parecía con las suyas fue la de la mujer que solo deseaba tocarle la orla de su vestido.
4 – El cuarto milagro
realizado por PEDRO fue sobre un hombre llamado Eneas, que había estado en cama
ocho años paralizado (Hechos 9:33).
Hechos 9:33 Y halló allí a
uno que se llamaba Eneas, que hacía ocho años que estaba en cama, pues era
paralítico.
PABLO realizó un milagro similar relacionado con la
enfermedad de otro hombre, el padre de
Plubio, enfermo de fiebre y de disentería (Hechos 28:8).
Hechos
28:8 Y aconteció que el padre de Publio
estaba en cama, enfermo de fiebre y de disentería; y entró Pablo a verle, y
después de haber orado, le impuso las manos, y le sanó.
5 – El quinto milagro
de PEDRO fue sobre una creyente llamada Tabita, de sobrenombre Dorcas, la cual abundaba en buenas obras y en
limosnas que hacía. Esta buena mujer se puso enferma y falleció. Después de
la llegada de Pedro y de orar por ella fue resucitada a la vida de nuevo y fue
presentada viva a los santos y a las
viudas para su gran consuelo (Hechos 9:36-41).
Hechos
9:36-41 Había entonces en Jope una
discípula llamada Tabita, que traducido quiere decir, Dorcas. Esta abundaba en
buenas obras y en limosnas que hacía.
(37) Y aconteció que en aquellos
días enfermó y murió. Después de lavada, la pusieron en una sala. (38) Y
como Lida estaba cerca de Jope, los discípulos, oyendo que Pedro estaba allí,
le enviaron dos hombres, a rogarle: No tardes en venir a nosotros. (39)
Levantándose entonces Pedro, fue con ellos; y cuando llegó, le llevaron
a la sala, donde le rodearon todas las viudas, llorando y mostrando las túnicas
y los vestidos que Dorcas hacía cuando estaba con ellas. (40)
Entonces, sacando a todos, Pedro se puso de rodillas y oró; y
volviéndose al cuerpo, dijo: Tabita, levántate. Y ella abrió los ojos, y al ver
a Pedro, se incorporó. (41) Y él, dándole la mano, la levantó; entonces,
llamando a los santos y a las viudas, la presentó viva.
PABLO realizó también un milagro similar sobre un
joven a quien levantó de los muertos. También se nos da su nombre (Eutico), y
se nos dice que había estado escuchando la palabra y, sin duda, era creyente en
lo que oía de parte de Pablo. Este joven se quedó profundamente dormido y se precipitó
al vacío desde la ventana del tercer piso donde se hallaba escuchando a Pablo,
y fue recogido muerto. Pablo abrazándole oró por él y dijo a los presentes: No temáis, pues su vida en él está, y
cuando todos volvieron a subir donde estaban antes:
Llevaron
al joven vivo, y fueron grandemente consolados (Hechos 20:9-12).
6 – El sexto hecho
milagroso en relación a PEDRO fue una visión. Una visión que tuvo en Jope, la
cual estaba relacionada con su ministerio especial y que aparece en todo
detalle en Hechos 10:11-16 y no tenemos necesidad de citarlo aquí. Esta visión
tiene relación con la que vio Cornelio sobre el mismo acontecimiento (Hechos
10:3-6).
Hechos
10:11-16 y vio el cielo abierto, y que
descendía algo semejante a un gran lienzo, que atado de las cuatro puntas era
bajado a la tierra; (12) en el cual había de todos los cuadrúpedos
terrestres y reptiles y aves del cielo.
(13) Y le vino una voz:
Levántate, Pedro, mata y come. (14) Entonces Pedro dijo: Señor, no; porque
ninguna cosa común o inmunda he comido jamás.
(15) Volvió la voz a él la
segunda vez: Lo que Dios limpió, no lo llames tú común. (16)
Esto se hizo tres veces; y aquel lienzo volvió a ser recogido en el
cielo.
Hechos
10:3-6 Este vio claramente en una
visión, como a la hora novena del día, que un ángel de Dios entraba donde él
estaba, y le decía: Cornelio. (4) El, mirándole fijamente, y atemorizado, dijo:
¿Qué es, Señor? Y le dijo: Tus oraciones y tus limosnas han subido para memoria
delante de Dios. (5) Envía, pues, ahora hombres a Jope, y haz
venir a Simón, el que tiene por sobrenombre Pedro. (6)
Este posa en casa de cierto Simón curtidor, que tiene su casa junto al
mar; él te dirá lo que es necesario que hagas.
Es suficiente que nos demos cuenta de que PABLO tuvo
varias visiones y que todas ellas estuvieron íntimamente relacionadas con su especial ministerio. Todo esto nos
hará recordar de inmediato la visión de la gloria del Señor resucitado
concedida a PABLO mientras iba de camino a Damasco para perseguir a Dios en las
personas de Su pueblo (Hechos 9:3-11).
Hechos
9:3-11 Mas yendo por el camino,
aconteció que al llegar cerca de Damasco, repentinamente le rodeó un resplandor
de luz del cielo; (4) y cayendo en tierra, oyó una voz que le
decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?
(5) El dijo: ¿Quién eres, Señor?
Y le dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues; dura cosa te es dar coces contra
el aguijón. (6) El, temblando y temeroso, dijo: Señor, ¿qué
quieres que yo haga? Y el Señor le dijo: Levántate y entra en la ciudad, y se
te dirá lo que debes hacer. (7) Y los hombres que iban con Saulo se pararon
atónitos, oyendo a la verdad la voz, mas sin ver a nadie. (8)
Entonces Saulo se levantó de tierra, y abriendo los ojos, no veía a
nadie; así que, llevándole por la mano, le metieron en Damasco, (9)
donde estuvo tres días sin ver, y no comió ni bebió. (10)
Había entonces en Damasco un discípulo llamado Ananías, a quien el Señor
dijo en visión: Ananías. Y él respondió: Heme aquí, Señor. (11) Y
el Señor le dijo: Levántate, y vé a la calle que se llama Derecha, y busca en
casa de Judas a uno llamado Saulo, de Tarso; porque he aquí, él ora,
Pablo tuvo además otras visiones. Tuvo la visión de
Un
varón llamado Ananías, que entra y le pone las manos encima para que recobre la
vista. Estas son las palabras
del Señor a Ananías en otra visión paralela (Hechos 9:12).
Hechos
9:12 y ha visto en visión a un varón
llamado Ananías, que entra y le pone las manos encima para que recobre la
vista.
La visión del hombre de Macedonia en Troas,
diciendo:
Pasa
a Macedonia y ayúdanos
(Hechos 16:9, 10).
Hechos
16:9-10 Y se le mostró a Pablo una
visión de noche: un varón macedonio estaba en pie, rogándole y diciendo: Pasa a
Macedonia y ayúdanos. (10) Cuando vio la visión, en seguida procuramos
partir para Macedonia, dando por cierto que Dios nos llamaba para que les
anunciásemos el evangelio.
La visión del Señor a Pablo en Corinto, diciendo:
No
temas, sino habla, y no calles; porque yo estoy contigo, y ninguno pondrá sobre
ti la mano para hacerte mal, porque yo tengo mucho pueblo en esta ciudad (Hechos 18:9, 10).
La visión del Señor cuando regresó a Jerusalén y
mientras estaba en el templo:
Me
sobrevino un éxtasis. Y le vi que me decía: Date prisa, y sal prontamente de
Jerusalén; porque no recibirán tu testimonio acerca de mí. El diálogo con el Señor continúa hasta el final
(Hechos 22:17-21).
Hechos
22:17-21 Y me aconteció, vuelto a
Jerusalén, que orando en el templo me sobrevino un éxtasis. (18) Y
le vi que me decía: Date prisa, y sal prontamente de Jerusalén; porque no
recibirán tu testimonio acerca de mí.
(19) Yo dije: Señor, ellos saben
que yo encarcelaba y azotaba en todas las sinagogas a los que creían en
ti; (20)
y cuando se derramaba la sangre de Esteban tu testigo, yo mismo también
estaba presente, y consentía en su muerte, y guardaba las ropas de los que le
mataban.(C) (21) Pero me dijo: Vé, porque yo te enviaré lejos
a los gentiles.
Le sigue la visión nocturna, cuando de nuevo
A la
noche siguiente se le presentó el Señor y le dijo: Ten ánimo, Pablo, pues como
has testificado de mí en Jerusalén, así es necesario que testifiques también en
Roma (Hechos 23:11).
La visión a bordo del barco, cuando le dijo a la
tripulación:
Porque
esta noche ha estado conmigo el ángel del Dios de quien soy y a quien sirvo,
diciendo: Pablo, no temas, es necesario que comparezcas ante el César; y he
aquí, Dios te ha concedido todos los que navegan contigo (Hechos 27:23, 24).
¿Será por designio, o por casualidad, que hemos visto
siete relatos de estas señales y prodigios del testimonio de
Dios durante los Hechos de los Apóstoles? Tan solo nos basta decir que tales
relatos solo podrían ser inspirados si presentasen la perfección en número y
correspondencia como sucede en todos estos casos.
Y de estas visiones y revelaciones hay siete concedidas a Pablo. Si, además de una más (una octava, el número de la resurrección)
revelando asuntos que estaban relacionados con el Gran Secreto posterior a la
resurrección que no podían entonces ser relatados (2 Corintios 12:1 Ciertamente no me conviene gloriarme; pero
vendré a las visiones y a las revelaciones del Señor.). Es extraordinario además que sea la única referencia a estas visiones fuera de los Hechos de los
Apóstoles. Se halla en una de las primeras Epístolas de Pablo.
Esto nos lleva al último comentario sobre el
carácter de este testimonio divino cuádruple que consistía en las señales,
Prodigios,
Diversos
milagros y
Repartimientos
del pneuma hagion.
Y vemos que ya no volvemos a encontrarnos con estas
cuatro palabras en las últimas Epístolas de Pablo escritas después del final de
los Hechos de los Apóstoles. Buscaremos en vano la palabra señales (sêmaion), o prodigios
(teras), o milagros (dunamis) , o
incluso dones espirituales del pneuma
hagion, pues ni una sola de ellas aparece en las Epístolas que escribió Pablo
después de Hechos 28:25, 26. Sí que aparecen en innumerables ocasiones en
los Hechos, y también las hallamos en las primeras Epístolas, pero no más
después. En el Apocalipsis, cuando el demonio, la bestia y el falso profeta
intentan imponer sus pretensiones, vemos señales,
milagros etc., de nuevo, pero no en ninguna otra parte (Véanse Apoc.12:1;
13:13, 14; 15:1; 16:14; 19:20)
Apocalipsis
12:1
Apareció en el cielo una gran señal: una
mujer vestida del sol, con la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una
corona de doce estrellas.(A)
Apocalipsis
13:13 También hace grandes señales, de
tal manera que aun hace descender fuego del cielo a la tierra delante de los
hombres.
Sin duda, éste es un hecho muy sugerente: En caso de
haber existido, ¿por qué no se irían a mencionar? ¿A qué se debe ese repentino
silencio en lo que se refiere a obras tan maravillosas, si iban a seguir
ocurriendo después del final del libro de Hechos? Sin embargo, no es el fin del
maravilloso fenómeno.
Tenemos que considerar todavía otro aspecto de las
mismas en los últimos versículos del Evangelio de Marcos.
He aquí los cincuenta
y tres pasajes donde pneuma hagion debería
de interpretarse como espíritu santo:
Mateo 1:18, 20; 3:11; Marcos 1:8; Lucas 1:15, 35, 41, 67; 2:25; 3:16; 4:1;
11:13; Juan 1:33; 7:39; 20:22; Hechos 1:2, 5; 2:4; 4:8, 31; 6:3, 5; 7:55; 8:15,
17, 18 (aquí varía el texto), 19; 9:17; 10:38; 11:16, 24; 13:9, 52; 19:2;
Rom.5:5; 9:1; 14:17; 15:13, 16; 1ª Cor.2:13; 6:19; 12:3; 2ª Cor.6:6; 1ª
Tesal.1:5; 2ª Tesal.1:14; Tito 3:5; Hebreos 2:4; 6:4; 1ª Pedro 1:12; 2ª Pedro
1:21; Judas
23 –
LOS HECHOS
DE
LOS APÓSTOLES
UNA DISPENSACIÓN CARACTERIZADA
POR LAS SEÑALES
QUE LE SIGUIERON
Hemos demostrado que, lo que dice Hebreos 2:4, se
refería por entero al periodo que cubre los Hechos de los Apóstoles, según
había sido descrito por el testimonio de Dios que dio, de manera milagrosa, por
medio del testimonio verbal de los que
oyeron a Su Hijo amado, confirmando así lo que el Señor Jesús había
comenzado a decir sobre una salvación tan
grande.
Pero al proclamar el Señor una salvación tan grande había prometido ya que el testimonio
divino sería dado a Sus apóstoles a fin de confirmar el testimonio de ellos. La
promesa fue hecha durante la segunda
de sus tres últimas comisiones. Aparece en Marcos 16:15-18 y fue realizada
enseguida, cumpliéndose durante el periodo que cubre los Hechos de los
Apóstoles.
Marcos
16:15-18 Y les dijo: Id por todo el
mundo y predicad el evangelio a toda criatura.(B) (16)
El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere,
será condenado. (17) Y estas señales seguirán a los que creen: En
mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; (18)
tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les
hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.
Marcos
16:19-20 Y el Señor, después que les
habló, fue recibido arriba en el cielo,(C) y se sentó a la diestra
de Dios. (20) Y ellos, saliendo, predicaron en todas
partes, ayudándoles el Señor y confirmando la palabra con las señales que la
seguían. Amén.
Será necesario examinar esto con todo cuidado,
porque desde los primeros días de esta Dispensación actual hasta el momento de
hoy, el enemigo ha intentado, por diversas maneras, empañar esta gran verdad.
Desde el momento en que se hizo esta promesa ha intentado sembrar la duda en
cuanto a su autenticidad, y en nuestros días su propósito es distorsionar su interpretación
y pervertir su aplicación.
Hasta que no se publicó la Versión Revisada ,
en 1880, el lector general de la
Biblia no tuvo acceso a la información en cuanto a este
primer ataque del enemigo en este pasaje (Marcos 16:9-20).
Allí encontramos una nota al margen, sobre el
vers.9:
Los
dos manuscritos griegos más antiguos y algunas otras autoridades omiten desde
el versículo 9 hasta el final. Algunas otras autoridades tienen un final
diferente al Evangelio.
La respuesta al rebatir estas sugerencias es algo
que podemos exponer de la siguiente manera:
1 – Del resto de manuscritos que consisten en
dieciocho unciales (es decir, escrito con las antiguas mayúsculas) y unas
seiscientas cursivas (es decir, escritas posteriormente y en letra corrida) que
contienen el Evangelio de Marcos no hay ni uno solo que omita estos doce
versículos.
2 – En cuanto a los Padres, sea cual fuere su valor (o falta de él) como autoridades
sobre cuestiones doctrinales, y su testimonio en cuanto a los hechos, si estos
versículos estaban o no en los manuscritos o versiones que leyeron y citaron,
es algo que no se puede dudar; y el finado DeanBurgon (en su obra sobre este
tema) da los nombres de casi cien escritores eclesiásticos (más antiguos que
los antiguos manuscritos griegos que poseemos en la actualidad), y también la
referencia a sus obras, donde citan uno u otro de estos doce versículos, lo
cual demuestra, de modo concluyente, que estos versículos debieron de estar en
el original del Evangelio de Marcos.
Enseñaremos a continuación nuestro propio motivo por
el cual pensamos que surgieron dudas en lo que se refiere a la autenticidad de
estos versículos, aunque no entendemos por qué, los que los revisaron, dieron
pie a la duda sin presentar ni hacer la menor alusión a la enorme cantidad de
evidencia a su favor, cosa que otros tendrán que explicar.
Para nuestros propósitos nos limitamos a los
versículos 17 y 18:
Y
estas señales seguirán a los que creen:
1 –
En mi nombre echarán fuera demonios.
2 –
Hablarán nuevas lenguas.
3 –
Tomarán en sus manos serpientes.
4 – Y
si bebieren cosa mortífera, no les hará daño.
5 –
Sobre los enfermos pondrán sus manos y sanarán.
El relato de los Hechos de los Apóstoles es una
prueba del cumplimiento de estas cinco señales.
Los apóstoles,
Saliendo,
predicaban (las buenas nuevas) en todas partes,
ayudándoles
el Señor
y
confirmando la palabra con
LAS
SEÑALES QUE SEGUÍAN
(vers.20)
1 – Para las señales que confirmaban la promesa en
cuanto al echar fuera los demonios véanse Hechos 5:16; 8:7; 16:18; 19:12.
2 – Para la segunda señal, el hablar en lenguas,
véanse Hechos 2:4, 11; 10:46; 19:6; 1ª Cor.12:10, 28, 30; 13:1, 8; 14:2, 5, 6,
9, 13, 14, 18, 22, 23, 26, 39.
3 – Para la tercera señal, el coger las serpientes,
véase Hechos 28:3-5 y Lucas 10:19.
4 – Para la cuarta señal, el beber cosa mortífera,
no hay ningún ejemplo en las Escrituras, aunque podemos estar seguros de que
esos casos debieron suceder.
5 – Para la quinta señal, el poner las manos sobre
los enfermos y sanarlos, véanse Hechos 9:17; 20:10; 28:8, 9. Compárense con
Mateo 9:18; Marcos 5:23; 6:5; Lucas 4:40; 13:13; Hebreos 6:2.
Estos son los ejemplos de los que han quedado
constancia en cuanto al cumplimiento de la promesa hecha por el Señor en Marcos
16:18, 19 y del testimonio de Dios en Hebreos 2:4. Sin duda hubo muchos más que
no han quedado escritos, como en el caso de los realizados por el Señor, como
el testigo de Jehová a su testimonio (Juan 20:30, 31; 21:24, 25). Pero los que
sí han quedado registrados son más que suficientes para demostrar el testimonio
que dieron los que le oyeron, y
podemos muy bien quedarnos sorprendidos por la incredulidad de los que
presenciaron estas señales y a pesar de ello se negaron a arrepentirse.
Se llaman señales
de manera especial porque apuntaban al objetivo por el cual fueron
manifestadas, es decir, su significación.
Porque querían afirmar el testimonio de
Jehová, el Dios de Israel, que a lo largo de toda la historia de Israel
había manifestado Su presencia y Su poder, dando testimonio de la proclamación
hecha por los ministros que Él mismo había nombrado y que había enviado en Su
nombre.
Después del rechazo final del mensajero de Jehová
por el principal de los judíos de la dispersión en Roma, ya no hubo necesidad
de tales señales, porque la promesa
hecha por Cristo terminaba con aquellos a los que había sido hecha y el
testimonio de Dios cesó con los que
oyeron a Su Hijo. El cese de las señales
y prodigios había ya sido anunciado; sí, ya había sido predicho de
antemano.
En la primera Epístola de Pablo a la asamblea de
Corinto, donde estas señales y manifestaciones espirituales (pneumahagion) habían sido manifestadas
de manera más abundante, en cuya Epístola tenemos el relato más completo sobre
ellas, hay una declaración formal sobre el tema. Sin duda, estos dones y manifestacioneseran corrientes
en todas las asambleas durante la Dispensación de los Hechos, aunque es en la Epístola dirigida a la
asamblea de Corinto donde más leemos acerca de ellos.
Pablo escribe a la asamblea que estaba en Roma sobre
su deseo de ir a verles a fin de poder impartir algunos de los dones espirituales (Romanos 1:11;
12:6-8).
Romanos
1:11 Porque deseo veros, para
comunicaros algún don espiritual, a fin de que seáis confirmados;
Romanos
12:6-8 De manera que, teniendo
diferentes dones, según la gracia que nos es dada,(B) si el de
profecía, úsese conforme a la medida de la fe;
(7) o si de servicio, en servir;
o el que enseña, en la enseñanza; (8) el que exhorta, en la exhortación; el que
reparte, con liberalidad; el que preside, con solicitud; el que hace
misericordia, con alegría.
En su carta a
los creyentes hebreos les recuerda que ellos habían probado los dones celestiales. También Santiago
habla acerca de los dones (Sant.1:17),
y Pedro se refiere a ellos (1ª Pedro 4:10).
Santiago
1:17 Toda buena dádiva y todo don
perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay
mudanza, ni sombra de variación.
1
Pedro 4:10 Cada uno según el don que ha
recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme
gracia de Dios.
Pero es en la 1ª Epístola a la asamblea de Corinto
donde encontramos una enseñanza más formal y extensa sobre ellos y su uso. En
el capítulo 1:7 les exhortó a que nada os
falte en ningún don; y el motivo que da es el de esperar la manifestación de nuestro Señor Jesucristo. En el
capítulo 12:1 escribe acerca de los dones
espirituales; y en los versículos 4 a 11 describe la diversidad de sus dones y manifestación, enfatizando el hecho de
que, a pesar de ser diferentes en su carácter, todos eran concedidos por el
mismo Espíritu Santo, que los daba conforme
a su voluntad, y eran distribuidos como
a Él le ha placido.
Las manifestaciones del pneuma hagion eran nueve:
1 – La palabra de sabiduría (vers.8), como se ve en el caso de Esteban
(Hechos 6:3, 10), que también tenía la manifestación de fe y del poder para
realizar grandes maravillas y milagros
entre el pueblo (vers.8).
2 – La palabra
de ciencia (vista también en el caso de Esteban)
3 – A otro propósito fe, por el mismo espíritu (vers.9)
4 – A otro propósito dones de sanidades.
5 – A otro propósito el hacer milagros (gr. dunamis,
vers 10)
6 – A otro propósito profecía.
7 – A otro propósito discernimiento de espíritus.
8 – A otro propósito diversos géneros de lenguas.
9 – Y a otro propósito interpretación de lenguas.
1
Corintios 12:8-10 Porque a éste es dada
por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo
Espíritu; (9) a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro,
dones de sanidades por el mismo Espíritu. (10) A
otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus;
a otro, diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas.
Y después de haberles enseñado el uso de
pneumahagion, con respecto también a sus dones acaba exhortándoles:
Procurad, pues, los dones mejores (los más necesarios), más yo os
muestro un camino más excelente (1 Corintios 12:31 Procurad,
pues, los dones mejores. Mas yo os muestro un camino aun más excelente.), y nos muestra algo
inigualable que es el AMOR (1ª Cor.13); y al igual que en Romanos 12, después
de haber hablado sobre los diversos dones
en los versículos 6 a
8, añade (en el 9)
EL
AMOR sea sin fingimiento.
1 Corintios 13:13 Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el
amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.
Se nos dice en 1ª Cor.13:13 que lo más importante es la fe,
la esperanza y el amor. Estas tres cosas se
distinguen de todo lo demás, y no eran sencillamente ni dones ni
manifestaciones del don, las cuales se concedían solo como credenciales, para demostrar su misión divina o para confirmar su
testimonio. Todo lo demás debía cesar, pero estos tres debían permanecer,
puesto que era lo más importante y
nunca tendrían fin. Los demás dones y manifestaciones se concedieron durante un
tiempo determinado y para aquella Dispensación en particular, pero estos tres permanecerían por toda la
eternidad. La fe acabaría cuando viesen al Rey en su belleza y majestad,
y nunca se apagaría. La esperanza acabaría
con su fruto, el cual tampoco
acabaría ni desaparecería, y el amor
nunca deja de ser, porque tiene que ver con las cosas que no se ven, y que son las eternas.
Pablo, en 1ª Cor.13, habiendo, en los versículos 1 a 7, ensalza las cosas más
grandes que todos los dones y
habiendo afirmado este motivo de inigualable importancia:
El
amor nunca deja de ser;
Y habiendo explicado en qué consistía su grandeza,
continúa alabando su amplitud diciendo a los creyentes corintios que aquellos dones y manifestaciones espirituales desaparecerían
en su totalidad, aunque solo señale tres de esas manifestaciones:
La
manifestación de profecía (12:10),
La
manifestación de lenguas (12:10),
La
manifestación de sabiduría (12:8).
Y les dice que todas ellas habrían de desaparecer.
Es una lástima que el verbo katargeo, que aparece cuatro veces en los versículos 8, 10 y 11, se
traduzca de cuatro maneras diferentes en la Versión Autorizada.
En la Revisada
aparece en tres ocasiones como quitado y
desaparecido. De manera que el
verdadero significado de todo el pasaje queda oculto al lector inglés y se
pierde su auténtico significado. Quedará claro y se podrá ver el poderoso
énfasis si damos todo el pasaje con aclaraciones.
1 Corintios 13:1-13
Si yo hablase lenguas humanas y
angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que
retiñe. (2) Y si tuviese profecía, y entendiese todos los
misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase
los montes,(A) y no tengo amor, nada soy. (3) Y
si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase
mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve. (4) El
amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es
jactancioso, no se envanece; (5) no hace nada indebido, no busca lo suyo, no
se irrita, no guarda rencor; (6) no se goza de la injusticia, mas se goza de
la verdad. (7) Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera,
todo lo soporta. (8) El amor nunca deja de ser;
pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará. (9)
Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos; (10)
mas cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se
acabará. (11) Cuando yo era niño, hablaba como niño,
pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era
de niño. (12) Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas
entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré
como fui conocido. (13) Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el
amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.
EL
AMOR NUNCA DEJA DE SER;
Pero
las profecías
Se acabarán,
Y la
ciencia acabará.
Porque
en parte conocemos, y en parte profetizamos;
Más
cuando venga lo perfecto,
Entonces
lo que es en parte
Se acabará.
Cuando
yo era niño,
Hablaba
como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño;
Más
cuando ya fui hombre,
Dejé
lo que era de niño.
Ahora
vemos por espejo, oscuramente;
Más
entonces veremos cara a cara.
Ahora
conozco en parte, pero entonces conoceré como fui conocido
Y
ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres;
Pero
el mayor de ellos es el amor.
Aquí se dice claramente que estas manifestaciones
espirituales habrían de desaparecer y, por tanto, se habla de ellas en un
marcado contraste con las otras tres virtudes que habrían de permanecer para
siempre. Podemos estar seguros, por lo tanto, de que el periodo que cubren los
Hechos de los Apóstoles era el periodo caracterizado por la infancia. Si hubiesen permanecido las
condiciones del crecimiento, habrían llegado a la madurez, ya que ese es el fin natural de la infancia.
¿Qué fue lo que impidió el desarrollo normal en el
caso de Israel?
¿Por qué no se convirtió Israel en una bendición
para todas las naciones?
¿Por qué las expectativas de una creación que gemía no acabaron en la gloria que estaba a punto de ser revelada?
¿Por qué no pudieron cumplirse las profecías acerca
de las cuales Dios había hablado por medio de Sus profetas?
No hay más que una respuesta, y es la falta de arrepentimiento de Israel, la
desobediencia negándose a escuchar al llamamiento que da la nota clave al
libro, arrepentíos (Hechos 2:28;
3:19).
Hechos
2:28 Me hiciste conocer los caminos
de la vida;
Me llenarás de gozo con tu presencia.(E)
Hechos
3:19 Así que, arrepentíos y convertíos,
para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del
Señor tiempos de refrigerio,
No hay ninguna otra razón, no es posible hallar
otra. Y la encontramos en los Hechos, exactamente donde deberíamos procurarla,
en el último capítulo de ese libro.
Si es necesario encontrar más evidencias, las
tenemos en el hecho extraordinario de que ninguno de estos términos señales, prodigios, dones o manifestaciones
espirituales, pneumahagion, se encuentran ya en las últimas Epístolas de
Pablo, escritas después de Hechos 28. Después de ahí, bien podemos buscarlos,
pero todo esfuerzo será en vano. Por otro lado, tenemos evidencias positivas de
que las señales cesaron durante esa crisis, porque el mismo Pablo no hizo uso
de ellas después.
¿Qué es lo que leemos entre las últimas palabras de
su última Epístola?
A
TRÓFIMO dejé en Mileto enfermo (2ª
Timoteo 4:20).
2
Timoteo 4:20 Erasto(J) se quedó en Corinto, y a Trófimo(K) dejé en Mileto enfermo.
Y en el mismo capítulo:
Solo
LUCAS (el médico amado, Colos.4:14)
está conmigo (2ª Tito 4:11).
2
Timoteo 4:11 Sólo Lucas(C)
está conmigo. Toma a Marcos(D) y tráele contigo, porque me es útil
para el ministerio.
¿Qué es lo que leemos en una de las Epístolas, que
fue escrita desde la cárcel, acerca de Epafrodito, su hermano y colaborador y compañero de milicia?
Porque
él tenía gran deseo de veros (a los creyentes filipenses) a todos vosotros, y
gravemente se angustió porque habíais oído que había enfermado. Pues en verdad
estuvo enfermo, a punto de morir; pero Dios tuvo misericordia de él, y no
solamente de él, sino también de mí, para que yo no tuviese tristeza sobre
tristeza (Filip.2:25-27).
¿Es éste el mismo Pablo que le puso las manos encima
a los enfermos y fueron curados?
¿Es éste el mismo gran apóstol acerca del cual está
escrito:
Y
hacía Dios milagros extraordinarios por mano de Pablo, de tal manera que aún se
llevaban a los enfermos los paños o delantales de su cuerpo, y las enfermedades
se iban de ellos?(Hechos
19:11, 12).
¿Es el mismo apóstol que le escribe a Timoteo:
Ya no
bebas agua, sino usa de un poco de vino, por causa de tu estómago y de tus
frecuentes enfermedades?
¿Es este el apóstol acerca del cual leemos en el
último capítulo de los Hechos, inmediatamente antes de la crisis:
Y
aconteció que el padre de Publio estaba en cama, enfermo de fiebre y de
disentería; y entró Pablo a verle, y después de haber orado, le impuso las
manos, y le sanó, también los otros que en la isla tenían enfermedades, venían
y eran curados?(Hechos
28:8).
Sí, es el mismo apóstol, pero no era la misma
Dispensación. Es el mismo Pablo, pero la mayordomía es un ministerio totalmente
diferente. Por eso es por lo que no vemos ni una sola de esas señales y prodigios, ni nos encontramos
con una sola de las palabras que las describen y se les asocian después del
final del libro de los Hechos. Abundaron durante aquella Dispensación, según la
promesa del Señor, y en la última de las primeras Epístolas, y Pablo las
menciona como credenciales de su apostolado, donde dice:
Con
todo, las señales del apóstol han sido hechas entre vosotros en toda paciencia,
por señales, prodigios y milagros (2ª Cor.12:12).
Leamos una vez más lo que dijo el Señor de manera
positiva:
Estas
señales seguirán a los que creen (Marcos 16:17).
La promesa fue hecha con respecto a los creyentes y no sencillamente a los
apóstoles y ancianos.
Si la presente Dispensación hubiese tenido principio
en Pentecostés o en algún punto determinado de los Hechos, o de ese mismo
periodo, esta solemne y sublime promesa del Señor Jesucristo sería nuestro
propio derecho indiscutible de primogenitura en cada detalle; y estos dones y manifestaciones deberían haberse
manifestado a lo largo de esta Dispensación y actualmente por todas partes,
como un testimonio irrefutable del hecho de que somos creyentes, en cuyo caso serían las marcas indelebles de los creyentes.
La conclusión lógica debe permanecer como un hecho
indiscutible, según el cual, si fuese cierto que estas señales siguiesen a los que creen, los que no las tengan tendrían
que ser incrédulos; pero solamente
tenemos que presenciar el dolor y la angustia en los hogares de multitudes de
fieles creyentes, de hombres y mujeres devotos, en nuestros días y hace unas
sesenta generaciones atrás. La enfermedad y el sufrimiento se manifiestan por
toda la tierra sin que ninguna señal celestial se lo impida. Nuestros seres más
amados caen como flores ante la inevitable guadaña, y se marchitan cual la
hierba de los campos. Los sollozos entrecortados de los corazones destrozados y
las oraciones agonizantes ya no bastan para traer de nuevo el color a la
mejilla que ha palidecido por el poder de la muerte.
Las únicas señales que vemos y que se están haciendo
universales entre los que creen son
las congregaciones arrastradas por discursos vehementes y músicas emocionantes;
pero estas no son las señales
mencionadas en la promesa del Señor. La jerga desunida que brota de las
asambleas excitadas y las salas oscurecidas, a veces entremezcladas con
blasfemias, no identifica a los que son engañados, simulando la manifestación de lenguas, como creyentes
que tienen las señales que habrían de
seguir.
Las señales
que habían de seguir durante esa breve Dispensación eran para TODOS. En la
actualidad todas las asambleas están totalmente desprovistas de los dones como
los que el Señor prometió por nombre. ¿Hemos de llegar a la conclusión, por
tanto, de que no hay creyentes verdaderos a los que puedan seguir estas señales? Esos casos aislados donde
se afirma rotundamente poseer los derechos
de Pentecostés no muestran, en modo alguno, las señales enumeradas por el Señor como algo que había de seguir a todos los que creyesen.
¡Cuánto mejor no sería buscar la alabanza de los
hermanos de Berea, que escudriñaban las
Escrituras, y ver si estas señales son realmente para nosotros durante esta
Dispensación actual! Hemos visto que el propio Pablo no mostraba ya tener
ninguna de ellas después de la
Dispensación de los Hechos. Creemos que éste es un hecho
indiscutible hasta para aquellos que parecen desear que fuese de otro modo.
Algunos insisten en que solamente eran usados delante de los que no creían para
que pudiesen ser convencidos, pero hay dos respuestas que podemos utilizar en
dicho caso:
1 – Eso no era verdad, puesto que las más
importantes se ejercieron por manos de Pedro cuando levantó a Dorcas de entre
los muertos y la presentó viva delante de los creyentes (Hechos 9:36-41); y por Pablo cuando levantó a Eutico
para consuelo de los creyentes(Hechos
20:9-12).
2 – Eran empleadas por los propios creyentes en sus asambleas y durante la
adoración.
Pero confrontemos este asunto con el plan de Berea y
pongámoslo a prueba frente a las Escrituras.
La misma Palabra que prometió estas señales afirmó que desaparecerían, y esta palabra es muy enfática.
Se interpreta como deshacer (1ª Cor.1:28),
1 Corintios 1:28 y lo vil del
mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es,
1 Corintios 1:28 y G2532 C
lo G3588
DAPN vil G36 JAPN del G3588 DGSM
mundo G2889
NGSM y G2532 C lo G3588 DAPN
menospreciado G1848 VRPP-PAN escogió G1586 VAMI3S
Dios, G3588 G2316 DNSM NNSM y G2532 C
lo G3588
DAPN que no G3361 T es, G5607 VP-P-PAN
para G2443
C deshacer G2673 VAAS3S
lo G3588
DAPN que es, G5607 VP-P-PAN
abolir
(2ª Cor.3:13; Efesios
2:15; 2ª Timoteo 1:10),
2 Corintios 3:13 y no como
Moisés, que ponía un velo sobre su rostro,(D)
para que los hijos de Israel no fijaran la vista en el fin de aquello que había
de ser abolido.
2 Corintios 3:13 y G2532 C
no G3756
T como G2509 B Moisés, G3475 NNSM
que ponía G5087
VIAI3S un velo G2571 NASN sobre G1909 P
« su» G1438 RF3GSM rostro, G3588 G4383 DASN
NASN para G4314 P que G3588 DASN
los G3588
DAPM hijos G5207 NAPM de Isr¿l G2474 XP
no G3361
T fijaran G816 VAAN la vista en G1519 P
el G3588
DASN fin G5056 NASN de aquello G3588 DGSN
que había de ser abolido. G2673 VPPP-SGN
Efesios 2:15 aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los
mandamientos expresados en ordenanzas,(B)
para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz,
Efesios 2:15 aboliendo G2673 VAAP-SNM
en G1722
P su G846 RP-GSM carne G3588 G4561 DDSF
NDSF las G3588 DASF enemistades, G2189 NASF
la G 3588 DASM
ley G3551
NASM de los G3588 DGPF mandamientos G1785 NGPF
expresados en G1722 P ordenanzas, G1378 NDPN
para G2443
C crear G2936 VAAS3S en G1722 P
sí mismo G1438
RF3DSM de los G3588 DAPM dos G1417 XN
• G1519 P
un G1520
JASM solo y nuevo G2537 JASM hombre, G444 NASM
haciendo G4160
VPAP-SNM la paz, G1515 NASF
2 Timoteo 1:10 pero que ahora
ha sido manifestada por la aparición de nuestro Salvador Jesucristo, el cual quitó la muerte y sacó a luz la vida y la inmortalidad por
el evangelio,
2 Timoteo 1:10 pero G1161 C
que ahora G3568
B ha sido manifestada G5319 VAPP-SAF por G1223 P
la G 3588 DGSF
aparición G2015
NGSF de nuestro G2257 RP1GP Salvador G3588 G4990 DGSM
NGSM Jesucristo, G5547 G2424 NGSM NGSM el cual quitó G2673 VAAP-SGM
• G3303 T
la G 3588 DASM
muerte G2288
NASM y G1161 C sacó a luz G5461 VAAP-SGM
la vida G2222
NASF y G2532 C la inmortalidad G861 NASF
por G1223
P el G3588 DGSN evangelio, G2098 NGSN
suprimir
(1ª Cor.15:24),
1 Corintios 15:24 Luego el fin,
cuando entregue el reino al Dios y Padre, cuando haya suprimido todo
dominio, toda autoridad y potencia.
1 Corintios 15:24 Luego G1534 B
el G3588
DNSN fin, G5056 NNSN cuando G3752 C
entregue G3860
VAAS3S el G3588 DASF reino G932 NASF
al G3588
DDSM Dios G2316 NDSM y G2532 C
Padre, G3962
NDSM cuando G3752 C haya suprimido G2673 VAAS3S todo G3956 JASF dominio, G746 NASF
• G2532 C
toda G3956
JASF autoridad G1849 NASF y G2532 C
potencia. G1411
NASF
destruir
(Romanos 6:6; 1ª
Cor.6:13; 15:26; 2ª Tesal.2:8; Hebreos 2:14), etc.
Romanos 6:6 sabiendo esto,
que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo
del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado.
Romanos 6:6 sabiendo G1097 VPAP-PNM
esto, G5124
RD-ASN que G3754 C nuestro G2257 RP1GP
viejo G3820
JNSM hombre G3588 G444 DNSM NNSM fue crucificado G4957 VAPI3S
juntamente con él, para G2443 C que el G3588 DNSN
cuerpo G4983
NNSN del G3588 DGSF pecado G266 NGSF
sea destruido, G2673 VAPS3S
a fin G3588
DGSM de que no G3371 B sirvamos G1398 G2248 VPAN
RP1AP más al G3588 DDSF pecado. G266 NDSF
1 Corintios 6:13 Las viandas
para el vientre, y el vientre para las viandas; pero tanto al uno como a las
otras destruirá Dios. Pero el cuerpo no es para la fornicación,
sino para el Señor, y el Señor para el cuerpo.
1 Corintios 6:13 Las G3588 DNPN
viandas G1033
NNPN para el G3588 DDSF vientre, G2836 NDSF
y G2532 C
el G3588
DNSF vientre G2836 NNSF para las G3588 DDPN
viandas; G1033
NDPN pero G1161 C tanto G2532 C
al uno G3778
RD-ASF como G2532 C a las otras G5023 RD-APN
destruirá G2673 VFAI3S
Dios. G3588 G2316 DNSM NNSM Pero G1161 C
el G3588
DNSN cuerpo G4983 NNSN no G3756 T
es para la G 3588 DDSF
fornicación, G4202 NDSF sino G235 C
para el G3588
DDSM Señor, G2962 NDSM y G2532 C
el G3588
DNSM Señor G2962 NNSM para el G3588 DDSN
cuerpo. G4983
NDSN
2 Tesalonicenses 2:8 Y entonces se
manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca,(C) y destruirá con el
resplandor de su venida;
2 Tesalonicenses 2:8 Y G2532 C
entonces G5119
B se manifestará G601 VFPI3S aquel G3588 DNSM
inicuo, G459
JNSM a quien G3739 RR-ASM el G3588 DNSM
Señor G2962
NNSM matará G355 VFAI3S con el G3588 DDSN
espíritu G4151
NDSN de su G846 RP-GSM boca, G3588 G4750 DGSN
NGSN y G2532 C destruirá G2673 VFAI3S con el G3588 DDSF
resplandor G2015
NDSF de su G846 RP-GSM venida; G3588 G3952 DGSF
NGSF
Hebreos 2:14 Así que, por
cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo
mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de
la muerte, esto es, al diablo,
Hebreos 2:14 Así G1893 C
que, por G3767
C cuanto los G3588 DNPN hijos G3813 NNPN
participaron G2841 VRAI3S de carne G4561 NGSF
y G2532 C
sangre, G129
NGSN él G846 RP-NSM también G2532 C
• G3898 B
participó G3348
VAAI3S de lo G3588 DGPN mismo, G846 RP-GPN
para G2443
C destruir G2673 VAAS3S
por medio G1223
P de la G 3588 DGSM
muerte G2288
NGSM al G3588 DASM que tenía G2192 VPAP-SAM
el G3588
DASN imperio G2904 NASN de la G 3588 DGSM
muerte, G2288
NGSM esto G5124 RD-NSN es, G2076 VP-I3S
al G3588
DASM diablo, G1228 JASM
Los que afirman que estas señales habían de
continuar o deberían de haberlo hecho, contradicen directamente lo que dice
claramente en 1ª Cor.13. Puestas a prueba ante la veracidad de la Biblia , queda manifiesto
que dichas personas están siendo engañadas por el gran enemigo de la Palabra de Dios, o se
engañan a sí mismas o son impostoras.
Quedan dos puntos por tratar:
(1)
El lugar que ocupan estas señales en relación con la
posición dispensacional de Israel y con el ministerio del apóstol a los
gentiles, y
(2)
La explicación a la nota de Marcos 16:17, 18 en la Versión Revisada ,
en relación con lo que se ha llamado el movimiento
de lenguas de nuestros días.
Marcos
16:17-18 Y estas señales seguirán a los
que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; (18)
tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les
hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.
24 – LOS HECHOS
DE LOS APÓSTOLES
DE
LAS SEÑALES
Nos queda por estudiar todavía la manifestación de
las señales y prodigios durante el
periodo que cubre los Hechos de los Apóstoles y el momento en que cesaron, a la
luz de lo que dice en la
Epístola a los Romanos, escrita precisamente en el momento en
que estaba a punto de producirse el cambio en la Dispensación.
En esta última Epístola (desde el punto de vista
cronológico), que prácticamente divide las primeras de las últimas Epístolas
Paulinas, el apóstol anuncia las tinieblas que se iban lentamente aproximando a
la noche de Israel. Al recibir la inspiración divina, su corazón atónito previó
de antemano las consecuencias del endurecimiento de corazón y la falta de
arrepentimiento de su amada Israel.
En el paréntesis dispensacional de los capítulos 9,
10, y 11 se le dio a recordar la grandeza del pasado histórico de Israel y de
la gloria futura de la nación según habían revelado los profetas: la adopción, la gloria, los pactos, las
promesas, con dones ilimitados, y
el corazón del apóstol (igual que le había sucedido en la antigüedad a Moisés)
estalló en un dolor personal e incontrolable, y comienza el paréntesis
dispensacional diciendo:
Porque deseara yo mismo ser
anatema, separado de Cristo, por amor a mis hermanos, los que son mis parientes
según la carne.
Al ser consciente del resultado de la desobediencia
de Israel al llamamiento de arrepentimiento, las lágrimas de amargura debieron
caer por el rostro del apóstol. Él había sufrido mucho por causa de su nación,
como dan testimonio sus abundantes obras, los azotes que tuvo que sufrir, las
veces que estuvo encarcelado, la muerte que le rondó con frecuencia, los
castigos con vara, las ocasiones en que fue apedreado, los naufragios, la noche
y el día que pasó en aguas profundas, el cansancio, los dolores, el hambre, el
frío, la desnudez. Todo ello, en cuanto a lograr que su nación se arrepintiese,
fue en vano e inútil.
Todos los sufrimientos que había tenido que padecer
por causa de Israel le vinieron a sus pensamientos, mientras que su fiel pluma,
impelida por el pneumahagion, trazaba
la creciente oscuridad, la larga noche que habría de transcurrir antes del
cumplimiento de la profecía que declaró:
Y vendrá el Redentor a Sión, y a
los que se volvieren de la iniquidad en Jacob (Isaías 59:20).
Y a continuación:
Levántate, resplandece; porque ha
venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti (Isaías 60:1).
Porque la misma profecía anunció:
Porque he aquí que tinieblas
cubrirán la tierra y oscuridad las naciones (Isaías 60:2).
Hacía ya tiempo que las tinieblas se habían cernido
sobre Israel cuando el Mesías llegó y
El pueblo asentado en tinieblas
vio gran luz; y a los asentados en región de sombra de muerte; luz les
resplandeció (Mateo 4:16).
Desde entonces comenzó Jesús a
predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado (Mateo 4:17).
Pero el resultado de que aquella brillante luz
apareciese está resumido en una breve e inspirada frase:
A los suyo (posesión) vino, y los
suyos no le recibieron (Juan
1:11).
(Jehová) envió a sus siervos…más
ellos no quisieron venir (Mateo
22:3). Esa es la historia de los Evangelios. Y,Volvió a enviar a otros siervos…mas ellos, sin hacer caso, se fueron,
uno a su labranza, y otro a sus negocios; y otros, tomando a los siervos, los
afrentaron y los mataron (Mateo 22:5, 6). Ésa es la historia de los Hechos.
Y así quedó cumplida la profecía de Isaías que
predijo, no tan solamente la oscuridad
sino también la ceguera; no
simplemente la más profunda oscuridad
sino también el endurecimiento, por
eso dice a estos creyentes en Roma:
Porque no quiero, hermanos, que
ignoréis este misterio (no el Gran Secreto, sino el misterio al que se refirió
en Mateo 13:11), para que no seáis arrogantes en cuanto a vosotros mismos; que
ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la
plenitud (plêrêma)de los gentiles, y luego todo Israel será salvo (Romanos 9:25, 26); como está escrito:
A| Vendrá a
Sión el libertador
B| que apartará de Jacob la impiedad
A|Y este será mi pacto con ellos (Isaías 59:20; 27:9)
B| cuando yo
quite sus pecados (Jeremías 31:33, 34).
El endurecimiento y las tinieblas no son ya en parte, porque afectan y cubren toda
la tierra.
No está dentro de nuestro alcance ahora meditar en
las glorias venideras de la mañana de Israel, cuando el sol de justiciase levantará con sanidad en sus alas, cuando Aquel
que ha esparcido a Israel le recogerá de entre todas las naciones a donde los
esparció, para llevarlos de nuevo a la tierra de Israel.
Si ahora lo mencionamos es porque deseamos señalar
el hecho de que, cuando el apóstol se dirigió a Roma, ya las tinieblas estaban
comenzando a aparecer y se aproximaba la hora en que la parábola del Señor
quedaría completada, sobre la cual los Hechos guardan silencio:
Al oírlo el Rey (la manera como
trataron a Sus mensajeros), se enojó; y enviando sus ejércitos, destruyó
aquellos homicidas y quemó su ciudad (Mateo 22:7). Esa fue la destrucción de Jerusalén.
Pero éste no es el tema que estamos tratando ahora.
Estamos hablando acerca de la noche en la Dispensación de
Israel y del cumplimiento de las palabras de Jehová por medio de Su profeta
Ezequiel acerca del valle que estaba
lleno de huesos (Ezequiel 37), que es lo que marca el carácter de Israel en
la presente Dispensación; cuando Israel llegó a ser verdaderamente lo ammi(no es pueblo mío).
La postergación de Israel fue tal que se le
representa así en el versículo 11:
Hijo de hombre, todos estos huesos
son la casa de Israel.
He aquí, ellos dicen:
Nuestros huesos se secaron,
Y pereció nuestra esperanza,
Y somos del todo destruidos.
Mientras que toda la casa de Israel está, a los ojos
de Dios, como muerta (vers.9),
Israel, con todas sus señales ya no
está delante de Él.
Las promesas y las bendiciones destinadas a los
gentiles, que también mencionaron los libros proféticos del Antiguo Testamento,
dependen de la luz de Israel cuando
sea para salvación hasta el final de la
tierra (Isaías 42:6; 49:6). Cuando llegue el momento para que así suceda (y
ojalá sea pronto), Jehová hablará de nuevo, y dirá:
Porque ha venido tu luz,
Y la gloria de Jehová ha nacido
sobre ti (Isaías 60:1-2);
Entonces se cumplirán para las naciones las palabras
que vienen a continuación:
Y andarán las naciones a tu luz, y
los reyes al resplandor de tu nacimiento (Isaías 60:3).
Ahora no nos detendremos a estudiar los detalles que
siguen acerca de las glorias venideras para los gentiles, pero sí queremos
señalar el hecho de que
Israel como nación delante de Dios
está muerta.
Sus huesos están secos.
La higuera se ha marchitado.
Las promesas dirigidas a los gentiles, en el Antiguo
Testamento, están enterradas en la tumba con Israel (porque dependen del
levantamiento de Israel). Han quedado en suspense hasta el amanecer de la
mañana gloriosa de Israel. ¿Sería posible que la moderna teoría en cuanto a que
Israel continúa en la raza anglosajona pueda mantenerse a la luz de estas
profecías? ¡Claro que no! Nos es fácil comprender por qué hay tantos que hayan
acabado por rebelarse en contra de esa falsa interpretación espiritual de esas profecías. Nosotros compartimos
esa rebelión porque comprendemos esas profecías todo lo literalmente que es
posible, pero las interpretamos en relación con el futuro Israel que Dios habrá
de levantar, el Israel que recogerá los frutos que no le fue posible recoger al
antiguo Israel, y acarrearon sobre sí mismos los desastrosos resultados de
Mateo 21:43, y no sobre cualquier otra raza
que viva actualmente sobre la tierra.
Por otro lado, en cuanto a la antigua creencia tan
extendida de que la Iglesia (así llamada) haya heredado la posición
de Israel delante de Dios, preguntamos: ¿Será posible creer que dieciocho
siglos de historia de Iglesia, con su
edad de las tinieblas, sus
corrupciones, sus reformas espasmódicas, sus innumerables divisiones, sus
enemistades y mutuo exterminio y, finalmente, la profetizada culminación suya
en la apostasía, tan vacía de la fe una vez dada a los santos que el
propio Señor tuvo que decir:
Mas como en los días de Noé, así
será la venida del Hijo del Hombre (Mateo 24:36-39);
Mateo
24:36-39 Pero del día y la hora nadie
sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre. (37)
Mas como en los días de Noé,(J) así será la venida del Hijo
del Hombre. (38) Porque como en los días antes del diluvio
estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en
que Noé entró en el arca, (39) y no entendieron hasta que vino el diluvio y
se los llevó a todos,(K) así será también la venida del Hijo del
Hombre.
Será posible creer que todo esto habla acerca del
cumplimiento de las promesas que se hicieron a los gentiles en el Antiguo
Testamento? El responder afirmativamente con toda la gallardía y optimismo que
lo hacen las iglesias, pone de
manifiesto una total indiferencia por lo que ha sido escrito, pero está plenamente de acuerdo con el predicho
avance de la apostasía.
Lamentablemente, las promesas sobre las bendiciones
para Israel están, por el momento, muertas,
y las bendiciones para los gentiles dependen de Israel y están enterradas en la
tumba de esa nación. Ambas han quedado en suspense hasta el día del arrepentimiento nacional de Israel. Por
eso es que las señales y prodigios de
la Dispensación
de los Hechos acabaron con Hechos 28. Estas señales
eran los derechos de primogenitura de Israel, que nunca pertenecieron a la iglesia o a las iglesias de ninguna manera. El mismo llamamiento de Moisés de
hacer de Israel una nación y conducirla fuera de Egipto fue acompañado por una señal (Éxodo 3:12).
Éxodo
3:12 Y él respondió: Vé, porque yo
estaré contigo; y esto te será por señal de que yo te he enviado: cuando hayas
sacado de Egipto al pueblo, serviréis a Dios sobre este monte.
Estas señales tuvieron
una significación. Hablaron; porque antes de que Jehová enviase a Moisés le dio
dos señales más, y le advirtió:
Si aconteciere que no te creyeren
ni obedecieren a la voz de la primera señal, creerán a la voz de la postrera (Éxodo 4:8).
Nuestros lectores no tienen más que consultar una
Concordancia para ver que la nación fue, por así decirlo, criada por medio de señales.
Cuando, por causa de su apostasía, las señales
fueron retiradas, se lamentaron, diciendo:
No vemos nuestras señales;
Ya no hay más profetas.
Y cuando vino el Mesías prometido, no es de
sorprender que le pidiesen constantemente una
señal y que él les contestase:
Si no viereis señales y prodigios,
no creeréis (Juan 4:48).
NO es de sorprender, por tanto, que el ministerio
del Señor fuese acompañado por señales,
y
NO es de sorprender tampoco que, las ocho señales que aparecen en el Evangelio de
Juan estén llenas de significado destacando la impotencia de Israel y la gloria
del Mesías.
NO debemos maravillarnos por el hecho de que los que le oyeron vieron su testimonio
apoyado por una larga sucesión de señales
y prodigios.
Tampoco debemos maravillarnos por el hecho de que
esas señales y prodigios cesasen con
la desaparición nacional de Israel.
Ya no eran necesarias y quedaron enterradas en la
tumba de Israel hasta que llegue el momento cuando vean la más grande señal de todas:
Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo;
y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre
viniendo sobre las nubes del cielo con poder y gran gloria (Mateo 24:30).
Siempre ha sido la obra del gran enemigo de la Palabra de Dios y de Su pueblo cegar sus ojos a fin de que no
vean la verdad de la
Palabra Escrita y la gloria de la Palabra Viva. El
cegarles, especialmente, en cuanto a la
correcta interpretación de la palabra de verdad, sabiendo bien que no es
posible encontrarla, aprenderla u obedecerla a menos que sea debidamente
interpretada, y que lo sea de acuerdo a los temas y sus tiempos o
Dispensaciones.
Ahora bien, pasemos a nuestro último punto, que
trata de las señales que siguieron.
¿A qué se debe que se haya producido esa tremenda confusión sobre los últimos
versículos del Evangelio de Marcos? ¿Cuál es la explicación en las notas
marginales sobre ellos de la Versión Revisada ?
No precisamos extendernos más acerca de la confusión
que se ha producido, ni acerca de la falta de base, aparte de lo que ya hemos
dicho; pero acerca de la causa y de la consiguiente confusión es necesario que
demos nuestra propia explicación, que se basa, naturalmente, y está sugerida
por lo que referimos en cuanto a estas señales
y prodigios.
Cuando Israel fue repudiada y Jerusalén fue destruida poco después del
final de los Hechos de los Apóstoles (Mateo 22:7 Al oírlo el rey, se enojó; y enviando sus
ejércitos, destruyó a aquellos homicidas, y quemó su ciudad.), no hubo ya necesidad de una confirmación
del testimonio del Señor por medio de los
que le oyeron (Hebreos 2:3
¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? La
cual, habiendo sido anunciada primeramente por el Señor, nos fue confirmada por
los que oyeron,), y, por consiguiente, no había necesidad de un testimonio divino que lo confirmase por medio de señales y prodigios (Hebreos
2:4 testificando Dios juntamente con
ellos, con señales y prodigios y diversos milagros y repartimientos del
Espíritu Santo según su voluntad. ).
Desde ese momento, y durante más de unos cincuenta años, hay un absoluto silencio de la historia
eclesiástica.
El más antiguo de los manuscritos no data de antes
del cuarto siglo. Este es un hecho en el cual están de acuerdo todos los
críticos actuales. Podemos entender fácilmente cómo un copista de semejante
manuscrito, al mirar al final del Evangelio de Marcos, miraría a su alrededor,
sin ver señal alguna siguiendo o
respaldando a los que habían creído, y, no pudiendo dudar de sus propios
sentidos, dudase, naturalmente, de la exactitud del texto que se disponía a
copiar. Fácilmente podría imaginar que debía haber un error por parte de los
escribas anteriores cuyos escritos se dispusiese a copiar. Sin duda alguna,
habría podido creer lo que leía si hubiese encontrado evidencias que apoyasen
la verdad. Por consiguiente, bien podría considerar muy dudosa su autenticidad,
o cuestionar su exactitud, o incluso podría suprimirlo por completo.
Sugerimos que sea ésta la explicación a la nota que
los revisores han puesto en contra de Marcos 16:9, la cual volvemos a repetir
aquí:
Marcos
16:9-19 Habiendo, pues, resucitado Jesús
por la mañana, el primer día de la semana, apareció primeramente a María
Magdalena, de quien había echado siete demonios. (10)
Yendo ella, lo hizo saber a los que habían estado con él, que estaban
tristes y llorando. (11) Ellos, cuando oyeron que vivía, y que había
sido visto por ella, no lo creyeron.
(12) Pero después apareció en
otra forma a dos de ellos que iban de camino, yendo al campo. (13)
Ellos fueron y lo hicieron saber a los otros; y ni aun a ellos
creyeron. (14) Finalmente se apareció a los once mismos,
estando ellos sentados a la mesa, y les reprochó su incredulidad y dureza de
corazón, porque no habían creído a los que le habían visto resucitado. (15) Y
les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.(B) (16)
El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere,
será condenado. (17) Y estas señales seguirán a los que creen: En
mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; (18)
tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les
hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán. (19) Y
el Señor, después que les habló, fue recibido arriba en el cielo,(C)
y se sentó a la diestra de Dios.
Los dos manuscritos griegos más
antiguos y algunas otras autoridades omiten desde el versículo 9 en adelante.
Otras autoridades le dan un final diferente al Evangelio..
Además de esto sugerimos que la causa es la misma,
pero por medio de otra línea de razonamiento, por la cual ciertos males han
aparecido recientemente en las iglesias.
Hay ciertos cristianos (de naturaleza más o menos
emocional) que han leído estos doce últimos versículos del Evangelio de Marcos
creyendo absoluta y apasionadamente en la verdad de la Palabra de Dios. Pero
tampoco ellos han visto estas señales que
siguieron a los que creyesen. Al igual que les sucedió a los antiguos
copistas, albergan sus dudas. Al contrario de ellos, no dudan de la exactitud
de la Palabra ,
aunque si les ocurra, al no verlas, que duden de sí mismos, es decir, de
la propia autenticidad de su propia fe
en la Palabra
y esa sea la causa para no verlas en su vida.
Piensan, por tanto, que algo anda mal con ellos y
con los creyentes en general. Creen en la Palabra , pero no saben nada acerca de la debida
interpretación y, por ello, llegan a la conclusión de que esas señales deberían seguirles, y acaban por
proponerse que ¡así sucederá a medida que aumenten su fe! Entonces se
convierten fácilmente en presas del gran enemigo, cuyo único propósito es el de
cegar los ojos de todos los creyentes para que no puedan ver a Cristo, que es la Palabra Viva y que se
revela tan solo por medio de la verdad de la Palabra Escrita.
Con este fin el enemigo (como ya hemos dicho antes)
hará que la mente del pecador se ocupe con sus pecados, el penitente con su
arrepentimiento, el creyente con su fe, el siervo con su servicio, el santo con
su santidad; cualquier cosa con tal de mantenerle ocupado consigo mismo en lugar de hacerlo con Cristo, porque solamente de
él sale toda virtud, cuya corriente
es, por así decirlo, cortada y obstruida
por medio del velo puesto entre
medias. Lo mismo les sucede a aquellas personas que siempre andan buscando las señales.
Oímos hablar acerca de las lenguas, pero nada se dice de coger serpientes; oímos hablar de las
sanidades, pero nada se dice de levantar a los muertos; algunos hablan
de no tomar medicinas, pero no sobre
beber veneno sin que suceda nada. En lugar de echar fuera los demonios, será
más fácil que sean poseídos por ellos. Satanás es perfectamente capaz de imitar
las señales del mismo modo que lo hicieron
Janes y Jambres imitando las señales de Dios dadas por medio de Moisés y de
Aarón. No conocemos ninguna de las falsas religiones que no haga uso de las sanidades de alguna forma u otra como
una de las principales plataformas de promoción o captación de números para su
iglesia. Por mucho que se diferencien entre sí, todas coinciden en esto, desde
el Babismo, en el Este, a Doiweismo, en el Oeste, desde los devaneos de la Ciencia Cristiana hasta el silencio de la más reciente secta, desde la orden de la estrella del oriente, hasta la orden mística del sol interno.
Estas últimas son ignorantes en cuanto a la Palabra de Dios, mientras
que las primeras carecen de la debida enseñanza para poder interpretar
debidamente la Palabra ,
para comprender la verdad dispensacional y su enseñanza. Todo esto nos está
conduciendo al gran engaño que se
aproxima rápidamente y que será aceptado como la luz. La Palabra
de Dios nos dice que las señales y
prodigios que caracterizaron a la Dispensación de los Hechos de los Apóstoles las
falsas aseveraciones de otros.
Existe algo llamado
La guerra de los santos.
Y serán solamente aquellas cosas que “aparentemente”
son buenas, las que servirán de engaño a los creyentes, pues claro está que
difícilmente el demonio usaría algo “malo” para poner en la trampa. Esas cosas
deben dar la impresión de ser algo mejor de lo que tienen los creyentes
realmente, en eso consiste su trampa.
Sabemos bien que el movimiento de renovación espiritual de Gales no pasó
la prueba de la Palabra
que declara que Dios no es el autor de la
confusión; pero no nos atrevimos a afirmar nuestra creencia entonces
sabiendo que seríamos condenados por eso.
Un cierto hombre, que era espiritista, nos hizo mucho daño introduciendo un informe falso
sobre una entrevista en la revista
espiritista titulada Luz, aunque
después vino hasta Gales para pedir disculpas y confesar lo que había hecho.
Nos dijo que se había visto obligado a dejar el espiritismo porque estaba
arruinando su salud, y que había venido a Gales para ver el avivamiento; y se quedó muy sorprendido
cuando le dijimos que ¡había cambiado una forma de espiritismos por otra! Pero
rápidamente se convenció.
Y ahora la verdad se ha dado a conocer y el libro,
que ha llamado mucho la atención, titulado Waronthe
Saints(Guerra contra los Santos), confirmará a sus lectores la verdad del
asunto, y debería servir para advertir, de una vez por todas, lo inútil que
resulta procurar durante esta Dispensación las señales y los prodigios.
25 – LA ESFERA
DE LA GLORIA FUTURA
TODAVÍA queda una cosa más que debemos aprender acerca de
las Dispensaciones, antes de que podamos entender la posición extraordinaria y la maravillosa
enseñanza de las últimas Epístolas Paulinas que fueron escritas desde la
cárcel en Roma.
Al hablar de las Dispensaciones, normalmente se habla de
dos, la antigua y la nueva, pero debemos confrontarlas a la luz de la Palabra
Escrita , para
ver si lo que hemos aprendido nos lo enseñaron los hombres, o fue Dios, es
decir, ¿nos lo enseñó la tradición, o fue por revelación?, y así estaremos todos de acuerdo, por lo menos hasta
un punto determinado.
1 – Todos estaremos de acuerdo en que el tema por
excelencia, del Antiguo Testamento, está relacionado con las profecías sobre la restauración de Israel y
una tierra regenerada (Mateo 19:28).
Mateo
19:28 Y Jesús les dijo: De cierto os
digo que en la regeneración, cuando el Hijo del Hombre se siente en el trono de
su gloria,(K) vosotros que me habéis seguido también os sentaréis
sobre doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel.(L)
Es, sin duda, innecesario citar las muchas profecías que
relatan a la tierra, cuando sea llena de
conocimiento y de la gloria del Señor…como las aguas cubren el mar (Números
14:21; Salmos 72:19; Isaías 6:3; 11:9; Habacuc 2:14).
Números
14:21 Mas tan ciertamente como vivo yo,
y mi gloria llena toda la tierra,
Salmos
72:19 Bendito su nombre glorioso para
siempre,
Y toda la tierra sea llena de su gloria.
Amén y Amén.
Isaías
6:3 Y el uno al otro daba voces,
diciendo: Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos;(B) toda la
tierra está llena de su gloria.
Isaías
11:9 No harán mal ni dañarán en todo mi
santo monte;(E) porque la tierra será llena del conocimiento de
Jehová, como las aguas cubren el mar.(F)
Habacuc
2:4 He aquí que aquel cuya alma no es
recta, se enorgullece; mas el justo por su fe vivirá.(B)
Todos estaremos de acuerdo, además, que tenemos que
interpretar literalmente estas profecías, y en no intentar explicarlas o quitarles importancia por medio de ninguna interpretación
espiritual que les reste verdad y poder.
Todos esperaremos, entonces, ansiosamente, el momento en
que Aquel que esparció a Israel, lo vuelva a reunir. (Jeremías 31:10),
cuando serán todos enseñados por Dios
(Juan 6:45; Isaías 54:13), cuando los
reinos del mundo hayan venido a ser de nuestro Señor y de Su Cristo (Apocalipsis
11:15) y cuando la Jerusalén actual terrenal sea restaurada y su gloria
sea superior a la que tuvo en el pasado.
El reino y la esfera de bendición y gloria se hallarán en la tierra, y la nueva Israel, con su
corazón de piedra transformado en uno de carne, y con un espíritu nuevo, traerá
los frutos de justicia (Ezequiel
36:24-36; Mateo 21:43).
Ezequiel
36:24-36 Y yo os tomaré de las naciones,
y os recogeré de todas las tierras, y os traeré a vuestro país. 25
Esparciré sobre vosotros agua limpia, y seréis limpiados de todas
vuestras inmundicias; y de todos vuestros ídolos os limpiaré. 26 Os
daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de
vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. 27 Y
pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y
guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra.
28 Habitaréis en la tierra que di
a vuestros padres, y vosotros me seréis por pueblo, y yo seré a vosotros por
Dios.(A) 29 Y os guardaré de todas vuestras inmundicias;
y llamaré al trigo, y lo multiplicaré, y no os daré hambre. 30
Multiplicaré asimismo el fruto de los árboles, y el fruto de los campos,
para que nunca más recibáis oprobio de hambre entre las naciones. 31 Y
os acordaréis de vuestros malos caminos, y de vuestras obras que no fueron
buenas; y os avergonzaréis de vosotros mismos por vuestras iniquidades y por
vuestras abominaciones. 32 No lo hago por vosotros, dice Jehová el
Señor, sabedlo bien; avergonzaos y cubríos de confusión por vuestras
iniquidades, casa de Israel. 33 Así ha dicho Jehová el Señor: El día que os limpie
de todas vuestras iniquidades, haré también que sean habitadas las ciudades, y
las ruinas serán reedificadas. 34 Y la tierra asolada será labrada, en lugar de
haber permanecido asolada a ojos de todos los que pasaron. 35 Y
dirán: Esta tierra que era asolada ha venido a ser como huerto del Edén; y
estas ciudades que eran desiertas y asoladas y arruinadas, están fortificadas y
habitadas. 36 Y las naciones que queden en vuestros
alrededores sabrán que yo reedifiqué lo que estaba derribado, y planté lo que
estaba desolado; yo Jehová he hablado, y lo haré.
Mateo
21:43 Por tanto os digo, que el reino de
Dios será quitado de vosotros, y será dado a gente que produzca los frutos de
él.
Ésta será la regeneración,
o palingenesia, cuando los apóstoles se sienten en sus tronos, para
juzgar a las doce tribus de Israel (Mateo 19:28).
Mateo
19:28 Y Jesús les dijo: De cierto os
digo que en la regeneración, cuando el Hijo del Hombre se siente en el trono de
su gloria,(K) vosotros que me habéis seguido también os sentaréis
sobre doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel.(L)
Tendrá lugar aquí en
la tierra, debajo de los cielos. Aquí se halla y presenta el pueblo tal de los Santos del Altísimo
de Daniel 7:27.
Daniel
7:27 y que el reino, y el dominio y la
majestad de los reinos debajo de todo el cielo, sea dado al pueblo de los
santos del Altísimo,(P) cuyo reino es reino eterno,(Q) y
todos los dominios le servirán y obedecerán.
Todas las naciones
de la tierra comparten además de esta bendita
promesa que originalmente le hizo Dios a Abraham(1)
(1)
Gen.13:3, 4; 17:4; Salmos
22:27, 28; 67:4; Isaías 2:4; 11:10, 11, 12; 42:16; 49:22; 52:15; 55:5; 50:3, 5,
11; 66:12, etc., (véase nota del editor al final del capítulo)
2 – Pero Abraham y su simiente espiritual, aunque provenga del mismo padre, no son de
éste pueblo, sino que son los santos del Altísimo solo, no dice nada
de pueblo; los cuales, a diferencia
de éste Pueblo de santos en la tierra,
al mismo tiempo, ocuparán y habitarán en un lugar distinto, de las esferas celestiales de este mismo Reino.
Éstos, según la palabra del Señor en Lucas, serán
iguales a los ángeles, hijos de la resurrección (Lucas 20:34-36),
Lucas
20:34-36 Entonces respondiendo Jesús,
les dijo: Los hijos de este siglo se casan, y se dan en casamiento; 35 mas
los que fueren tenidos por dignos de alcanzar aquel siglo y la resurrección de
entre los muertos, ni se casan, ni se dan en casamiento. 36
Porque no pueden ya más morir, pues son iguales a los ángeles, y son
hijos de Dios, al ser hijos de la resurrección.
son
los que resucitarán en la primera resurrección, cuando vengamos
con Cristo y antes del Milenio
de bendición terrenal para Israel y
para todas las naciones debajo de los
cielos (Deut.4:19; Apoc.20:4-6).
Deuteronomio
4:19 No sea que alces tus ojos al cielo,
y viendo el sol y la luna y las estrellas, y todo el ejército del cielo, seas
impulsado, y te inclines a ellos y les sirvas; porque Jehová tu Dios los ha
concedido a todos los pueblos debajo de todos los cielos.
Apocalipsis
20:4-6 Y vi tronos, y se sentaron sobre
ellos los que recibieron facultad de juzgar;(B) y vi las almas de
los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los
que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca
en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años. 5 Pero
los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se cumplieron mil años. Esta
es la primera resurrección. 6 Bienaventurado y santo el que tiene parte en
la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino
que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años.
Serán, por tanto, los habitantes herederos de la gran ciudad, la santa Jerusalén que vio Juan descender del cielo de Dios, teniendo
consigo la gloria de Dios, y su fulgor era semejante al de una piedra
preciosísima. Ésta santa Jerusalén
se describe con todo detalle en el capítulo 21 de Apocalipsis, versículos 9 a 27. Es la ciudad que tiene fundamentos que Dios
mostró a Abraham y le mandó procurar (Hebreos 11:10 porque esperaba la ciudad que tiene
fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios.), y viéndola
Abraham, se gozó de que había de ver mi
día (Juan 5:56). Así, pues, una vez que la
fe viene por el oír, Abraham debió necesariamente haber oído hablar de esta ciudad, y lo que oyó
de ella debió proceder de la palabra
hablada de Dios (Romanos 10:17
Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.).
Aquí tenemos la heredad de
aquellos que, como les dijo Pedro a los creyentes de la dispersión, han obtenido una fe tan preciosa como la
nuestra. La herencia es incorruptible y no desaparecerá, porque
está reservada en los CIELOS para
nosotros (los verdaderos adoradores de Dios). El griego enfatiza esta herencia por medio de la figura Homoioteleuton, como algo que no es terrenal, sino aphtharton, amianton, amaranton (1 Pedro 1:4 para una herencia incorruptible,
incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros,). Se dice que, los habitantes de la ciudad celestial, serán
llamados de la desposada, la esposa del
Cordero (Apocalipsis 21:9
Vino entonces a mí uno de los siete ángeles que tenían las siete copas
llenas de las siete plagas postreras, y habló conmigo, diciendo: Ven acá, yo te
mostraré la desposada, la esposa del Cordero.).
Estas dos simientes, tanto
la terrenal como la celestial, han existido desde el
llamamiento hecho a Abraham y nunca fueron un secreto. La primera había sido
por Jehová comparada con el polvo de la
tierra o a la arena del mar (Génesis
13:16 Y haré tu descendencia como el
polvo de la tierra; que si alguno puede contar el polvo de la tierra, también
tu descendencia será contada.;)(Génesis 22:17 de
cierto te bendeciré, y multiplicaré(C) tu descendencia como las
estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar;(D)
y tu descendencia poseerá las puertas de sus enemigos.), y la posterior a las estrellas en el cielo (Hebreos 11:12 Por lo cual también, de uno, y ése ya casi
muerto, salieron como las estrellas del cielo en multitud,(H) y como
la arena innumerable que está a la orilla del mar.(I); Génesis 15:5 Y lo llevó fuera, y le dijo: Mira ahora los
cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así será tu
descendencia.(A)). Todas estas expresiones sugieren multitudes,
pero la primera se relaciona, de manera especial, con las bendiciones terrenales; mientras que la
última resalta a los que participan del llamamiento
celestial (Hebreos
3:1 Por tanto, hermanos santos,
participantes del llamamiento celestial, considerad al apóstol y sumo sacerdote
de nuestra profesión, Cristo Jesús;), los cuales, al igual que su padre
Abraham, procuraron llegar a hacer parte, a formar parte de la porción celestial, de las bendiciones
celestiales y de la ciudad que contiene
los fundamentos.
Y hablando de estos se dice lo siguiente:
Conforme a la fe murieron todos
estos, sin haber recibido lo prometido, sino mirándolo de lejos y creyéndolo, y
saludándolo, y confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra.
Porque lo que esto dicen, claramente dan a entender que buscan una patria; pues
si hubiesen estado pensando en aquella de donde salieron, tenían tiempo de
volverse a ella. Pero anhelaban una
mejor, esto es CELESTIAL, por lo cual Dios no se avergüenza de llamarse
Dios de ellos, porque les ha preparado una ciudad (Hebreos 11:13-16).
¿Dónde o cuál podría ser esa ciudad si no fuese la que le fue mostrada a Juan descendiendo de los cielos de Dios,
cuyos fundamentos se describen en
Apocalipsis 21:19, 20? A lo largo de todos los siglos, desde los días de
Abraham hasta nuestros días actuales, se ha podido seguir el rastro del remanente fiel, de los que son
partícipes del llamamiento celestial
verdaderos adoradores. Son todos los que han formado parte desde la promesa
a Abraham de la asamblea o congregación del Señor hasta nuestros días, y siempre se les
menciona como tales.
No todo el pueblo
de Israel ha estado constituido por almas o personas que asistiesen al Tabernáculo, o que adorasen en el Templo. Ni todos ellos
cumplieron la ley de Moisés, ni
ofrecieron los sacrificios prescritos,
ni asistían a las fiestas de Jehová,
ni participaron en los rituales ordenados.
Aquellos que si lo hicieron así (probablemente unos pocos, como en los días
actuales) se reunían solo para adorar a
Jehová, y reciben de Él el nombre de la
asamblea o la congregación.
La palabra hebrea congregación viene de la palabra kâhal, y este verbo significa llamar
para formar asamblea, reunirse; y el
nombre se utiliza hablando acerca de los miembros de una asamblea que hayan recibido ese llamamiento
o convite. En setenta ocasiones diferentes, en la versión del Antiguo
Testamento, se interpreta como ekklêsia (la
misma palabra iglesia en el Nuevo
Testamento).(1)
(1)
La palabra hebrea se interpreta como asamblea en ochenta ocasiones; congregación en diecisiete; compañía en otras diecisiete, y multitud en tres.
Se utiliza como en la expresión la
ekklêsia (o iglesia) del Señor en
Deut.23:1, 2, 3, 8; Deuteronomio
23:1-3 No entrará en la congregación de
Jehová el que tenga magullados los testículos, o amputado su miembro
viril. 2
No entrará bastardo en la congregación de Jehová; ni hasta la décima
generación no entrarán en la congregación de Jehová. 3 No
entrará amonita ni moabita en la congregación de Jehová,(A) ni hasta
la décima generación de ellos; no entrarán en la congregación de Jehová para
siempre,1° Cor.28:8; Miqueas 2:5. En Nehemías 13:1 es la ekklêsia (o iglesia) de Dios. Se emplea como la ekklêsia (o iglesia) a la cual se
refiere también en los Salmos 22:22; 26:12; 35:18; 40:9, 10; 68:26. Y de
resaltar que, en el Salmo 22:25, se habla sobre ella como siendo la gran ekklêsia
o congragación, y en el 149:1 como la
ekklesia de los santos. A ella se refiere David, en el
Salmo 22:22, cuando dice
En medio de la congragación te alabaré (vers.22), y
De ti será mi alabanza en la gran congregación (vers.25).
Es el mismo uso que se hace de la palabra en los
Evangelios el Señor, cuando dijo:
Sobre esta roca edificaré mi ekklêsia (Mateo 16:18).
Ahora bien, tengamos en cuenta que, al hablarles a
los “israelitas”, ni Jesucristo ni Pablo utilizaron la palabra en ningún otro o
diferente sentido nuevo, que no fuera el exclusivo y especial de aquel tiempo.
No la pudieron entonces emplear con el mismo sentido posterior y de la revelación
del Misterio, revelado solo en las
Epístolas que fueron escritas desde la cárcel, sino que tuvieron por fuerza que
exponerla en el sentido más amplio que tiene la ekklesia en el Antiguo
Testamento. Todos los que les oían, entendían bien “a la iglesia” que se
referían, e incluía a toda la asamblea de
los que creían y adoraban a Jehová, y que eran los partícipes del llamamiento celestial (Hebreos 3:1 Por tanto, hermanos santos, participantes del
llamamiento celestial, considerad al apóstol y sumo sacerdote de nuestra
profesión, Cristo Jesús;),).
Cuando el Espíritu habla, por medio de Esteban, acerca de la ekklêsia en el desierto (Hechos 7:38
Este es aquel Moisés que estuvo en la congregación en el desierto con el
ángel que le hablaba en el monte Sinaí,(AI) y con nuestros padres, y
que recibió palabras de vida que darnos;) se refiere a la congregación de
estos creyentes piadosos. Aquellos, entre ellos, que se mantuvieron seguros bajo la
sombra del Omnipotente durante los treinta y ocho años que tuvieron que
deambular de un lugar a otro por el desierto (véase el Salmo 90 y 91).
Cuando el Señor añadió a la ekklêsia
los que iban siendo salvos (Hechos 2:47 alabando a Dios, y teniendo favor con todo el
pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.) después de Pentecostés, los añadió a los ciento veinte que antes de
Pentecostés se reunían en el templo, de los cuales se dice:
Y perseveraban unánimes cada día
en el templo (no ofreciendo ya más sacrificios, sino participando de la comida
ya provista) y partiendo el pan (o comiendo, como en Lucas 24:30. 35 y Hechos
27:35) en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando
a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo.
Y el Señor añadía cada día a la
iglesia (ekklêsia) los que habían de ser salvos (Hechos 2:46, 47).
Hechos
2:46-47 Y perseverando unánimes cada día
en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y
sencillez de corazón, 47 alabando a Dios, y teniendo favor con todo el
pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.
Es cierto que las palabras la iglesia (gr ekklêsia)
en el versículo 47 las omiten los críticos textuales (incluso los más
conservadores y los menos modernos,
Lachmann, Tischendorf, Tregelles, Alford, Wescott y Hort, además de la Versión Revisada );
pero aquí no estamos enfatizando la omisión suya, porque tal y como está, se
emplea también en el Antiguo Testamento, en el sentido de congregación del Señor, y no con en el sentido que adquirió
posteriormente y aparece nuevo en la Epístola de los Efesios, pues ellos no lo habrían
podido comprender entonces (como tampoco nosotros hoy podríamos, si no
hubiéramos leído esa última Epístola).
Cuando Pablo dice que perseguía
a la ekklêsia de Dios (1 Corintios 15:9
Porque yo soy el más pequeño de los apóstoles, que no soy digno de ser
llamado apóstol, porque perseguí a la iglesia de Dios.(F); Gálatas 1:13 Porque ya habéis oído acerca de mi conducta
en otro tiempo en el judaísmo, que perseguía sobremanera a la iglesia de Dios,
y la asolaba;(A)) no emplea la palabra en un sentido que hasta ese momento no hubiesen
oído, o que no tuviesen siquiera de ella la más remota idea. Es preciso que
entendamos bien el empleo y el sentido que le dio a la palabra, y no debemos
pretender leer en un pasaje de la
Escritura , algo que no sea lo que quiere decir realmente, o
algo diferente sacado del tema de una revelación posterior, especialmente,
cuando el sentido está tan perfectamente claro de la ekklêsia que es, tal y como está expresa.
La palabra ekklêsia
en los Evangelios, en Hechos y en las primeras Epístolas Paulinas debemos
entenderlas en el mismo sentido que tuvo en todo el Antiguo Testamento
(Septuaginta) es decir, como algo que quiere decir sencillamente y se refiere a
la congregación, o asamblea, o compañía
de todos aquellos que adoraron a Jehová y que eran partícipes de un llamamiento celestial, con una esperanza
también celestial, en una esfera de bendición celestial, y que buscaban su
parte en la resurrección para vida.
Ya de antiguo se había revelado que habría una resurrección (Véase Job
19:25-27 Yo sé que mi Redentor
vive, Y al fin se levantará sobre el
polvo; 26 Y después de deshecha esta mi piel, En mi carne he de ver a Dios; 27 Al
cual veré por mí mismo, Y mis ojos lo
verán, y no otro, Aunque mi corazón
desfallece dentro de mí.; Oseas
13:14 De la mano del Seol los redimiré,
los libraré de la muerte. Oh muerte, yo seré tu muerte; y seré tu destrucción,
oh Seol;(E) la compasión será escondida de mi vista.; Juan 11:24 Marta le dijo: Yo sé que resucitará en la
resurrección, en el día postrero.), pero más adelante
fue también revelado que habría no una, sino dos resurrecciones: Una para
vida y otra para juicio. Pablo
dio testimonio de la primera, y la describió como siendo la esperanza de los que adoraban a Dios (Hechos
24:14-15 Pero esto te confieso, que
según el Camino que ellos llaman herejía, así sirvo al Dios de mis padres,
creyendo todas las cosas que en la ley y en los profetas están escritas; 15
teniendo esperanza en Dios, la cual ellos también abrigan, de que ha de
haber resurrección de los muertos, así de justos como de injustos.), y fue la misma esperanza que
también David vivió además (Salmos 16:9-11
Se alegró por tanto mi corazón, y se gozó mi alma; Mi carne también reposará confiadamente; 10
Porque no dejarás mi alma en el Seol,(A) Ni permitirás que tu santo vea corrupción.(B) 11 Me
mostrarás la senda de la vida; En tu
presencia hay plenitud de gozo; Delicias
a tu diestra para siempre.(C); Salmos 49:14-15
Como a rebaños que son conducidos al Seol, La muerte los pastoreará, Y los rectos se enseñorearán de ellos por la
mañana; Se consumirá su buen parecer, y
el Seol será su morada. 15 Pero Dios redimirá mi vida del poder del
Seol, Porque él me tomará consigo. Selah), y asimismo
también Daniel (Daniel 12:1-3
En aquel tiempo se levantará Miguel,(A) el gran príncipe que
está de parte de los hijos de tu pueblo; y será tiempo de angustia, cual nunca
fue desde que hubo gente hasta entonces;(B) pero en aquel tiempo
será libertado tu pueblo, todos los que se hallen escritos en el libro. 2 Y
muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para
vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua.(C) 3 Los
entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan
la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad.).
El Señor habló clara y abiertamente, sin secretos, acerca de esta la primera resurrección como siendo la de los justos (Lucas 14:14 y serás bienaventurado; porque ellos no te
pueden recompensar, pero te será recompensado en la resurrección de los justos. ) y además como la resurrección
a la vida (Juan 5:29 y
los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron
lo malo, a resurrección de condenación.(B) ). Por medio de la palabra del
Señor, fue entonces revelada una
esperanza más, o mejor dicho, una expresión más acerca de esa esperanza, y la
reveló en Juan 11:25, 16. Juan 11:25-26
Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí,
aunque esté muerto, vivirá. 26 Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá
eternamente. ¿Crees esto?
No solamente habría aquella esperanza que tocar a los que eran partícipes de la primera resurrección,
que se fueron a dormir sin recibir lo prometido, sino que también tocaba a todos los que estuviesen todavía vivos y aguardando, cuando
esa esperanza aconteciese y tuviera lugar. La palabra del Señor mencionó
primeramente esta adicción informativa, y a continuación la menciona el
Espíritu Santo por medio de Pablo, explicandola en 1ª Tesal.4:16, 17.
1
Tesalonicenses 4:16-17 16 Porque el Señor mismo con voz de mando, con
voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en
Cristo resucitarán primero. 17 Luego nosotros los que vivimos, los que
hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para
recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.(A)
No solamente tiene que ver con que el propio Señor
sea la resurrección (para los primeros), sino
que, además de eso, también es la vida
(para los que permanezcan con vida) y aguardando en ese momento. Él dice:
C| Yo soy la
resurrección
D| y la vida
C| El que en mi cree, aunque esté
muerto, vivirá (de nuevo). (Para él) yo seré la resurrección
D| y todo el que esté vivo y crea en mí, no morirá eternamente. (Para
él) seré la vida.
Esta era, y sigue siendo, la esperanza
de todos los que son partícipes del
llamamiento celestial (Hebreos 3:1
Por tanto, hermanos santos, participantes del llamamiento celestial,
considerad al apóstol y sumo sacerdote de nuestra profesión, Cristo Jesús;). Algunos de ellos se hallarían y se hallarán presentes cuando
llegase o llegue el Mesías. Estos son los que
Esperaban la consolación
de Israel (Lucas 2:38 Esta, presentándose en la misma hora, daba
gracias a Dios, y hablaba del niño a todos los que esperaban la redención en
Jerusalén), que aguardaban que Él fuese el Cristo que habría de redimir a Israel( Lucas
24:21 Pero nosotros esperábamos que él
era el que había de redimir a Israel; y ahora, además de todo esto, hoy es ya
el tercer día que esto ha acontecido.),
que esperaban el Reino de Dios (Marcos
15:43 José de Arimatea, miembro noble
del concilio, que también esperaba el reino de Dios, vino y entró osadamente a
Pilato, y pidió el cuerpo de Jesús., Lucas 23:51
Este, que también esperaba el reino de Dios, y no había consentido en el
acuerdo ni en los hechos de ellos,); eran todos los que le recibieron (Juan
1:12 Mas a todos los que le recibieron,
a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;), los que recibieron con gozo la palabra de Pedro o de
Pablo, tanto fuese en Pentecostés como después (Hechos 2:41; 8:14; 11:1;
17:11)
Hechos
2:41 Así que, los que recibieron su
palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas.
Hechos
8:14 Cuando los apóstoles que estaban en
Jerusalén oyeron que Samaria había recibido la palabra de Dios, enviaron allá a
Pedro y a Juan;
Hechos
11:1 Oyeron los apóstoles y los
hermanos que estaban en Judea, que también los gentiles habían recibido la
palabra de Dios.
Hechos
17:11 Y éstos eran más nobles que los
que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud,
escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así.
Los cuales también son los que recibieron la palabra estando en aflicción (1
Tesalonicenses 1:6 Y vosotros vinisteis
a ser imitadores de nosotros y del Señor, recibiendo la palabra en medio de gran
tribulación,(B) con gozo del Espíritu Santo,) y que cuando recibieron la
palabra, que oísteis de nosotros, no la recibisteis como palabra de hombres,
sino según es en verdad, la palabra de Dios, la cual actúa en vosotros los
creyentes (1ª Tesal.2:13),
y que sin
embargo no recibieron lo prometido (Hebreos
11:39), pero que a pesar de eso la
creyeron y abrazaron por fe.
¿Cuantos de entre nosotros no se han hallado
confusos a la hora de distinguir y entender este asunto denominado y conocido
de los santos del Antiguo Testamento?
¿Cuántas confusiones no se han hecho de ella, identificándola en la Iglesia !? Pues bien, a
esta congragación de Dios aquí les
seguimos la pista, a lo largo de todo el Antiguo Testamento, y son la iglesia (o asamblea) de Dios, partícipes
del llamamiento celestial, los cuales han poseído siempre desde Abraham una
esperanza celestial, y han estado
aguardando la esfera celestial de las
bendiciones.
3 – Esto nos lleva, después de distinguir bien esas dos vertientes en
la simiente de Abraham, a otra clase de
bendición, la más alta en la gloria y
que nada tiene que ver con aquellas. Había sido mantenida en secreto de los siglos y las generaciones, y se
trataba del misterioso propósito eterno del
propio Dios, aquel propósito Suyo que
había ideado… antes de la fundación del
mundo sin nadie más saberlo. Solo
entonces se hicieron manifiestos estos
propósitos Suyos secretos por medio de escritos
proféticos (Romanos 16:26
pero que ha sido manifestado ahora, y que por las Escrituras de los profetas,
según el mandamiento del Dios eterno, se ha dado a conocer a todas las gentes
para que obedezcan a la fe,). Era un secreto que NO
estaba relacionado con el Israel terrenal, NI TAMPOCO con los que participarían
en el llamamiento celestial, sino con
Cristo y los miembros elegidos de Su
Cuerpo.
Incluso en el ministerio de Cristo, este misterio se
encontraba entre aquellos asuntos que no
les podía revelar, ni tan siquiera a los apóstoles cuando con ellos se
reunió en el aposento alto, antes de la Ultima Cena. No solamente no les podía referir
estas cosas, sino que los propios apóstoles no hubiesen podido sobrellevarlas de habérselas contado el
Señor.
Y si el Señor no mencionó estas cosas en los
Evangelios, no cabe duda de que los apóstoles no podían haberlas confirmado en
los Hechos de los Apóstoles más adelante. Porque eran los asuntos de Cristo, es decir, de aquellas cosas relacionadas
especialmente con Él, las cosas relacionadas con toda la verdad, la cual no
podría estar completa sin ellas. Eran asuntos que estaban por fuerza mayor reservados escondidos y solo habrían de
ser revelados por el Espíritu de la
verdad. Él os guiará a toda la verdad. Estas preciosas riquezas de la
gracia y de la gloria eran las doctrinas que tenían por fundamento los hechos experimentales
de la misión de Cristo, que entonces todavía no habían tenido lugar ni
sucedido, aunque todas sus cosas se hallaban muy cercanas y a la mano.
Los sucesos de la vida de Cristo en la tierra fueron
los fundamentos de las doctrina que enseñaron los apóstoles, y si esos sucesos,
esa doctrina no se habría podido conocer entonces. Preguntémonos: hasta que él
no hubiese padecido, muerto, resucitado y ascendido, ¿cómo podrían las
doctrinas de Efesios 2:5, 6, haber sido reveladas y enseñadas, si no podían
basarse en estos acontecimientos, todavía por suceder?
Pero será necesario que tanto su venida, tan
especial, como su ministerio, y la dirección del Espíritu de verdad, lo estudiemos detalladamente en la próxima
sección, porque tenemos por fuerza que incluir esta última fase de lo que Jehová había hablado, antes de que
empecemos a estudiar las Epístolas que fueron escritas desde la cárcel, porque
en ellas, y solo en ellas, podemos encontrar las riquezas de la gracia y de la gloria a las cuales debería guiarles
el Espíritu Santo, aquellas buenas nuevas que estaban destinadas a llenar la Dispensación actual,
mientras durase la extensa era de la ceguera de Israel y la oscura
(espiritualmente hablando) noche de la
nación (Isaías 60:1-3).
Isaías
60:1-3 Levántate, resplandece; porque
ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti. 2
Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las
naciones; mas sobre ti amanecerá Jehová, y sobre ti será vista su gloria. 3 Y
andarán las naciones a tu luz, y los reyes al resplandor de tu nacimiento.
Las Epístolas escritas desde la cárcel, que
siguieron inmediatamente a la proclamación de la ceguera de Israel y su endurecimiento
(según vemos en Hechos 28:25, 26), tienen un tema por excelencia, y es la
revelación del ámbito final de las bendiciones
y la gloria que están especialmente relacionadas con Cristo y su Iglesia.
El ámbito no está en la tierra.
Tampoco se haya sobre la tierra.
Se halla en lo más alto de los
cielos.
Por lo tanto, no tiene nada que ver con las señales y prodigios que se
manifestasen en la tierra y que
habrían de seguir a los que en feliz obediencia creyeron en lo que estaba
escrito. Esta manera de hablar ahora, tan inigualable, no se había nunca antes
podido aplicar a ningún ser humano aunque fuese creyente, ni se volverá a
aplicar tampoco en el futuro. La misma gloria de esa esfera es inconsciente con
las señales terrenales o
manifestaciones, por muy maravillosas que fuesen, o a las ordenanzas, por muy
significativas que hayan sido. Las Epístolas ven al que cree en ella, no como a un ser al que sigan las señales, sino como muerto
para este mundo y a todas sus asociaciones y dependencias con él relacionadas,
y como uno que ha sufrido juntamente, uno que ha muerto, resucitado y que se
halla actualmente sentado ya juntamente con Cristo en los lugares celestiales,
donde no hay nada ni nadie a quien testificar con señales. Ni los afectos ni tampoco los pensamientos de las cosas de este mundo
les preocupa a éstos ahora, sino que se centran del todo en las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra del
Padre.
Por lo tanto, en estas Epístolas posteriores, ya no leemos mucho
acerca de la venida de Cristo a la tierra,
sino que se centran más bien en el tiempo cuando estemos con Él, en el sitio
donde Él se halla; no es acerca de la parousia
o presencia en la tierra o en el aire que habla, sino de nuestra
presencia y manifestación con Él en su propia gloria; no expone la anastasis o resurrección (que es el tema
o sujeto principal de las primeras Epístolas Paulinas), sino la ex-anastasis (Filipenses
3:11 si en alguna manera llegase a la
resurrección de entre los muertos.), y el llamamiento de lo alto (Filipenses
3:14 prosigo a la meta, al premio del
supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.),
que es el sujeto o tema de las Epístolas posteriores; no hablan de la posible
felicidad que podamos venir a disfrutar terrenalmente, sino acerca de la gloria
personal de Cristo, en la cual tenemos el maravilloso privilegio de poder coparticipar.
En este sentido, quisiéramos llamar la atención a la palabra que, en
nuestra opinión, es la auténtica palabra clave, y de la más alta esfera. Es una
palabra extraordinaria, la cual solo aparece en esta forma aquí, en todo el Nuevo Testamento. En el modo presente,
si aparece en Romanos 13:9 anteriormente, pero lo hace en el presente pasivo, anakephalaiôutai y significa esta resumido.
Romanos
13:9 Porque: No adulterarás,(B)
no matarás,(C) no hurtarás,(D) no dirás falso testimonio,(E)
no codiciarás,(F) y cualquier otro mandamiento, en esta sentencia se
resume: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.(G)
Romanos
13:9 • G3588 DNSN Porque: G1063 C No G3756 T adulterarás, G3431 VFAI2S no G3756 T matarás, G5407 VFAI2S no G3756 T hurtarás, G2813 VFAI2S no G3756 T « dirás G5576 VFAI2S falso G3756 T testimonio,» G1937
VFAI2S no G2532 C
codiciarás, G1487 G5100 C RX-NSF
y G2087 JNSF cualquier G1785 NNSF otro G1722 P mandamiento, G5129 RD-DSM en G3588 G3056 DDSM NDSM esta sentencia G346 VPPI3S se G1722 P resume: G3588 G25 DDSM VFAI2S •
Amarás G4675 RP2GS a G3588
G4139 DASM B tu G5613 B prójimo G1438 RF3ASM como a ti mismo.
Sin embargo en Efesios 1:10 es el infinitivo aoristo de la voz central el que emplea el Espíritu Santo,
anakhefaliôsasthai.
Efesios
1:10 de reunir todas las cosas en
Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están
en los cielos, como las que están en la tierra.
Efesios 1:10
de G1519 P reunir G346 VAMN todas
G3588 G3956 DAPN JAPN las cosas
en G1722 P Cristo, G3588
G5547 DDSM NDSM en la dispensación
G3622 NASF del G3588 DGSN cumplimiento G4138 NGSN de los G3588 DGPM tiempos, G2540 NGPM así las G3588 DAPN que están • G5037 T en G1722 P los G3588 DDPM cielos, G3772 NDPM como G2532 C las G3588 DAPN que están en G1909 P la G 3588 DGSF tierra. G1093 NGSF
Esta diferencia
la pasan por alto tanto la Versión Autorizada como la Revisada , que lo dicen,
en la voz central de Efesios 1:10, como si fuese el activo. Este es un error casi imperdonable, en interés del lector
de la Biblia ,
que tiene el derecho indudable a tener una traducción gramaticalmente correcta
de semejante procedencia.
Cuando se traduce correctamente, la palabra y todo
el pasaje enfatizan el factor subyacente: que
en todas las cosas reveladas, has sido nuestro Padre celestial quien las ha
deseado así POR SÌ MISMO y propuesto, lo cual se expresa de la siguiente
manera
Según su beneplácito, el cual se
había propuesto en sí mismo DE RESUMIR todas las cosas en Cristo en la Dispensación del
cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos como las que están
en la tierra. En Él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados
conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su
voluntad, a fin de que seamos para alabanza de su gloria, nosotros los que
primeramente esperábamos en Cristo.
Efesios
1:9-12 dándonos a conocer el misterio de
su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo, 10 de
reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los
tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra. 11 En
él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito
del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad, 12 a
fin de que seamos para alabanza de su gloria, nosotros los que primeramente
esperábamos en Cristo.
Esto será suficiente para demostrar que el kosmos, expuesto y descubierto en
Colosenses 1:15, 16, es más grande, más alto y superior a la gloria terrenal, o que a la otra gloria
reservada para los que son partícipes del
llamamiento celestial.
Colosenses
1:15-16 El es la imagen del Dios
invisible, el primogénito de toda creación.
16 Porque en él fueron creadas
todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles
e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades;
todo fue creado por medio de él y para él.
El Antiguo Testamento, los Hechos y las primeras
Epístolas Paulinas tratan de las más baja esferas de la gloria, si embargo las
Epístolas posteriores revelan o descubren una esfera de la jefatura y herencia
que se halla por encima de la tierra
o de los cielos.
1ª Corintios 15:40 expone la gloria terrenal y la gloria celestial, que son completamente
diferentes a la gloria del Gran Secreto.
1
Corintios 15:40 Y hay cuerpos
celestiales, y cuerpos terrenales; pero una es la gloria de los celestiales, y
otra la de los terrenales.
Hay un ámbito o esfera de gloria cósmica (si es que podemos usar la
palabra en ese sentido) muy por encima de todos los seres que han sido creados,
tanto si se trata de los principados
como de poderes, tronos o dominios, que se mencionan (si bien no se
definan ni se expliquen) en Efesios 1:21 y Colos.1:16 en relación con Cristo,
que llegará a ser la Cabeza de todo. Esto incluye la capacidad que
trae para sojuzgar a los enemigos, y el aplastamiento final de la cabeza de la antigua serpiente que es el demonio.
Efesios
1:21 sobre todo principado y autoridad y
poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino
también en el venidero;
Colosenses
1:16 Porque en él fueron creadas todas
las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e
invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo
fue creado por medio de él y para él.
Por eso el enemigo ha tenido siempre un tan gran
empeño en cegar el entendimiento de los
hombres, para que la luz de estas
buenas nuevas (o evangelio) de la gloria de Cristo permanezca
escondida y nos les llegue a sus ojos (2ª Cor.4:3, 4).
2
Corintios 4:3-4 Pero si nuestro
evangelio está aún encubierto, entre los que se pierden está encubierto; 4 en
los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para
que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es
la imagen de Dios.
Y por eso es por lo que nosotros, los que obedecemos
a Dios creyéndole en todo esto, miramos Su más
alta e importante y gloriosa revelación, y la apreciamos como si fuera
nuestra más maravillosa esperanza, y
nuestro constante tema y objetivo; y no ignorando al mismo tiempo los ardiles de Satanás, sino que estamos
bien advertidos y prevenidos de sus asechanzas, así que, por eso mismo, bien
informados, sabemos muy bien donde debemos dirigir ahora nuestras defensas.
En otras palabras, hemos de esforzarnos al máximo
por conocer las riquezas de la gloria que
están relacionadas con esta tercera
esfera, la más alta, la esfera de bendición referente a la gloria y el
honor a favor de Cristo y de su Iglesia.
26 – DIOS HABLA POR MEDIO
DEL ESPÍRITU DE VERDAD
LAS palabras con las que empieza la Epístola a los Hebreos
nos exponen el hecho maravilloso de que, Dios,
haya hablado muchas veces y de muchas maneras. Se refiere a cuando Él se
dirige hablando:
Por medio de los profetas
Por medio del Hijo
Por medio de los que oyeron al
Hijo
Pero ahora vamos a ver cuándo y cómo habló por
última vez, y dónde debemos procurar
Sus palabras.
Sería bueno que comenzásemos por fijarnos y sepamos
bien a quién o quienes fueron dirigidas primeramente Sus palabras. Y no
precisamos quedarnos con la duda, porque se nos explica abiertamente en Hebreos
1:1 que fue a los padres.
Hebreos
1:1 Dios, habiendo hablado muchas
veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas,
Es decir, a los “hebreos”, desde que le habló a
Abraham hasta aquellos días. A estos “hebreos,” ya les había antes hablado Dios,
por medio de los profetas, pero no le hicieron caso nunca y lo repudiaron
siempre. También les habló a estos Hebreos por
medio de Su Hijo, por eso precisamente dice que, El vino a lo suyo (posesiones), pero los suyos (gente) no le
recibieron.
A los mismos hombres de Judea (Hechos 2:14 Entonces Pedro, poniéndose en pie con los
once, alzó la voz y les habló diciendo: Varones judíos, y todos los que
habitáis en Jerusalén, esto os sea notorio, y oíd mis palabras.), a los varones israelitas (Hechos
2:22 Varones israelitas, oíd estas
palabras: Jesús nazareno, varón aprobado por Dios entre vosotros con las
maravillas, prodigios y señales que Dios hizo entre vosotros por medio de él,
como vosotros mismos sabéis;) y a toda la casa de Israel
(Hechos
2:36 Sepa, pues, ciertísimamente toda la
casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha
hecho Señor y Cristo.), les habló Jehová además por medio
de los que le oyeron, al Hijo de Dios
(Hebreos 2:3 ¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos
una salvación tan grande? La cual, habiendo sido anunciada primeramente por el
Señor, nos fue confirmada por los que oyeron,). Dios les habla
así en los Hechos por medio de Pedro, que había escuchado al Señor diciendo, y
luego el propio repitiendo: Arrepentíos…porque
la promesa es para vosotros, y para vuestros hijos, y para los que están lejos;
es decir, para la dispersión de los israelitas.
Todo el libro de los Hechos lo que registra son las
palabras de los que oyeron al Señor,
y sus palabras fueron dirigidas a los
hebreos de la casa de Israel, porque la profecía de Isaías 6:9, 10 no se
había cumplido todavía, y además, la nueva proclamación y oferta hecha por
Pedro, sobre el Reino, en Hechos 3:19-26, todavía no había sido totalmente
repudiada, y todavía la tenían entonces a
su alcance y a la mano.
Isaías
6:9-10 Y dijo: Anda, y dí a este pueblo:
Oíd bien, y no entendáis; ved por cierto, mas no comprendáis. (10)
Engruesa el corazón de este pueblo, y agrava sus oídos, y ciega sus
ojos, para que no vea con sus ojos, ni oiga con sus oídos, ni su corazón
entienda, ni se convierta, y haya para él sanidad.(D)
Hechos
3:19-26 Así que, arrepentíos y
convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la
presencia del Señor tiempos de refrigerio,
(20) y él envíe a Jesucristo, que
os fue antes anunciado; (21) a quien de cierto es necesario que el cielo
reciba hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas, de que habló
Dios por boca de sus santos profetas que han sido desde tiempo antiguo. (22)
Porque Moisés dijo a los padres: El Señor vuestro Dios os levantará
profeta de entre vuestros hermanos, como a mí; a él oiréis en todas las cosas
que os hable;(B) (23) y toda alma que no oiga a aquel profeta, será
desarraigada del pueblo.(C)
(24) Y todos los profetas desde
Samuel en adelante, cuantos han hablado, también han anunciado estos días. (25)
Vosotros sois los hijos de los profetas, y del pacto que Dios hizo con
nuestros padres, diciendo a Abraham: En tu simiente serán benditas todas las
familias de la tierra.(D)
(26) A vosotros primeramente,
Dios, habiendo levantado a su Hijo, lo envió para que os bendijese, a fin de
que cada uno se convierta de su maldad.
Cuando Isaías oyó por primera vez la solemne
profecía acerca de la ceguera judicial de
la nación, su primera pregunta fue: Señor,
¿durante cuánto tiempo? La respuesta a la pregunta que Isaías le hizo es
algo que deberíamos estudiar con detenimiento, en todos sus detalles, porque se
refiere a los tiempos y a las estaciones, y la misma pregunta
surge siempre también, en todos los que se hallan involucrados en esos tiempos
y estaciones.
Cuando el Señor estaba explicándoles a los apóstoles (Hechos
1:3 a quienes también, después de haber
padecido, se presentó vivo con muchas pruebas indubitables, apareciéndoseles
durante cuarenta días y hablándoles acerca del reino de Dios.) asuntos relativos al Reino de Dios, ellos le preguntaron
inmediatamente: Señor, ¿restaurarás el
Reino a Israel EN ESTE TIEMPO? (vers.6). Esta pregunta implica que debió
haberles estado contando asuntos del Reino, haciendo a Israel como parte de la
esfera más amplia de la soberanía de Dios denominada el Reino de Dios (vers.3).
Entonces el Señor les respondió diciendo: No os toca a vosotros saber los tiempos o
las sazones, que el Padre puso en su sola potestad; pero recibiréis poder (es
decir, poder desde lo alto. Lucas 24:49)
cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, Y ME SERÉIS TESTIGOS en
Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.
Los profetas tenían necesidad de este poder para ser
testigos y lo recibieron.
En y por medio de este poder, los que le oyeron confirmaron el testimonio que nos fue anunciado primeramente por el Señor (Hebreos
2:3 a nosotros (los Hebreos), testificando Dios juntamente con ellos, con
señales y prodigios y diversos milagros y repartimientos del Espíritu Santo (Hebreos
2:4).
La salvación
que era tan grande era la misma para la cual había sido especialmente llamado
Juan a fin de proclamarla. Fue el tema de su padre Zacarías cuando, lleno del pneumahagion (o poder de lo alto),
profetizó diciendo:
Bendito el Señor, Dios de Israel;
Que ha visitado y redimido a su
pueblo,
Y nos levantó un poderoso SALVADOR
En la casa de David su siervo (Lucas 1:68, 69).
El Mesías fue esta gran
salvación que había sido levantado de la simiente de David, y al mismo
tiempo la raíz y el linaje de David (Apocalipsis 22:16 Yo Jesús he enviado mi ángel para daros
testimonio de estas cosas en las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David,(L)
la estrella resplandeciente de la mañana.).
Y acerca de Juan el Bautista dijo Zacarías:
Y tú, niño, profeta del Altísimo,
Serás llamado;
Porque irás delante de la
presencia del Señor,
Para preparar sus caminos;
Para dar conocimiento de SALVACIÓN
a su pueblo,
Para perdón de sus pecados (Lucas 1:76, 77).
Dios ya había hablado acerca de esto por medio de
los antiguos profetas también, además ahora por medio de Juan el Bautista y de
Su Hijo. Habló y anunció a su pueblo Israel sobre todo esto desde hacía mucho
tiempo. Por eso a continuación surge naturalmente la pregunta: ¿Cómo escaparemos nosotros (los Hebreos) si
descuidamos una salvación tan grande que nos ha sido anunciada por Dios?
(Hebreos 2:3).
La pregunta se repite en Hebreos 10:28, 29:El que viola la ley de Moisés, por el
testimonio de dos o tres testigos muere irremisiblemente. ¿Cuánto mayor castigo
pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviese por inmunda la
sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de
gracia?
Esta solemne advertencia es bastante apropiada y en
línea con este sentido. Fue exactamente lo que dijo Pedro a toda la casa de Israel (Hechos 2:36),
porque con muchas otras palabras les
testificó y exhortó, diciendo: Salvaos de esta perversa generación, la
generación que era culpable de haber derramado la sangre de su Mesías y que,
por tanto, había despreciado su SALVACIÓN.
Una vez más nos fijamos en la advertencia que
aparece en Hebreos 12:25: Mirad que no
desechéis al que habla. Porque si no escaparon aquellos que desecharon al que
les amonestaba en la tierra, mucho menos nosotros, si desecháremos al que
amonesta desde los cielos.
Hemos dedicado bastante espacio a este tema, a fin
de que quede perfectamente claro que la Dispensación de los Hechos de los Apóstoles no es
la misma que la actual Dispensación del Misterio, en la cual el mismo Espíritu
de la Verdad
está guiándonos a las Escrituras de la verdad.
¿Cuántos creyentes habrá que se torturen con estos
pasajes que hemos citado, de Hebreos 10:28, 29; 12:25 por no interpretarlos
debidamente con el tiempo en que se
pronunciaron, y mismo alas personas a
las cuales fueron dirigidas? - En este sentido deberíamos añadir además Hebreos
6:1-8, donde se exhorta a esos creyentes a
dejar los rudimentos archê de las
palabras de Cristo y seguir a la
perfección, no echando otra vez el fundamento que había sido particular y
debidamente enseñado para aquellos tiempos, sino dejándolos atrás, en el lugar
que le correspondía y siguiendo adelante, por eso dice: olvidando ciertamente lo que
queda atrás y extendiéndome a lo que
está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús (Filip.3:13, 14).
Hebreos 6:1-8 Por tanto,
dejando ya los rudimentos de la doctrina de Cristo, vamos adelante a la
perfección; no echando otra vez el fundamento del arrepentimiento de obras
muertas, de la fe en Dios, (2) de la
doctrina de bautismos, de la imposición de manos, de la resurrección de los
muertos y del juicio eterno. (3) Y esto
haremos, si Dios en verdad lo permite. (4) Porque es
imposible que los que una vez fueron iluminados y gustaron del don celestial, y
fueron hechos partícipes del Espíritu Santo,
(5)
y asimismo gustaron de la buena palabra de Dios y los poderes del siglo
venidero, (6) y recayeron, sean otra vez renovados para
arrepentimiento, crucificando de nuevo para sí mismos al Hijo de Dios y
exponiéndole a vituperio. (7) Porque la
tierra que bebe la lluvia que muchas veces cae sobre ella, y produce hierba
provechosa a aquellos por los cuales es labrada, recibe bendición de Dios; (8) pero la que produce espinos y abrojos es
reprobada, está próxima a ser maldecida,(A)
y su fin es el ser quemada.
Filipenses
3:13-14 Hermanos, yo mismo no pretendo
haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda
atrás, y extendiéndome a lo que está delante,
(14) prosigo a la meta, al premio
del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.
El fundamento que había puesto al principio (porque
la palabra archêsignifica “al
comienzo,” y es la misma que en el
principio en Hebreos 6:1) no debemos dejarlo de lado ni abandonarlo, o de
lo contrario no podremos ver y comprender la diferencia que existe entre lo que el Señor pudo hablarles durante
su ministerio, y lo que no pudo decirles
porque aún no había llegado el momento en que podría revelárselas.
Aquellos asuntos pertenecientes al tiempo de la perfección no pudieron ser revelados hasta que no
acabase y sido eliminado lo que era en
parte, ni hasta que aquellos dones
espirituales pertenecientes a la Dispensación pasada hubiesen ya cesado y hubiesen sido aniquilados.
La pregunta que nos queda por responder podrá ser
fácilmente comprendida cuando sabemos que, la proclamación de PEDRO (Hechos
3:19-26) acerca del Rey dispuesto y preparado para aparecer y establecer el
Reino, había sido repudiado por el Israel que estaba entonces en el Territorio,
y además por los que se hallaban también en la dispersión en Roma, y así se
llegó a la crisis expuesta por Pablo en Hechos 28:17-28).
Alguna que otra vez, Pablo aborreció a los judíos y se fue con su
testimonio a los gentiles, los cuales habrían de recibir las bendiciones
juntamente con Israel, según la promesa original que le hizo Dios a Abraham (Génesis
12:3 Bendeciré a los que te bendijeren,
y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias
de la tierra.(B)); pero eso sucedió de manera
esporádica y con raridad, porque nunca pasaba mucho tiempo así, sino que
rápidamente se volvía para la sinagoga de
los judíos.
Pero en Hechos 28 fue hecha la declaración de manera
formal y final. La gran profecía de la Dispensación de Isaías 6 se estaba cumpliendo por
fin, y entonces, y nunca antes de que hubiera llegado ese momento se habría
podido decir:
A los gentiles es ENVIADA ESTA
SALVACIÓN DE DIOS, y ellos oirán. Y cuando hubo dicho esto los judíos se
fueron, teniendo gran discusión entre sí (Hechos 28:28, 29).
Hechos
28:28-29 Sabed, pues, que a los gentiles
es enviada esta salvación de Dios; y ellos oirán. (29) Y
cuando hubo dicho esto, los judíos se fueron, teniendo gran discusión entre sí.
Cuando hubo terminado la Dispensación de los Hechos, entonces llegó el
momento de que se cumpliese lo que el Señor había prometido en Juan 16:13. Y
ahora la pregunta que surge y aún nos queda es esta: ¿Cómo la ha cumplido ya el Espíritu de verdad? - Pues bien,
estamos viendo que NO se está cumpliéndose
,en la actualidad, por medio de directrices u organización humana alguna
que llaman para sí la verdad, basta
mirar cómo todas difieren tanto entre sí, ¡NO! Sino que Él Espíritu de verdad
nos ha guiado a todos, en la presente Dispensación, y lo ha cumplido en nosotros por medio de las Escrituras de la verdad. Lo Ha Hecho
haciendo conque la verdad quedase escrita,
así como las palabras que Dios habló por medio de los profetas y por Su Hijo
también quedaron escritas. La verdad
nos ha llegado a nosotros, NO oralmente ni transmitida por tradición, sino que
ha sido por escrito (por eso Pablo le
pide a Timoteo entre sus últimas palabras que le lleve los pergaminos 2ª Tim.4:13). El Misterio fue dado a conocer por los
escritos proféticos (Romanos
16:26 pero que ha sido manifestado
ahora, y que por las Escrituras de los profetas, según el mandamiento del Dios
eterno, se ha dado a conocer a todas las gentes para que obedezcan a la fe,). El Espíritu de verdad movió a los hombres de Dios a que hablasen y
dejasen constancia en sus escritos
proféticos (2 Pedro 1:20
entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de
interpretación privada,), donde las palabras son las mismas que en Romanos 16:26).
Estos escritos dados por el
Espíritu de verdad, están cumplidos y completos. No es necesario añadirles
nada. Por tanto, todo lo que se nos presente que haya sido añadido posteriormente ¡lo debemos con asco repudiar de inmediato!
¡Sin pensarlo dos veces! Debemos acusarlo de anatema (Gálatas 1:8 Mas
si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente
del que os hemos anunciado, sea anatema.), tanto si se
trata de Joe Smith, Swedenborg, El
Pergamino Volante o un cristiano que haya sido engañado por espíritus
malignos, usando una tabla de escritura mesmérica o la escritura automática. Cualquier uno de ellos es anatema y está lleno de enseñanzas
satánicas. No debemos contaminarnos con nada de eso, pues es un peligro mortal
que pende sobre los que son débiles en la
fe, y nuestra correspondencia nos dice que existen muchos casos de estos.
Ahora bien, tenemos TODO lo que el Espíritu de verdad ha dejado escrito para nosotros en las Escrituras de
la verdad. Y es allí donde tenemos que procurar nuestra verdad especial, las cosas de Cristo, aquellos
asuntos que Él no pudo relatar mientras andaba por la tierra, pero que nos ha
revelado a nosotros conforme a Su promesa desde el cielo.
27 – DIOS HABLA POR MEDIO DE PABLO
EL PRISIONERO DE JESUCRISTO
Por tanto no te avergüences de dar testimonio de
nuestro Señor, ni de mí, preso suyo (2ª Timoteo 1:8).
ESTAS palabras nos hacen pensar en algunas preguntas
finales acerca de cómo, dónde y cuándo cumplió Cristo su promesa, que
encontramos expuesta en Juan 16:12-15.
Juan
16:12-15 Aún tengo muchas cosas que
deciros, pero ahora no las podéis sobrellevar.
13 Pero cuando venga el Espíritu
de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia
cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que
habrán de venir. 14 El me glorificará; porque tomará de lo mío, y
os lo hará saber. 15 Todo lo que tiene el Padre es mío; por eso
dije que tomará de lo mío, y os lo hará saber.
Hemos visto que el Espíritu de la verdad ha dejado escritas, para nuestro
conocimiento, esas Escrituras de verdad.
Así que no nos vemos obligados a, ni tenemos por qué, seguir los pensamientos y
los razonamientos del hombre, ni de la tradición
de los padres para conocerlas, pues se nos ha hecho libres del hombre, ya
sea del antiguo como del actual. En Cristo, hemos llegado a una esfera espiritual en la cual no hay
lugar para el hombre, donde no tiene ninguna autoridad, donde no se escucha
para nada su voz, excepción sea hecha,
claro está, a cuando nos pueda ayudar a comprender mejor lo que Dios haya hablado.
Hemos llegado a una nueva Dispensación, donde las
cosas viejas pasaron y todas son hechas
nuevas, y donde todas esas cosas nuevas, después de haber anulado las
viejas, son pertenencia de Dios solo, y no de los hombres. Por eso, y así, nos
ha llegado lo que es perfecto. Aquí,
en lo perfecto, ya se acabó lo que
era en parte, así que ya no hay lugar
para las señales, ni para las maravillas ni los milagros, ni las
manifestaciones y diversos repartimientos de dones por el Espíritu Santo. Tanto
el don como la manifestación de profecía, las dos fueron aniquiladas, como ya
hemos dicho y se expone en 1ª Corintios 13:8, y del cual damos ahora una
traducción expandida:
Ha cesado el don de lenguas.
El conocimiento (gnosis) de
los misterios ya no ocupa lugar, se vaciaron (1ª Cor.13:8 referente a
versículos 2 y 14:2)
Todo lo que era parcial e
incompleto ha sido ya suprimido.
1
Corintios 13:8 El amor nunca deja de
ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia
acabará.
1
Corintios 13:2 Y si tuviese profecía, y
entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal
manera que trasladase los montes,(A) y no tengo amor, nada soy.
1
Corintios 14:2 Porque el que habla en
lenguas no habla a los hombres, sino a Dios; pues nadie le entiende, aunque por
el Espíritu habla misterios.
Todas estas cosas ocuparon su lugar debido y
cumplieron su labor en la
Dispensación a la cual pertenecían. Era algo que los hombres
debían procurar, usar y controlar, pero ahora estamos en una Dispensación en la
cual todo es diferente, donde todo es perfecto; la palabra perfecto quiere decir que hemos llegado al final, al telos, o a la última Dispensación. Los
griegos colocaban esta palabra telos al
final de sus libros, y en latín era Finis,
y nosotros escribimos Fín. Después de
verla escrita, volvemos la página, y ya no hallamos nada más escrito.
Pues lo mismo sucede con esta Dispensación, en la cual el Espíritu de verdad ha revelado todas Sus
cosas en Cristo. Por eso es por lo que ha
llegado lo que es perfecto, pues no es posible ir más allá de Cristo.
Tenemos una conciencia perfecta,
porque le tenemos a Su Sacrificio, como el sacrificio
perfecto (Hebreos 1:2 en
estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de
todo, y por quien asimismo hizo el universo;).
Hemos llegado al final de todos los
objetivos para el corazón. Se acabaron y se han dejado de parte; pues ahora tenemos a Cristo, y nuestro
objetivo y deseo puesto de lo alto consiste ahora en conocerle.
En lugar de esforzarnos por alcanzar la perfección, sabemos que ya somos
perfectos en Cristo Jesús (Colosenses 1:28 a quien anunciamos, amonestando a todo
hombre, y enseñando a todo hombre en toda sabiduría, a fin de presentar
perfecto en Cristo Jesús a todo hombre;), y somos plenamente conscientes de
que nunca podremos alcanzar dicha perfección
en la carne (Gálatas 3:3
¿Tan necios sois? ¿Habiendo comenzado por el Espíritu, ahora vais a
acabar por la carne?). En lugar de esforzarnos en ser dignos ante la presencia de Dios, lo
que hacemos es darle gracias al Padre
porque ya nos haya hecho del todo así en Cristo, y nos ha hecho aceptes
en Su obra perfecta en Cristo Jesús, la obra perfecta para que pudiéramos entrar en la luz de Su herencia (Colosenses 1:12 con gozo dando gracias al Padre que nos hizo
aptos para participar de la herencia de los santos en luz;). Así, pues, ya no tenemos necesidad de participar en una
controversia interminable acerca de las ordenanzas,
ni nada por el estilo, porque sabemos que nosotros estamos completos en Él, y sabemos bien que, nada hecho con manos humanas,
podría añadirle ni una jota ni una tilde a lo
que ya está completo y es perfecto en Cristo (Colosenses 2:10-20).
Colosenses
2:10-20 y vosotros estáis completos en
él, que es la cabeza de todo principado y potestad. 11 En
él también fuisteis circuncidados con circuncisión no hecha a mano, al echar de
vosotros el cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisión de Cristo; 12
sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también
resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los
muertos.(A) 13 Y a vosotros, estando muertos en pecados y en
la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él,(B)
perdonándoos todos los pecados, 14 anulando el acta de los decretos que había
contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en
la cruz,(C) 15 y despojando a los principados y a las
potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz. 16 Por
tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta,
luna nueva o días de reposo,(D)
17 todo lo cual es sombra de lo
que ha de venir; pero el cuerpo es de Cristo.
18 Nadie os prive de vuestro
premio, afectando humildad y culto a los ángeles, entremetiéndose en lo que no
ha visto, vanamente hinchado por su propia mente carnal, 19 y
no asiéndose de la Cabeza ,
en virtud de quien todo el cuerpo, nutriéndose y uniéndose por las coyunturas y
ligamentos, crece con el crecimiento que da Dios.(E) 20
Pues si habéis muerto con Cristo en cuanto a los rudimentos del mundo,
¿por qué, como si vivieseis en el mundo, os sometéis a preceptos
Todas estas que se nos dan a ver fueron las cosas de Cristo, los
asuntos que el Espíritu de verdad iría
a mostrar (Juan
16:15 Todo lo que tiene el Padre es mío;
por eso dije que tomará de lo mío, y os lo hará saber. ). Éstas son las cosas venideras
que Él iba a revelar, después,
cuando las pudiesen digerir y se cumpliesen las profecías; por eso no se habían
cumplido en la
Dispensación del Hijo del Hombre, ni en la de los Hechos de
los Apóstoles, pero, gracias a Dios, nuestra suerte ha sido echada en un día
cuando lo que es perfecto se ha
cumplido.
Ahora bien,
¿cómo y dónde se nos muestran? ¿Dónde hemos de verlas?
Estas preguntas han sido todas contestadas, en
parte, en las Escrituras que hemos citado encima. Todas las respuestas se
hallan en estas Epístolas, escritas desde la cárcel en Roma, de mano del
apóstol Pablo, prisionero de Jesucristo por nuestra causa y favor, para los que
somos del número de estos gentiles a los cuales les han llegado estas buenas nuevas de SALVACIÓN de Dios,
después de haber sido formalmente
rechazada por Israel (Hechos 28:17-28).
Hechos
28:17-28 Aconteció que tres días
después, Pablo convocó a los principales de los judíos, a los cuales, luego que
estuvieron reunidos, les dijo: Yo, varones hermanos, no habiendo hecho nada
contra el pueblo, ni contra las costumbres de nuestros padres, he sido
entregado preso desde Jerusalén en manos de los romanos; 18 los
cuales, habiéndome examinado, me querían soltar, por no haber en mí ninguna
causa de muerte. 19 Pero oponiéndose los judíos, me vi obligado a
apelar a César;(A) no porque tenga de qué acusar a mi nación. 20 Así
que por esta causa os he llamado para veros y hablaros; porque por la esperanza
de Israel estoy sujeto con esta cadena.
21 Entonces ellos le dijeron:
Nosotros ni hemos recibido de Judea cartas acerca de ti, ni ha venido alguno de
los hermanos que haya denunciado o hablado algún mal de ti. 22
Pero querríamos oír de ti lo que piensas; porque de esta secta nos es
notorio que en todas partes se habla contra ella. 23 Y
habiéndole señalado un día, vinieron a él muchos a la posada, a los cuales les
declaraba y les testificaba el reino de Dios desde la mañana hasta la tarde,
persuadiéndoles acerca de Jesús, tanto por la ley de Moisés como por los
profetas. 24 Y algunos asentían a lo que se decía, pero
otros no creían. 25 Y como no estuviesen de acuerdo entre sí, al
retirarse, les dijo Pablo esta palabra: Bien habló el Espíritu Santo por medio
del profeta Isaías a nuestros padres, diciendo:
26 Vé a este pueblo, y diles:
De oído oiréis, y no entenderéis;
Y viendo veréis, y no percibiréis; 27 Porque
el corazón de este pueblo se ha engrosado,
Y con los oídos oyeron pesadamente,
Y sus ojos han cerrado,
Para que no vean con los ojos,
Y oigan con los oídos,
Y entiendan de corazón,
Y se conviertan,
Y yo los sane.(B) 28
Sabed, pues, que a los gentiles es enviada esta salvación de Dios; y
ellos oirán.
Estas Epístolas (Efesios, Filipenses, Colosenses y
2ª Timoteo) pertenecen, de manera especial, a la presente Dispensación del
Misterio. Aquí se expone toda la verdad.
Nada de lo que vemos aquí se encuentra antes, ni en los Cuatro Evangelios ni en
el libro de Hechos se habla de esta manera ni de estas cosas. El mismo Señor
que dijo que no habría de declararlas en aquel entonces, es quien las reveló,
en cambio, y las descubrió mostrándolas en estas Epístolas.
Han sido reveladas, no ya por los profetas del
Antiguo Testamento, ni por el Hijo, ni por los que le oyeron, confirmando sus
palabras las maravillas y señales, sino reveladas por el Espíritu de Verdad y por medio del instrumento especial del cual se
valió Dios para este propósito, es decir, de Pablo, el prisionero de Jesucristo, al cual por medio de revelación le
ha dado Dios a conocer: el Secreto y la Dispensación de la gracia de Dios en nuestro favor
(Efesios 3:2, 3).
Efesios
3:2-3 si es que habéis oído de la
administración de la gracia de Dios que me fue dada para con vosotros; 3 que
por revelación me fue declarado el misterio, como antes lo he escrito
brevemente,
A él, y a unos cuantos profetas del Nuevo Testamento (unos cuantos
hombres más, como él, escogidos con este
propósito (1) (estos fueron nombrados después de su ascensión,
vers.8) ha revelado el Espíritu
de verdad estas cosas de Cristo,
y por medio de él han quedado escritas para nuestra enseñanza. Es posible que
el apóstol ya estuviese al corriente de este
secreto con anterioridad, antes de haberlo puesto
por escrito; y también es muy probable que se lo haya mencionado en secreto (1ª Corintios 2:7, gr.musteriô) (1 Corintios
2:7 Mas hablamos sabiduría de Dios en
misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios predestinó antes de los siglos para
nuestra gloria,) a los iniciados (porque ese es el significado de la palabra perfecto en 1ª Corintios 2:6), (1
Corintios 2:6 Sin embargo, hablamos
sabiduría entre los que han alcanzado madurez; y sabiduría, no de este siglo,
ni de los príncipes de este siglo, que perecen.)
pero es más que cierto que, por escrito, ni lo pudo poner ni lo puso entonces
formalmente, y tampoco se lo podría haber dado a conocer a los gentiles, para
que lo obedeciesen por medio de la fe (Romanos 16:26; 1ª Timoteo 3:16).
Romanos
16:26 pero que ha sido manifestado
ahora, y que por las Escrituras de los profetas, según el mandamiento del Dios
eterno, se ha dado a conocer a todas las gentes para que obedezcan a la fe,
1
Timoteo 3:16 E indiscutiblemente, grande
es el misterio de la piedad:
Dios fue manifestado en carne,
Justificado en el Espíritu,
Visto de los ángeles,
Predicado a los gentiles,
Creído en el mundo,
Recibido arriba en gloria.
Es de creer que transmitiese este “ministerio” a
Timoteo, su propio hijo en la fe. Porque da a entender que le causó graves
problemas de parte de aquellos que no
recibieron el Secreto que a él le había sido revelado, y dada también la
comisión de dárselo a conocer. Por eso le advierte a Timoteo que no se avergüence, ni que tenga temor de hombre alguno en este
sentido, porque, dice, no me avergüenzo
(2ª Timoteo 1:12).
2
Timoteo 1:12 Por lo cual asimismo
padezco esto; pero no me avergüenzo, porque yo sé a quién he creído, y estoy
seguro que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día.
Pablo dice, en este contexto, de manera categórica,
que ha sido nombrado heraldo, apóstol,
y maestro (vers.11), y vuelve a
repetir claramente que fue por lo cual
así mismo padezco por esto (vers.12); pero la afirmación más importante se
halla en el vers.8, donde pone su testimonio al mismo nivel que el del Señor, y
le dice, así que no te avergüences de dar
testimonio de nuestro Señor.
2
Timoteo 1:11 del cual yo fui constituido
predicador, apóstol y maestro de los gentiles.(C)12 Por lo cual asimismo padezco esto; pero no me
avergüenzo, porque yo sé a quién he creído, y estoy seguro que es poderoso para
guardar mi depósito para aquel día.
2
Timoteo 1:8 Por tanto, no te avergüences
de dar testimonio de nuestro Señor, ni de mí, preso suyo, sino participa de las
aflicciones por el evangelio según el poder de Dios,
NI DE MÍ, SU PRISIONERO.
Esto solo pudo decirlo el apóstol porque el mismo
Dios que había hablado por el Hijo, también del mismo modo le habló a él: por
medio del Espíritu de verdad. El
testimonio de ambos tenía la misma procedencia divina e igual peso. Igual que
Cristo pudo decir: Mi doctrina no es mía,
sino de Aquel que me envió (Juan 7:16), de la misma forma Pablo pudo decir
exactamente lo mismo.
Es este hecho es el que le da, a las Epístolas
Paulinas, su gran importancia, y aquellos que se niegan a reconocer la Dispensación del
Misterio, se toman estas Epístolas a la ligera. Esta es la razón por la cual el
enemigo odie esta verdad tan
especialmente, porque es el fundamento del
evangelio (o buenas nuevas) de la
gloria de Cristo Esta enemistad suya ha quedado claramente demostrada en el
reciente movimiento religioso de nuestros
días, que se esfuerza por exaltar lo que llama las enseñanzas de Jesús, excluyendo todo lo demás. Escogen a su
capricho lo que quieran sacar (fuera del contexto) y lo que quieren dejar de
lado, por el mismo motivo que los judíos quisieron apedrear a Jesús y muchos de
sus discípulos le abandonaron.
¡No!, eso no pasa de ser una argucia más, que
utiliza Satanás, para restarle importancia a lo que ha sido designado como el evangelio o enseñanza de Pablo. Los
religiosos actuales pretenden aceptar
lo que habló Dios por medio de Su Hijo, pero se niegan al mismo tiempo a aceptar igualmente lo que dijo Pablo.
Por lo tanto, este versículo (2ª Timoteo 1:8) es de suma importancia para
ayudarnos a distinguir las diferentes Dispensaciones.
Fijémonos en que estas llamadas Epístolas Pastorales deben aceptarse
como algo que cubre ambas Dispensaciones. Durante la de los Hechos había
asambleas que se reunían en diferentes lugares, y se dio una enseñanza en
cuanto a sus obligaciones y servicios (y los ministros, en lo que se refiere a
su carácter, preparación y obligaciones). Nadie podría adivinar cómo se hubiese
desarrollado todo aquello, de haber sido aceptado el testimonio de los que oyeron
al Señor y si hubiesen prestado atención al testimonio milagroso del Espíritu
Santo con ellos. Lo que tenemos que hacer ahora es notar que, de la misma
manera que los judíos rechazaron el testimonio del Espíritu Santo en cuanto al
llamamiento de Pedro, también los gentiles que eran creyentes repudiaron el
testimonio de Pablo en cuanto al Misterio.
Durante su vida y antes de morirse el apóstol, la más espiritual de
las asambleas (Éfeso) ya se había
apartado de él, y de su enseñanza (2 Timoteo 1:15 Ya sabes esto, que me abandonaron todos los
que están en Asia, de los cuales son Figelo y Hermógenes.). Siempre hubo
personas que nos dijeron que era preciso volver al tercer siglo para encontrarnos al Cristianismo todavía en su estado
puro. Pero como vemos, ni tan siquiera al primer siglo podemos volvernos
procurándolo, ¡tal es la pendiente gradual en la que ha caído desde su
comienzo! ¡No! Nuestra respuesta es que no
podemos regresar, ni a su principio, porque la misma asamblea (Éfeso) que
recibió de Pablo su más largo periodo de ministerio (de tres años de duración) de manera que todos los que habitaban en
Asia…oyeron la palabra del Señor Jesús (Hechos 19:10 Así continuó por espacio de dos años, de
manera que todos los que habitaban en Asia, judíos y griegos, oyeron la palabra
del Señor Jesús.), fue la primera que le dio la espalda al apóstol y a su enseñanza
(Apoc.2:1-7).
Apocalipsis
2:1-7 Escribe al ángel de la iglesia en
Efeso: El que tiene las siete estrellas en su diestra, el que anda en medio de
los siete candeleros de oro, dice esto:
2 Yo conozco tus obras, y tu
arduo trabajo y paciencia; y que no puedes soportar a los malos, y has probado
a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado
mentirosos; 3 y has sufrido, y has tenido paciencia, y has
trabajado arduamente por amor de mi nombre, y no has desmayado. 4 Pero
tengo contra ti, que has dejado tu primer amor.
5 Recuerda, por tanto, de dónde
has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto
a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido. 6 Pero
tienes esto, que aborreces las obras de los nicolaítas, las cuales yo también
aborrezco. 7 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu
dice a las iglesias. Al que venciere, le daré a comer del árbol de la vida,(A)
el cual está en medio del paraíso de Dios.
No es de sorprender, por tanto, que en 2ª Timoteo é1
hable acerca de su sufrimiento y las
aflicciones del evangelio, y de la gracia que le eliminó el temor al
apóstol de todas estas cosas, y que le impidió avergonzarse de su obra como obrero de Dios (2ª Tim.2:15).
2
Timoteo 2:15 Procura con diligencia
presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que
usa bien la palabra de verdad.
Todo esto nos enseña lo importante que es
interpretar debidamente la
Palabra de verdad, que nos ha sido dada por el Espíritu de verdad, y a menos que
obedezcamos al precepto, no veremos la verdad que nos quiere enseñar. No
debemos tomar las Epístolas que fueron escritas durante la Dispensación de los
Hechos de los Apóstoles (1ª y 2ª Tesalonicenses, 1ª y 2ª Corintios, Gálatas y
Romanos) y leerlas como si hubiesen sido escritas en esta Dispensación actual,
por lo menos, no en cuanto a lo que se refiera a las leyes y ordenanzas, en las cuales los judíos y gentiles se
consideran de manera diferente.
En la presente Dispensación del Misterio la muralla
que nos separaba ha sido derrumbada y quitada de en medio, y tanto los judíos
como los gentiles son ahora uno en Cristo
Jesús. Es cierto que la
Epístola a los Romanos fue escrita antes de los sucesos que
acontecieron en Hechos 28, al final de aquella Dispensación; por lo tanto, es
por eso que encontramos en ella los fundamentos de las doctrinas del Misterio
claramente definidos, mientras que en sus versículos finales se nos introduce,
directamente, a las Epístolas en las cuales la revelación ha quedado expuesta
con todo detalle y claridad por medio del Espíritu
de verdad.
Si no podemos leer las Epístolas de la Dispensación de los
Hechos como si fuesen para hoy, es decir, si no podemos encuadrarla en la Dispensación del
Misterio, tampoco podemos leer las Epístolas desde la cárcel como si hubiesen
sido escrita para una antigua Dispensación, ni para la de Hechos, ni para
cualquier otra Dispensación. Al menos, no es posible hacerlo sin que se
produzca una descomunal confusión. Y así seremos como aquellos que están siempre aprendiendo pero nunca
llegan a alcanzar un conocimiento de la
verdad. Así seremos presa fácil de cualquier viento de doctrina que aparezca; o nos dejaremos arrastrar por
cualquier nuevo ardil que nos aleje de la verdad. Quedaremos sumidos en una
perpetua controversia en cuanto los asuntos de la Iglesia , de sus ordenanzas
y de lo que digan sus hombres; les daremos oídos a todas sus enseñanzas,
siempre tan sumamente contradictorias.
Pero por otro lado, si tenemos claros los grandes
fundamentos de la verdad y las enseñanzas dispensacionales, nuestros pies
estarán asentados sobre roca firme y nos sentiremos a salvo y confiados, sin
dejarnos mover fácilmente por los cambios que acontezcan a nuestro alrededor.
Como es lógico, tendremos que sufrir, como le sucedió a Pablo, y bien conocemos
ya algunas de las aflicciones del
evangelio, pero al igual que él, no nos sentiremos avergonzados, porque conoceremos a Aquel en el cual hemos creído, y
nos sentiremos seguros de que Él es más que poderoso para guardar bien el
bendito depósito que nos ha
encomendado a nuestra fe.
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