Yeshua cumple con las Fiestas de Primavera

El amor de las ovejitas perdidas

 

Acabo de recibir una "amorosa" carta de una hermana mía a la cual yo mucho aprecio y que, con total franqueza y honestidad, en ella nos recomienda a mirar a las personas como lo hacía Jesucristo cuando andaba en esta tierra. Esta exhortación sería correcta si es que en ella nos expusiera la manera cierta y verdadera cómo Jesús veía a las personas que tenía a su alrededor, pero el problema es que esta hermana, contaminada por la religión de los hombres, nos da una idea tremendamente opuesta a lo que nos dice la Escritura, y mucho más peligroso que una mentira resulta ser una "media verdad", como el documento que nos envía esta hermana nos expone con total franqueza y honestidad.

En ella se nos dice que Jesucristo no veía a las personas como pecadores, y dice que así lo hacían los Escribas y Fariseos, y, para exponer el tema, nos presenta el caso de la "mujer sorprendida en adulterio", con la cual los Fariseos trataban de probar a Jesús y acusarle en alguna palabra que saliera falsa de Su boca. Esta hermana muestra nos dice que Jesucristo no miró a esta mujer como una pecadora, y que nosotros, como Él, deberíamos mirar a los demás como a "ovejitas perdidas" y muy amadas por nuestro Dios. Pero, será verdad? Será que Jesús fue así que veía a los hombres y las mujeres? Pues bien, no solo eso no es cierto sino que, además, es absolutamente lo contrario!

Fijaros bien: Cuando el joven rico y se le acercó y queriendo ganarse su favor le dijo: Maestro Bueno.... decidme y dime tú hermana mía, qué fue lo que el Maestro le respondió? Que por qué le llamaba bueno? y que  NINGUNO HABÍA BUENO SINO SOLO DIOS! 

Además, cuántas veces tuvo que reprender a Sus propios discípulos por su gran incredulidad? a pesar de haber visto las grandes señales que hacía, ni tan siquiera así aprendían. A Sus hermanos según la carne y nacidos de María y José, que tampoco en Él creían que fuera el Hijo de Dios, los denomina de "mundanos", no de "ovejitas perdidas". A Pedro le imputó el epíteto de Satanás! Y a la propia mujer sorprendida en adulterio la despide diciendo Mira, NO PEQUES MÁS!  Cómo dice esta que Jesús no miraba la gran depravación que inunda al ser humano de los pies a la cabeza?!

Si eso hubiese sido cierto, jamás le hubiera dicho a Nicodemo que TODOS TENEMOS QUE NACER DE NUEVO! Pues, bastaba solo con considerarse una ovejita perdida, para que Dios nos recogiera en Su redil. 

No, y mil veces no! Jesucristo no vino para "amar" de esa manera a los hombres y mujeres, como nos tratan de hacer creer los "cristianos", sino que vino al mundo para CONVENCERLO DE SU PECADO,  de su nudez, de su irremediable condena si es que no aceptan la Salvación de Dios, el Señor Jesucristo.

El hombre es un ser arruinado y en todas las potencias del alma se halla en falta delante de Dios, y esconder de él esa condena es quitarle la oportunidad de, reconociéndolo, aceptar entonces el Camino que Dios le tiende delante. Dios nos asegura, a pesar de todos estos comentarios tan bien aceptes tipo Face Book, que todos los hombres y mujeres están MUERTOS EN DELITOS Y PECADOS, y que por naturaleza están todos destituidos de la gloria de Dios. Que no hay justo, ni aun uno siquiera, que todos se desviaron....La Biblia entera está repleta de acusaciones y de avisos en cuanto a la condena de los hombres y mujeres, y dice Dios que el hombre y la mujer, no se acerca a Sus Escrituras, para no ser reprendido por Él. Por eso precisamente es que estas enseñanzas rebosantes de una "aparente piedad" son tan difundidas y bien recibidas por las personas en general, pero son peligrosísimas en cuanto a la salvación se refiere. 

Tengamos claro una cosa, y es que Dios es cierto que ama con un incompresible amor a los PECADORES CONVICTOS,  pero detesta con toda Su fuerza a los PECADORES FINGIDOS!  A qué grupo perteneces tú? En cuanto a mí, bien le doy gracias a Dios a diario, no solo habiendome demostrado mi completa natura pecadora y caída, sino porque, además, aún siendo yo tan pecador perdido, Él enviase a Su Hijo a salvarme, lo cual sucedió, no cuando me dejé llevar por este tipo de enseñanzas peligrosísimas, sino cuando por fin acepté Su consideración hacia mi persona y hacia las personas todas que vienen a este mundo con una natura perdida. Y por qué? pues porque solo entonces pude evitar toda confianza en la carne, en la mía y en la de cualquier persona, y me puse desde entonces solo en Sus poderosísimos brazos para salvarme. 

Estas enseñanzas modorras y y anestesiantes son muy peligrosas, y una gran señal de los tiempos en que vivimos, en los cuales se ensalza la gloria de los hombres y mujeres, a pesar de ser tan perdidamente pecadores. Dios dice de ti y de mí que nada tenemos de bueno, Cuál puede ser mi "amor" hacia mi prójimo si le digo que Dios le ama sin denunciarle su falta y su pecado en su sangre? Por supuesto ninguno! No es más que la teología del "amor humano", aquel con el cual nos engaña Satanás a toda hora. Por eso es bueno confrontar todas estas enseñanzas modorras con lo que se halla Escrito. 

No solo Jesucristo tiene este parecer de los mortales humanos, sino Job, el Salmista, Juan el Bautista y, sobre todo, el Apóstol Pablo, quien por inspiración divina escribió que la ira de Dios viene debido a que los hombres y mujeres aceptaron antes las injusticias y amaron más la mentira, y que por eso Él les envía un poder engañoso, del cual estas cartas "con una aparente piedad"...hacen parte! 

JUAN LUIS MOLINA