“El Milenio”

“SION   EL VENCEDOR   Y EL MILENIO”

NOTA DEL TRADUCTOR

 

No hay un solo día en el cual el Espíritu nos deje de enseñar la gloriosa esperanza que nos aguarda en el Llamamiento Supremo desde el aire; y si bien, al menos de momento, no haya visto nada escrito acerca de lo que haremos ni adónde nos iremos con Cristo mientras aquí en la tierra comience la Administración venidera,lo que si es cierto es que hacemos parte de aquellos "millares de santos" que con Él descenderán en medio de la Gran Tribulación, al fin de la última semana de Daniel, que estarán padeciendo los santos de la tierra. La Segunda Venida comprende todo un periodo que comienza inmediatamente a seguir a nuestro Rapto y acaba en el descenso del Hijo del hombre posando Su pie sobre el Monte Sion con sus millares de santos. Este es el periodo denominado El día del Señor en las Escrituras. A seguir a este terrible periodo, el cual Dios acortará para que pueda salvar el remanente de Israel y aquella gran multitud como la arena del mar que se arrepienta en ese tiempo, entraremos inmediatamente en aquel reino desconocido hoy en las iglesias(y mucho menos predicado)denominadodel Milenio. Este reino es el periodo conocido en las Escrituras como el día de Cristo, y como casi siempre me sucede ahora, el Espíritu me ha vuelto a quemar en Su fuego un montón enorme de convicciones que poblaban mis pensamientos acerca de este reino aquí sobre la tierra. Espero que aquellos que le den la importancia que el Espíritu Santo le da a Sus profecías, y no las menosprecien, encuentren aquí un rasgo de la tal bendita esperanza que nos aguarda, y que en el deseo de verla en concreción, se recree con los pormenores que nos han sido dejados por escrito en la Palabra de Dios. Exhorto, como en el estudio que envío a seguir se pide, que dejemos de lado cualquier preconcepto recibido de boca de los hombres, y que con el espíritu de Berea estemos dispuestos a escudriñar las Escrituras para ver si es que TODO esto sea así, como se expone.

Realmente, no es que vaya a responder este estudio todas las preguntas que tengamos, pero lo que sin duda hará es despertar en cada hijo de Dios la necesidad tan apremiante que tiene de "desaprender", para que pueda el Espíritu Santo enseñarle todas Sus cosas de nuevo.

 

En cuanto a mí, ya hace tiempo, desde que me aseguro el Espíritu que es solo Dios en Cristo Quien está irguiendo a Su verdadera Iglesia, que no pongo mis ojos en el tan afamado "Ministerio de Reconciliación" que tanto predican las iglesias y en el cual están involucrados. Ese tal "Ministerio" ya se llevó a cabo por el Hijo y por los que le oyeron, y ahora en cambio, cuando a todas las Naciones Gentiles ha llegado ya el anuncio de Jesucristo, a los que está llamando Dios individualmente para ligarse solo a Su Cabeza, les está pidiendo que retengan la Palabra Profética Más Segura, a la cual haremos bien en estar atentos como una antorcha en un lugar obscuro hasta que el Lucero de la Mañana nazca en nuestros corazones.

 

Dejemos, pues, la tal expansión de Cristo por la tierra que tanto pregona la Iglesia, y comprobemos lo que verdaderamente está sucediendo en la tierra en este momento, y lo que le espera para breve. Pues, por mucho que se afane la apóstata iglesia de estos últimos días, el mundo y la tierra se corrompe y va de mal a peor, tal como se dijo en la profecía que sucedería. Así que es hora de sentarnos a la diestra del Padre con Cristo, donde está nuestra vida, y ver que de la tierra y del mundo no sucederá otra cosa, sino TODO lo que sobre ella nuestro Padre ha dejado por escrito. Este es el Gran Secreto revelado.

 

Juan Luis Molina

 

 

 

 

SION,

EL VENCEDOR,

Y el

MILENIO

 

CHARLES H. WELCH

Trad. Juan Luis Molina 

 

First Published 1956

Reset and Reprinted 1989

Reprinted 1997

Ó THE BEREAN PUBLISHING TRUST

52A Wilson Street, LONDON EC2A 2ER

ISBN 0 85156 132 2

 

PRÓLOGO

 

2a Timoteo 2:14-26 nos pone delante por escrito los siguientes de alguna forma provocativos artículos.

1º Contender, y contender acerca de palabras que no aprovechen, está prohibido (vers. 14, 24)

2º La única aprobación que debemos procurar es la de Dios (vers.15)

3º Dislocar una verdad, puede carcomer como una gangrena (vers.17, 18)

4º Aunque no tengamos temores concernientes a la “firmeza del fundamento”, tenemos la responsabilidad de “alejarnos de la iniquidad” (vers.19)

5º No tenemos que intentar “limpiar” a otros siervos de Dios, pero si queremos “estar dispuestos a ser útiles para el Señor” debemos “limpiarnos nosotros mismos” de cualquier complicidad con conocimiento de error (vers.21)

6º Exhortaciones tales como “evitar” “huir”, “desechar”, “escapar”, no pueden ser ignoradas (vers.16, 19, 22, 23).

7º  Todo esto al final nos lleva a “SI QUIZÁ DIOS”. Aquí solo nos paramos, y solamente Dios es Quien, si le place,  nos llevará adelante (vers.25, 26).

8º La terrible alternativa a todo esto comienza en 2ª Timoteo 3:7.

 

 

SION

EL VENCEDOR

Y EL MILENIO

 

El Milenio

Sin duda alguna que casi todos habremos oído la historia de la pequeña niña que se recreaba repitiendo con gozo la bendita palabra “MESOPOTAMIA”, y la hemos escuchado con una indulgente sonrisa. Sin embargo parece que todos se queden además así seducidos por la palabra MILENIO, debido a que nunca se encuentra un término tal en la Escritura. La palabra ha sobrepasado los confines de la exegesis Escritural, para el mundo externo, así que un Miembro del Parlamento ha podido llegar a desmentir una sugestión como “¡pensando que podemos causar el Milenio!”

“Todas las ingenierías comienzan sobre los planos diseñados”. Un momento de reflexión nos demostrará cuan lógica a venga ser realmente esta observación. Si los expositores de las Escrituras tuviesen en cuenta solamente el plano general de la Profecía delante de ellos, y viesen claramente cuán lejos han caído en el error con sus propias teorías, ¡qué cantidad de obstáculos tan enorme, falsos entendidos y falsas enseñanzas, habrían sido puestas de lado! El lector comprenderá que este principio se pone delante de nuestro pensamiento con el intento, en este análisis, de juntar todas las piezas del complejo tema o sujeto de la Profecía. Por ejemplo, hemos sido atraídos al principio por la enseñanza conocida como “El Reino Pre-Milenario”, pero antes de comprometernos a aceptarla, hemos tomado el Diseño Planeado, es decir, hemos escudriñado el cuadro general del dominio Gentil en Daniel 2. Y ahora desafiamos a cualquiera a encontrar un hueco siquiera para el tal reino imaginado por estos comentadores en los vers.44, 45, y por tanto, a pesar de los clamores de amistad y sincera admiración que hayan surgido, esa tal agradable visión tiene que ser dejada de lado. Esperamos que cada uno de nuestros lectores haga lo mismo con cada sugestión hecha en este Análisis, porque es tan posible, al fin y al cabo,  que tengamos una más clara conciencia de los errores de los demás que de los nuestros propios.

EL PASAJE CLAVE

Es tiempo de que nos frotemos los ojos, poniendo de parte aquellas escenas que los estudiantes proféticos hayan exhibido, y de que ejercitemos el espíritu de Berea, que tan altamente se recomienda en la Palabra de Dios. Todo lo que se declare positivamente en las Escrituras sobre el tema se hallará encuadrado sin ninguna duda en tan solo DIEZ VERSÍCULOS de Apocalipsis 20; todas las demás descripciones, promesas, y características, se introducen a seguir en este periodo por deducción, correcta o equivocadamente, pero solamente por deducción. Los libros escritos por muchos comentadores acerca del Milenio le prestan poca atención a la actual redacción de Apoc.20:1-10, y se extienden excesivamente sobre la paz y la prosperidad con superlativos que no están garantizados en el pasaje clave de Apocalipsis 20. Hemos además, hablando continuamente del “Reino Milenario”, limitado involuntariamente el Reino de Cristo a unos mil años; mientras que una declaración verdadera se refiere a ese periodo como “los primeros mil años de un reinado, el cual, comenzando con la venida de Cristo y el fin del dominio Gentil, será inquebrantable (nunca será destruido, y permanecerá para siempre Daniel 2:44; 7:14, 27) hasta que el Hijo haya puesto todas las cosas bajo Sus pies (porque “preciso es que el reine” hasta que esto se cumpla 1ª Cor.15:25, 26 lo cual alcanza hasta el Gran Trono judicial y se extiende adelante), entregándole el reino a Dios el Padre, para que Dios pueda ser todo en todos”. Este es el reinado de Cristo, siendo que el reino Milenario sea tan solo una parte suya, y posiblemente como veremos una pequeña porción del total. TODO lo que las Escrituras DICEN en Apocalipsis 20 de un Milenio, son las palabras ta chilia ete “los mil años”

 

LOS MIL AÑOS

Estas palabras no son en sí mismas menos “benditas” que la palabra “Mesopotamia”. Pero en contra de lo que se piensa, bien pueden ser además mil años de miseria por todo lo que de este término “Milenio” enseña. Algunos de nosotros hemos llegado a conclusiones erradas en cuanto al carácter del reino Milenario solo por ignorar lo que actualmente está escrito en el Apocalipsis. El reloj profético no se para automáticamente al final de los mil años; lo que viene a finalizar es el reinado del VENCEDOR. “El Rey de reyes” no abdica. El día del Señor tiene que ser seguido por el día de Dios, justo igual que el reino Davídico se caracterizó por la presencia del enemigo y de la guerra, y fue sucedido por el reino Salomónico de Paz. ¿Será demás pedirle al lector, con estos cambios de estado aquí presentes ante sus ojos, que deje de lado por un tiempo al menos, todo lo que haya retenido y aprendido, y que considere este importante tema sin preconceptos? Volvamos por tanto al pasaje clave:

“Vi un ángel que descendía del cielo, con la llave del abismo, y una gran cadena en la mano. Y prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y Satanás, y lo ató por mil años; y lo arrojó al abismo, y lo encerró, y puso su sello sobre él, para que no engañase más a las naciones, hasta que fuesen cumplidos mil años; y después de esto debe ser desatado por un poco de tiempo. Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar; y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años. Pero los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se cumplieron mil años. Esta es la primera resurrección. Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre estos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años. Cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto de su prisión, y saldrá a engañar a las naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog, a fin de reunirlos para la batalla; el número de los cuales es como la arena del mar. Y subieron sobre la anchura de la tierra, y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada; y de Dios descendió fuego del cielo, y los consumió. Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.” (Apoc.20:1-10)

 

LAS TRES ERRES

Hay tres escenarios en pie en este registro:

La Reclusión de Satanás.

2º El Reinado del vencedor.

La Rebelión al final.

Aquí tenemos las tres Erres que son fundamentales e ignoradas por nuestra cuenta y riesgo. Satanás es desatado tan solo por un “corto espacio de tiempo” y sin embargo la respuesta a su engaño es inmediata: “Y subieron”. La observación u objeción, de que esto se da para allá del Milenio, es falsa e invalida. Lo que tuvo lugar en 2014 se conecta o asocia íntimamente con lo que sucedió en 2013. Las naciones que van así a ser engañadas se diferencian del pueblo de Israel. Las naciones son denominadas Gog y Magog, y habitan los cuatro cantos de la tierra, mientras que Israel, debemos asumir, ocupa la ciudad amada y forma el campamento de los santos (Apoc.20:9). El carácter anticristiano de esta rebelión a pesar de los intervinientes mil años, se señala o indica por los títulos Gog y Magog. El escritor del Apocalipsis asume un previo conocimiento con Ezequiel.

 

GOG Y MAGOG, USO ENTENDIDO

“Hijo de hombre, pon tu rostro contra Gog, en tierra de Magog, príncipe soberano de Mesec y Tubal, y profetiza contra él” (Ezequiel 38:2).

En asociación con Gog y Magog, se hayan Persia, Etiopía, Libia, Gomer y todas sus tropas, la casa de Togarma de los confines del norte y todas sus tropas, y mucho pueblo contigo (Ezequiel 38:5, 6). Esta invasión a través de estos ejércitos será mitigada por el Propio Señor.

“Y te quebrantaré, y pondré garfios en tus quijadas” (Ezeq.38:4)

“En aquel tiempo, cuando venga Gog contra la tierra de Israel, dijo Jehová el Señor, subirá Mi ira y Mi enojo” (Ezeq.38:18).

“Sobre los montes de Israel caerás tú y todas tus tropas, y los pueblos que fueron contigo; a aves de rapiña de toda especie, y a las fieras del campo te he dado por comida…y enviaré fuego sobre Magog” (Ezeq.39:4-6)

“En aquel tiempo yo daré a Gog lugar para sepultura allí en Israel…Y la casa de Israel los estarán enterrando por siete meses” (Ezeq.39:11, 12)

“Di a todas las aves de toda especie y a toda fiera del campo: Juntaos, y venid…Comeréis carne de fuertes, y beberéis sangre de príncipes de la tierra” (Ezeq.39:17, 18).

El paralelo de estos pasajes con Apocalipsis 19:17-21 es INCUESTIONABLE. Allí tenemos de nuevo el llamamiento a las aves y a las fieras para devorar la carne de capitanes y reyes. Aquí las huestes guerreras son reunidas por la Bestia que es echada en el lago de fuego.

El “Milenio” está rodeado en todas partes por un ejército invasor armado, antes de él, liderado tanto por la Bestia, como engañado por Satán reuniendo al final las naciones contra “Aquel que monta sobre el caballo” o “contra la ciudad amada y el campamento de los santos” y ambos acaban en el fuego, siendo destruidos así como lo fueron las ciudades de Sodoma y Gomorra. Si tan solamente un puñado de rebeldes se descubriera al cierre de los mil años, eso haría que nos cuestionásemos como acertada la idea de la paz universal o justicia, pero este no es un simple “puñado” de gente. Se dice que el número sea “como la arena del mar”, y nada, a no ser el deseo de que prevalezca la convicción personal preconcebida, podría llevar a cualquier hijo de Dios a menospreciar esta descripción tan clara y contundente.

 

LA ARENA DEL MAR – INNUMERABLE

Desde la bendición de Abraham en Génesis 22:17 hasta Oseas 1:10 se emplea continuamente esta figura: “El número de los hijos de Israel será como la arena del mar, que no puede ser MEDIDA ni CONTADA” (Oseas 1:10)

Este ejército innumerable con el intento anticristiano de “subir sobre la anchura de la tierra” (y eso aun pensando que fuera limitado al “territorio” de Palestina) tiene obviamente la misma implicación que en Isaías 8:8 y Habacuc 1:8 donde la abrumadora naturaleza de la invasión se describe de tal manera.

Ninguna rapsodia, ninguna frase poética, ninguna privada interpretación, ninguna deseable imaginación puede alterar el hecho, de que el “Reino Milenario” acaba, como comienza, con una terrible rebelión. El Milenio no será la PRIMERA de una nueva serie, sino la ÚLTIMA de una serie de pruebas más antigua, en la cual el hombre ha ido siendo probado o examinado bajo diferentes formas de gobierno, y en cada caso ha sido hallado en falta como al principio de su caída. Este reino Milenario es la ÚLTIMA DELEGADA autoridad. Y en él, David puede haber reinado sobre la tierra como vice-regente, los doce apóstoles se pueden haber sentado sobre los doce tronos juzgando a las doce tribus de Israel, los vencedores pueden haber reinado como sacerdotes de Dios y de Cristo, pero todo vendrá a ser en vano. Cristo debe someter TODA autoridad, tanto buena como mala, y reinar sola y supremamente, si es que alguna vez el propósito de las edades viene a alcanzarse.

 

TRAZOS CARACTERÍSTICOS

Ahora de momento volvamos nuestra atención a una serie de trazos que caracterizan el Milenio, este periodo que cierra las pruebas del hombre.

1 La restricción de Satán

2 La restricción de la transgresión

3 El encubrimiento del pecado

4 El gobierno de una vara de hierro

5 La voluntaria obediencia de Israel

6 La fingida obediencia de muchas de las naciones.

 

La semana final de las setentas semanas de Daniel 9 precede inmediatamente al reinado de los mil años, e introduce aquel periodo de bendiciones que se indican en el vers.24. La primera cosa que será cumplida cuando las Setenta Semanas hayan alcanzado su fin se dice que será “terminar la prevaricación” o transgresión (Dan.9:24). Esta traducción, no en tanto, deja mucho por explicar. ¿Será que la transgresión “termina” en el sentido de que sea tan completamente cubierta por Expiación y Perdón, que nunca más venga a levantar su cabeza? (Heb.kalah), ¿será que la transgresión “termine” en el sentido de la palabra hebrea shalam? La respuesta es no, siendo que la palabra hebrea sea kala, cuya idea se asemeja a la hebrea kalah, no debe confundirse con ella. Kala se traduce de la siguiente manera:

Prohibir 1, mantener 1, mantener detrás 1, abstenerse 1, retener 1, callar 4, contener 2, estar latente 2, ser refrenado 2, y termino 1.

Esto no es una mera opinión, sino evidencia, y una evidencia que no puede ser ignorada o negada sin que se dé el desastre espiritual. Nótese, que la única referencia en la A.V. que contiene la traducción “terminada” es Daniel 9:24, que al margen corrige diciendo “o restringir”. La palabra se utiliza del encarcelamiento de Sedequías y de Jeremías y la forma nominal kele, y beth kele se traducen “prisión”. Daniel 9 no nos enseña que cuando la profecía se cumpla la transgresión habrá “terminado”, sino que será RESTRINGIDA o APRISIONADA. Esta será también la condición de Satán a través del Reino Milenario, él será “atado” durante mil años, pero bajo ningún concepto estará o habrá “acabado.” De igual manera, los pecados serán SELLADOS, tal como al margen se indica en contra de la lectura “terminar o ponerle fin al pecado”. La palabra hebrea chatham se traduce de las siguientes formas:

Sellar 16, lacrar 6, ser sellado 2, marcado 1, neutralizado 1, y la palabra caldea en Daniel 6:17 es sellar.

 

LA PRUEBA DE LA FINGIDA OBEDIENCIA

 

Por las referencias al margen en la A.V. deducimos que algunas de las naciones acatarán una “obediencia fingida”. ¿Se justifica esta traducción? Veamos. Los pasajes bajo revisión son Salmos 18:44; 66:3; y 81:15. La A.V. y la R.V. traducen “fingida obediencia” al margen, y la nota “Hebrea, falsa”. ¿Es esta interpretación marginal correcta? Podremos referir que así lo hacen expositores tales como Perowne, Hengstenberg, y la traducción Literal de Young y Rotherham. Rotherham traduce “Se acercan a mí con ADULACIÓN SERVIL”. Por supuesto que esta unanimidad entre los escolares tal vez no sea sino el ciego guiando al ciego, pero por otra parte bien puede expresar la mente de Dios. Existe solamente un examen autoritario. El empleo consistente de la palabra y una franca exposición de sus ocurrencias en las Escrituras. La palabra hebrea kachash aparece veintiocho veces, y en ningún otro pasaje que no sean los tres Salmos citados se traduce “someter”. Las restantes referencia se traducen como sigue:

“Fallar 1, ser hallado mentiroso 1, desmentido 1, tratar falsamente 1, engañar 1, fracaso 1, mentira 5, mentiras 4, mintiendo 1, y falsear 1.

En ningún pasaje es posible sustituir obediencia” o “sumisión” en ninguna de estas veinticuatro ocurrencias. Si el “empleo” tiene algún peso, entonces, “fingida obediencia” debe mantenerse y permanecer. Negarlo sería desafiar en oposición el testimonio de la Escritura. Deuteronomio 33:29 que emplea la hebrea kachash lee:

“Y tus enemigos serán hallados mentirosos ante ti”.

El Léxico escolar de Brown, Driver y Briggs da el significado de kachash:

“Decepcionado, engañado, fallido, sin consistencia”, y en referencia a los Salmos en cuestión, sus notas dicen:

“adulando, acercarse con adulaciones falsas, dar una falsa muestra de obediencia”.

 

LA HEBREA KACHASH ES MUY RÍGIDA

 

No podemos dejar de lado este unánime testimonio sin  que pervirtamos el posterior motivo que nos sugiera nuestra decisión en cuanto al caso. Además, aunque la Septaquinta no sea infalible, con certeza que debemos permitirle a los Hebreos de aquella temprana edad que entendiesen su propia lengua, por lo menos tan bien como el mejor entendido de nosotros hoy en día. La Septaquinta emplea epseusanto “ellos mintieron” en el Salmo 18:44 y en el Salmo 81:15 exactamente como lo hicieron en Deuteronomio 33:29. Creemos que hasta el más cándido estudiante estará convencido ya de que la hebrea kachash es muy rígida en su significado, y que no puede ser usada para distinguir un periodo de “paz universal y justicia”. Aceptar la traducción “rendir fingida obediencia” quiebra el sueño quimérico de muchos que no está de acuerdo con la Escritura del Milenio. Ese reinado de mil años no es el reino perfecto sobre la tierra.

El Salmo 18:44, 45 pone en correspondencia estas características:

“Los hijos de los extraños se sometieron (al margen, rindieron fingida obediencia) a mí. Los extraños se debilitaron, y salieron temblando de sus encierros”

Su sumisión es falsa.

Salmo 66:3, 5-7. (El contexto inmediato se refiere al éxodo de Egipto)

 

“¡Cuán asombrosas son Tus obras!

Por la grandeza de Tu poder se someterán a ti tus enemigos (si es de voluntad o involuntariamente no se nos revela aquí).

Temible en hecho sobre los hijos de los hombres.

Volvió el mar en seco…

Los rebeldes no serán enaltecidos”

 

El Faraón es un ejemplo de la tal sumisión fingida o forzada.

 

Por Zacarías 14:16-19 aprendemos que algunas de las naciones se rebelarán contra el mandamiento que decrete subir a Jerusalén para guardar la fiesta de los tabernáculos, y al mismo tiempo y periodo Israel será tan de corazón convertido y bendecido, que las palabras sagradas, originalmente limitadas a la Mitra del Sumo Sacerdote, esto es, “Santidad al Señor, se pondrá entonces sobre las campanillas de los caballos y en las propias ollas de las cocinas de este bendito reino de Sacerdotes, sin embargo su santa presencia no impide la desobediencia asomando su cabeza entre las naciones circundantes.

 

EL GOBIERNO DE LA VARA DE HIERRO

 

Otra característica revelada es el uso de la vara de HIERRO. Ahora es tiempo de meditar sobre el significado de la palabra griega rhabdos o su hebrea equivalente, la palabra que requiere nuestra consideración es HIERRO. Ningún pastor amoroso usa una vara de HIERRO para pastorear su rebaño, la utiliza solo como defensa contra sus enemigos, el ladrón, el león y el lobo.

El Salmo 2:9; y Apoc.2:27; 12:5 y 19:15 hablan de “quebrar” o “dominar” con una vara de HIERRO, y es esta la cualidad del HIERRO que demanda atención, y si se ignora nos guiará al error y a la cautividad (2ª Tim.2:25, 26). Cuando el profeta nos impresiona con la terrible naturaleza de la cuarta bestias de Daniel 7, nos expone hablando de su “gran colmillo de HIERRO” (Dan.7:7). De la misma forma, cuando la imagen que simboliza el dominio Gentil se describe, se va gradualmente deteriorando desde el oro hasta el hierro, con este comentario:

 

“Y como el hierro desmenuza y rompe todas las cosas…(así) desmenuzará y quebrantará todo (Dan.2:40).

 

Este es el inspirado comentario sobre el hierro; “desmenuza”, hiere, y ¿objetaríamos o intentaríamos corregir el lenguaje de la Santa Escritura, sin venir a caer bajo la acusación de rendir “fingida obediencia”? El hierro se menciona en los Salmos cinco veces. Aparte del Salmo 2 el hierro se emplea hablando de grillos de cárcel e igualmente de aflicción, y las cadenas de una prisión (Salmos 105:18; 107:10, 16; 149:8). El hierro se introduce en las Escrituras como uno de los atentados de la línea de Caín para atenuar la maldición que había caído sobre la tierra (Gen.4:22). Egipto es comparado a “un horno de hierro” (Deut.4:20), y ningún instrumento hecho de hierro se permitía para pulir las piedras utilizadas en la edificación de un altar (Deut.27:5), y un cielo arriba y una tierra abajo comparados al hierro, significaba un juicio disciplinario (Lev.26:19; Deut.28:23). Variadas veces leemos acerca de los “carros de hierro” empleados por los Cananeítas (Josué 17:16, 18; Jueces 1:19; 4:3, 13). La pregunta de Jeremías ¿Puede alguno quebrar el hierro, el hierro del norte y el bronce? (Jer.15:12) se responde en el Milenio. La vara de hierro lo ejecutará. El gran colmillo de hierro devorador de la Bestia, los pies hoyadores de hierro y barro de la imagen serán enfrentados y más que mitigados por el gobierno de la vara de HIERRO. La palabra hebrea raa, quebrar, se usa en el Salmo 2:9; Jeremías 15:12, y su equivalente palabra caldea en Daniel 2:40. Estos son hechos tan evidentes que nadie puede dejar de lado. Observemos de nuevo el testimonio del Salmo 110:

 

“Jehová dijo a mi Señor: Siéntate a Mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies. Jehová enviará desde Sion LA VARA DE TU PODER: Domina en medio de tus enemigos” (Salmo 110:1, 2).

 

BENDICIONES EXPANDIÉNDOSE DESDE JERUSALÉN

 

Si las palabras “JEHOVÁ dijo a Mi Señor” se refieren sin duda alguna a Cristo (Mat.22:44), entonces la objeción de que la proximidad de “Jehová” y “Su Ungido” descarta a Cristo del Salmo 2 se demuestra que no es válida. Aquí el Señor se exhibe gobernando, no en un mundo de paz universal, sino “proveniente de Sion” y “en medio” de enemigos. Al mismo tiempo, y en el mismo periodo en que muchas de las naciones rindan fingida obediencia, leemos:

 

“Tu pueblo se te ofrecerá voluntariamente en el día de tu poder” (Salmo 110:3)

 

Aquí tenemos la inspirada comparación. Las naciones rindiendo fingida obediencia; aunque Israel, al menos, ofreciendo voluntaria obediencia. Esto nos lleva hasta otro carácter asociado con el hecho nombrado de que las bendiciones de este reino Milenario primero que nada se centren en Jerusalén como un eje radial, y desde ese eje la luz y verdad se expandirá hasta llenar del conocimiento del Señor toda la tierra, como las aguas cubren al mar.

 

“No harán mal ni dañarán en todo mi santo monte”

 

Esta es la primera declaración

 

“Porque la tierra será llena del conocimiento de Jehová, como las aguas cubren el mar” (Isa.11:9).

 

Esta es la secuencia. La respuesta a la rebelión de los reyes de la tierra se halla en el Salmo 2:6:

 

“Yo he puesto Mi Rey sobre Sion, Mi santo monte”.

 

Aparte de este santo monte los paganos en las demás partes tienen que ser disciplinados con una vara de hierro, y los reyes rebeldes y jueces de la tierra deben recibir avisos y consejos.

 

“Honrad al Hijo para que no se enoje, y perezcáis en el camino. Pues se inflama de pronto su ira” (Salmo 2:12).

 

Este centro o eje escogido divinamente es el tema de Isaías 2.

 

“Acontecerá en lo postrero de los tiempos, que será confirmado el monte de la casa de Jehová como cabeza de los montes, y será exaltado sobre los collados, y correrán a Él todas las naciones. Y vendrán muchos pueblos, y dirán: Venid, y subamos al monte de JEHOVÁ, a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará Sus caminos, y caminaremos por Sus sendas. Porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de JEHOVÁ” (Isaías 2:2, 3).

 

Primero la vara de Su poder se envía “saliendo de Sion” donde el Señor gobierna en medio de Sus enemigos (Salmo 102:2). Y como les avisó en el Salmo 2:12 “Quebrantará a los reyes en el día de Su ira” (Salmo 110:5). Después que el Señor retorne a Sion, y Jerusalén pase a ser “una ciudad de verdad” (Zac.8:3) “vendrán muchos pueblos y fuertes naciones a buscar a Jehová de los ejércitos en Jerusalén, y a implorar el favor de Jehová…En aquellos días acontecerá que diez hombres de las naciones de toda lengua tomarán del manto a un judío, diciendo: Iremos con vosotros, porque hemos oído que Dios está con vosotros” (Zac.8:22, 23). Cuando la gloria sea devuelta a Jerusalén y el templo se edifique de acuerdo a lo especificado en los últimos capítulos de Ezequiel, entonces el título del Señor de hecho será Jehová Shamma “El Señor habita allí”.

 

 

LA REBELIÓN AL CIERRE DEL MILENIO

El reino Milenario acaba como ya hemos visto con una rebelión surgiendo de las naciones que habitan en los cuatro cantos de la tierra, el número de los cuales es tan grande como para justificar la figura “cuyo número es como la arena del mar” (Apoc.20:8). La rebelión por tanto siempre se encontró latente durante los 1000 años. No se indica que la tal rebelión impida el día cuando 1ª  Cor.15:28 se cumpla, pero es que ese día se halla más allá de los límites del reino Milenario y no es lo que se está comentando en el Libro del Apocalipsis. Bien podemos venir a descubrir que mucho de lo que hemos imaginado como perteneciente al Milenio se probará ser pertenencia al posterior periodo que viene a seguir. El día del Señor es seguido por el día de Dios, el Sabbath, seguido por “el primer u octavo día”.

Si retenemos estrictamente el registro de Apocalipsis 20 nos daremos cuenta de que el así denominado reino Milenario es el periodo cuando el sufrido vencedor que se haya recusado reconocer a la Bestia o a su autoridad, “viva y reine con Cristo, durante mil años”, pero nada se dice de la magnitud de la nación de Israel, excepto la revelación de que haya sobre la tierra además al mismo tiempo “el campamento de los santos” y “la amada ciudad”. En gran parte esta fase del reino es la respuesta de Dios al único pre-milenario reino conocido en el Apocalipsis, es decir, el Pre-Milenario ¡reino de la Bestia! Cuando con Jerusalén se halle en regocijo y con su pueblo lleno de gozo, es entonces que el lobo y el cordero comerán juntos, y el león vendrá a comer paja como el buey, y (aunque, al mismo tiempo) polvo será el alimento de la serpiente. No afligirán, ni harán mal en todo Mi santo monte, dice el Señor (Isaías 65:18, 19, 25).

La referencia a la serpiente aquí sugiere que el reino perfecto todavía no ha llegado, y en armonía con esto, en el medio de esta sección que habla de las bendiciones “Milenarias” cuando “según los días de los árboles” serán los días de Sus elegidos (Isaías 65:22), aprendemos que “el niño morirá de cien años, y el pecador de cien años será maldito” (Isaías 65:20). Mientras que la edad de Matusalén es proverbial con esto, y la edad de muchos de los patriarcas de Génesis capítulos 1 a 11 se aproxima a los mil años, y así, para cualquiera en aquel día que muera a los cien años de edad vendrá ser como la muerte de un niño hoy en día. El hecho, sin embargo, de que pueda ser observado que un “pecador” pueda venir a “morir” a la edad de cien años o ser “maldito” (a pesar de la dificultad que pueda tener la verdadera exposición de Isaías 65:20) hace con que una cosa sea cierta, que todo esto viene antes del descenso de la Nueva Jerusalén a la tierra, porque entonces ya “no habrá más” pecado, ni muerte, ni maldición. Esto junto con la referencia a la SERPIENTE en el versículo 25, hace evidente que durante el reino “Milenario venga a haber algunos que serán castigados o punidos por sus pecados, y aun mismo haya además una multitud tan numerosa como la arena del mar, que será devorada por el fuego que desciende de Dios proveniente del cielo al cierre (Apoc.20:8, 9). Gog y Magog ya deben estar preparados en sus corazones;  porque dice que solo se necesita de un “corto espacio de tiempo” para reunirlos. El sujeto o tema que ya hemos visto es de suficiente consecuencia como para hacer un resumen antes de venir a examinar algunos de los más extraordinarios registros que nos aguardan en Apocalipsis 20.

 

 

UN RESUMEN DE LAS CARACTERÍSTICAS MILENARIAS

 

(1)   La positiva enseñanza concerniente al Milenio se limita a diez versículos en Apocalipsis 20. Todo lo demás es una materia de deducción, posiblemente legítima, pero para tratarse con la necesaria reserva.

(2)   El término “el Milenio” no es un título Escritural para el periodo cubierto por Apocalipsis 20.1-10, pues la palabra es simplemente la latina para 1000 años y ese es el número de años cubierto por esta profecía, y se expresa seis repetidas veces, en los vers.2, , 4, 5, 6 y 7. El término sin embargo no debe ser empleado con significados y características que nieguen o ignoren lo que está escrito en Apocalipsis 20.

(3)   Es correcto hablar de este periodo como de un “reino”, porque los vencedores no solamente “viven” sino que “reinan” además con Cristo durante mil años (Apoc.20:4, 6). La palabra griega para reino es Basilea, la palabra griega para reinado es basileuo, (Vea el artículo REINO en Un Análisis Alfabético, 2ª parte, pag.227).

(4)    Estrictamente hablando el vencedor (Apoc.2:7, 1, 17, 26; 3:5, 12, 21; 12:11; 15:2 y 21:7) es el hilo conductor que reunifica todos los prodigiosos acontecimientos de esta Profecía, y unifica ambos pasajes bajo Apocalipsis 3:21 de la siguiente manera:

 

“Al que venciere le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con Mi Padre en Su trono” (Apoc.3:21).

 

“Vi también como un mar de vidrio mezclado con fuego; y a los que habían alcanzado la victoria sobre la bestia y su imagen, y su marca y el número de su nombre, en pie sobre el mar de vidrio, con las arpas de Dios” (Apoc.15:2).

 

“Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar; y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años. (Apoc.20:4)

 

Las palabras de Apoc.20:4 “por causa de Jesús, y por la palabra de Dios”, forman una conexión con la declaración de apertura de Apocalipsis 1:9, 10 cuando Juan fue llevado en el espíritu al día del Señor desde la isla llamada Patmos donde él comparte la tribulación de estos vencedores, antes del tiempo de estos “por la palabra de Dios, y por el testimonio de Jesús”

 

 

EL CARÁCTER PRE-EMINENTE

 

“El reino Milenario” parece haber sido usado por escritores sobre la profecía como un conveniente periodo en el cual se ubican pasajes que son de alguna manera difíciles de apropiar en el esquema global, y esto ha embotado y mellado el filo del testimonio de Apoc.20, que coloca como una pre-eminente característica, la recompensa para el vencedor, y difícilmente se refiere a otra compañía, gente o llamamiento. Con respecto a la declaración “Esta es la primera resurrección”, no puede significar la primera de siempre que haya habido, sino la primera de dos. La referencia a la amada ciudad trae consigo los numerosos pasajes proféticos del Antiguo Testamento que hablan en términos calurosos de la restauración de Israel y Jerusalén, Isaías 54:6-17 revela una ciudad de joyas espléndidas, haciendo eco de las glorias sobre la tierra de esta Jerusalén celestial misma. Aun así, el capítulo acaba con una referencia a los que se reunirán juntos contra Jerusalén, con las consolables palabras: “Ninguna arma forjada contra ti prosperará”, hasta lo que hemos leído en Apocalipsis 20:8, 9. Si los habitantes del territorio durante el Milenio son aquellos que miraron aquel Señor a Quien ellos habían traspasado y se habían arrepentido, si las naciones son aquellos que queden “vivos y permanezcan” al tiempo de la Segunda Venida, entonces no tenemos “problemas” acerca de Isaías 65:18-25, porque allí leemos de la posibilidad de morir y ser maldecido, y de la duración de la vida siendo “como los días de un árbol”, la cual, por muy extensa que pueda ser, no puede ser sinónimo para la vida eterna ni tampoco ciertamente de inmortalidad.

 

EL VENCEDOR

 

Observemos cómo estos “vencedores” de Apoc.20:4  son intervinientes con la revelación profética de los últimos días. Las recompensas otorgadas a los vencedores en las siete iglesias son:

 

1 Comerá del árbol de la vida que se halla en medio del paraíso de Dios (Apoc.2:7).

2 Ningún temor, ya que la segunda muerte no tiene poder alguno sobre él (Apoc.2:10, 11).

3 Comerá del maná escondido, recibirá una piedra blanca y un nuevo nombre (Apoc.2:17, vea Apoc.19:12).

4 Regirá las naciones con una vara de hierro (Apoc.2:27).

5 Será vestido con vestiduras blancas, y no será borrado su nombre del libro de la vida (Apoc.3:5).

6 Será hecho columna en el templo, y tendrá el nombre de la nueva Jerusalén escrito sobre él (Apoc.3:12).

7 Le será otorgado sentarse con Cristo en Su trono, así como Cristo también venció y le fue otorgado sentarse con Su Padre en Su trono (Apoc.3:21).

 

Todo se vincula con el libro de Revelación o Apocalipsis por sí, igual que vemos en Apoc.20:4 que ninguno vive y reina excepto aquellos que fueron martirizados bajo la Bestia de Apoc.13:18.

“El reino Milenario” es un reino muy exclusivo. No se nos dice con muchas explicaciones que Israel sea un pueblo restaurado, solamente podemos deducirlo por la referencia a la ciudad amada y al campamento de los santos. Si Abraham, Isaac, Jacob y David, van a ser levantados de los muertos en este tiempo, no intervienen en el cuadro expuesto en Apocalipsis 20. No tienen cabida en “la primera resurrección”. La inspirada cualificación limita esta resurrección a los mártires de los últimos tres años y medio del Dominio Anticristiano. Dos resurrecciones, y solamente dos, están aquí expuestas y ellas forman una pareja:

1 Los vencedores, cada uno de ellos un mártir. Esta es “la primera” resurrección.

2 El resto de los muertos. Ninguna otra resurrección tiene lugar hasta aquella del gran trono blanco al final de los mil años. Y estas dos resurrecciones complementan otra más y hacen un par – “vencedores” v. “el resto” los no “santos” v. “los muertos impíos” como usualmente se enseña.

Estamos seguros de que veremos, en cuanto al registro de Apocalipsis 20 concierne, que el reino Milenario es preeminentemente a la esfera de recompensa para aquellos que hayan sufrido hasta la muerte durante la persecución infligida por la Bestia Anticristiana del tiempo del fin. Aprendemos solamente por ese pasaje que hay “naciones” sobre la tierra al mismo tiempo, por la referencia a la rebelión al final. Al mismo tiempo aprendemos que la amada ciudad y el campamento de los santos tienen también lugar allí, pero estos no son el tema del Apocalipsis. Solamente una resurrección se registra como teniendo lugar en este reino, y los nombres de Abraham, Isaac, Jacob y David no son siquiera mencionados.

Nos damos cuenta de que una vez que el Milenio es el resultado inmediato de la Segunda Venida de Cristo a la tierra, todos los demás trazos característicos proféticos asociados con esa fase de la venida deben tener un lugar aquí. Por otros pasajes aprendemos que habrá una resurrección de Israel (Dan.12:1-3 y Ezeq.37:1-14). Esta también debe tener lugar. Es posible que algunos pasajes proféticos se refieran al periodo que sigue al Milenio, cuando la Jerusalén Celestial descienda a la tierra y sea el glorioso centro administrativo de la tierra porque leemos que: “Las naciones que hubieren sido salvas andarán a la luz de ella; y los reyes de la tierra traerán su gloria y honor a ella…los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero” (Apoc.21:24-27).

El periodo que viene inmediatamente a seguir al Milenio se señala por cinco trazos característicos dominantes:

1 El levantamiento de Gog y Magog como la arena del mar, y su destrucción.

2 El arrojar del Diablo en el lago de fuego.

3 El Gran Trono Blanco.

5 El descenso de la Nueva Jerusalén.

 

LA PRIMERA DE DOS

 

La resurrección de los vencedores, se dice que es la “primera”. “Cuando dos números ordinales se emplean en una tal conexión como esta, son empleados relativamente …como en el inglés siempre decimos, en tales casos, el primero y el posterior” (Dr. E.W.Bullinger). La resurrección de los vencedores es la primera de dos, siendo que la resurrección al tiempo del Gran Trono Blanco sea la segunda o el miembro concluyente del par. Pero ¿quién ha escuchado alguna vez esta asociación Escritural o siquiera la había insinuado?  Hemos estado mirando al Gran Trono Blanco como el juicio de los muertos impíos o de los incontables millones que nunca hayan oído hablar de Cristo, y haciendo eso hemos separado lo que Dios ha puesto junto. Sin embargo, por meramente decir eso, no se prueba nada, “en cuanto a la ley” y al “testimonio”. Aquí está la secuencia de la declaración de Apocalipsis 20:4:

 

“Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección (es decir, la primera de las dos): la SEGUNDA MUERTE (esto es, la conectada con la segunda resurrección de las dos)  no tiene potestad sobre estos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con Él mil años” (Apoc.20:6).

 

¿Quién ha escuchado alguna vez, o a alguien hacer esta comparación, contrastando los que sean Sacerdotes” de Dios, con el carácter y la fatalidad de aquellos que se hallen en pie delante del Gran Trono Blanco? ¿Qué lógica puede haber en decir: “que puedan tanto ser vencedores, y Sacerdotes reinantes” como puedan ser “incontables millones de muertos impíos, las multitudes de quienes nunca oyeron el nombre de Cristo”?

Sin embargo Juan, escribiendo Apocalipsis 20:6 no parece que tenga dudas. Si el juicio del Gran Trono Blanco trata con el grueso de la humanidad, ¿qué necesidad hay de afirmar hablando de estos vencedores que la segunda muerte no tenga potestad sobre ellos? La segunda muerte tal y como generalmente se interpreta no puede tener poder sobre ningún pecador salvo, y mucho menos sobre un VENCEDOR. Lo que este pasaje hace efectivamente es poner en oposición: La segunda muerte, y el reinado con Cristo.

El apóstol escribiendo a Timoteo dijo:

 

A| “Si somos muertos con Él, también VIVIREMOS con Él.

   B| Si sufrimos, también REINAREMOS con Él.

   B| Si le negáremos, Él también nos negará.

A| Si fuéremos infieles, Él permanece fiel.

Él no puede negarse a Sí Mismo.”

 

Una discriminación similar se encuentra en 1ª Cor.3:12-15. Un creyente puede “sufrir pérdida” pero no puede PERDERSE.

 

LAS SIETE IGLESIAS

 

Vallamos a la exhortación que se da a las iglesias de Apocalipsis 2 y 3. Veamos a la iglesia de Esmirna. Ni una sola palabra de reprensión o censura se pronuncia, sino una exhortación a permanecer fieles hasta la muerte con la promesa “Yo te daré la corona de vida” (Apoc.2:10). Y en adición para el vencedor, el Salvador añade: “El que venciere, no sufrirá daño de la segunda muerte” (Apoc.2:11).

¿Podría alguien que sostenga el generalmente acepte punto de vista del Gran Trono Blanco, explicar cómo sea posible reunir juntas la garantía de la CORONA de vida, y la exención de la SEGUNDA MUERTE? La cuestión ni se plantea siquiera. Siendo así, estamos forzados a creer que la segunda muerte aquí ha sido muy malentendida.

 

EL LIBRO DE LA VIDA

 

Veamos a la iglesia de Sardis (Apoc.3:1-6). Aquí tenemos la base para la reprensión, sus obras no fueron halladas “perfectas delante de Dios”. Sin embargo, para aquellos que se mantuvieron “limpios”, fueron dadas las promesas, y leemos: “El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y NO BORRARÉ SU NOMBRE del Libro de la Vida, y confesaré su nombre delante de Mi Padre, y delante de Sus ángeles” (Apoc.3:5).

Una vez más, si el acepte punto de vista general del Gran Trono Blanco es verdad, entonces esta promesa no tiene fundamento, la segunda muerte no podría venir a suceder de ninguna manera, al mismo tiempo que Romanos 8:38, 9 permanece. Por muy difícil que resulte armonizar con el resto de la Escritura hay un hecho que surge de estas consideraciones, esto es, que el reino Milenario y el Gran Trono Blanco son dos partes de una totalidad. El Libro de la Vida aparece en el Apocalipsis cinco veces, así:

 

A| 3:5 Promesa al vencedor “no borraré su nombre del libro de la vida”.

   B| 13:8 Todos los que adoraron a la Bestia.

        17:8 Todos los que se asombran con la Bestia.

        20:12 El libro de la vida abierto.

        20:15 Todos los que no se hallaron inscritos en el libro de la vida.

A| 22:19 Aviso a quitar el nombre del árbol de la vida.

 

A esta lista debemos añadir Apoc.22:18 donde las plagas registradas en este libro se otorgan a cualquiera que añada a las cosas escritas, aguando y rodeando así la íntima conexión que hay con las secciones anteriores y el cierre de esta profecía.

 

UNA LISTA DE MALES RELACIONADOS A LA APOSTASÍA

 

Otro pasaje con alguna dificultad es Apocalipsis 21:18. Nuevamente sobre el vencedor, que va a heredar todas las cosas, se coloca una lista de males, que a primera vista pertenecen solamente a los impíos, los perversos y los no salvos. Pero recordando lo que ya hemos visto, y observando una vez más lo que está en contraste con el VENCEDOR, no con el creyente usual, que esta lista se presenta, tal vez el lector dude en pronunciar juicio alguno hasta que a la Escritura se le permita hablar por sí propia. Aquí está la lista.

“Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la segunda muerte.” (Apoc.21:8).

 

¿Podría esta lista tener alguna relación con un creyente profeso? Antes de hacer este estudio bien podríamos haber dicho sin duda que NO, pero tal vez ya no estemos tan seguros ahora. Vamos a “escudriñar y comprobar”.

 

“Los cobardes” – Griega deilos. Esta palabra aparece solamente tres veces en el Nuevo Testamento.

“¿Por qué teméis (deilos), hombres de poca fe? (Mat.8.:26; vea además Marcos 4:40).

Estas palabras son dirigidas a los DISCÍPULOS. Deilia solo aparece una vez, y la utiliza Pablo en su carta a Timoteo teniendo en vista la posición tan peligrosa que Timoteo iría a pasar:

 “Porque no nos ha dado Dios espíritu de COBARDÍA…por tanto…no te avergüences (2ª Tim.1:7, 8).

Deilao aparece solo una vez, esto sucede en Juan 14:27:

“No se turbe tu corazón, ni tenga miedo”

La Septaquinta utiliza deilos hablando de Roboam que era joven y “pusilánime” y por eso no se defendió de “los hijos de Belial” (2ª Crón.13:7). De igual manera, y en conexión con el carácter vencedor, Deuter.20:8 emplea deilao para el soldado que sea “medroso y pusilánime”. Aquí por tanto tenemos una prueba, de que en los “cobardes” pueden estar incluidos muchos de los que aun siendo salvos, sean discípulos o siervos del Señor.

“Los Incrédulos” apistos. Hebreos 3:12 deja claro que es posible para un creyente tener “un corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo” y el contexto asocia esta actitud con aquellos que, aunque fueron redimidos de Egipto, aun así “cayeron en el desierto” (Heb.3:17) y en contraste con los dos “vencedores” Caleb y Josué (Heb.3:16). 2ª Timoteo 2:13 ya ha sido citado mostrando que aunque las palabras “si fuéramos infieles (incrédulos)” puedan aplicarse al mismo tiempo para aquellos que aunque “estén vivos”, no podrán de ninguna manera ser dichas de aquellos que tanto “vivan y reinen”.

“Los Abominables”, bdelussomai. Esta palabra se utiliza con referencia a “la Abominación de Desolación” referida por Daniel el profeta (Mat.24:15; Marcos 13:14; Apoc.17:4, 5; 21:27). Los cobardes, los incrédulos, los abominables, todos están relacionados con el estado mental que la terrible persecución de la Bestia al tiempo del fin inducirá.

“Los Asesinos”, phoneus. El lector puede con alguna reluctancia habernos seguido hasta aquí, pero en frente de la palabra “asesino” muchos ya no lo harán. Sin embargo Pedro no sintió una tal reluctancia para explicar y excusar la introducción de un tan terrible término cuando escribió:

“Así que, ninguno de vosotros padezca como homicida, o ladrón, o malhechor, o por entretenerse en lo ajeno; pero si alguno padece como cristiano…” (1ª Pedro 4:15, 16).

Para nosotros, pareciera extraño asociar “asesino” con un “entrometido” o de utilizar una tal exhortación para “cristianos”, sin embargo, que Pedro no sintió lo mismo es evidente. De igual forma Pablo, cuando escribe a los Gálatas asocia tanto a los “fingidos, envidiosos, borrachos y rebeldes” con “los asesinos” (Gál.5:19-21), y añade para todos los tales, no solo para los asesinos, “los tales…no heredarán en el reino de Dios”. Aquella justo en sí mismo Fariseo, que llegó a ser el apóstol de los Gentiles, bien pudo decir de su vida terrenal, “en cuanto a la justicia que está en la ley” que él era “IRREPRENSIBLE”, y sin embargo estaba empeñado en una misión respirando amenazas y MUERTE (phonos) contra los discípulos del Señor (Hechos 9:1).

Cuando el Hombre de pecado se halle en eminencia, cuando a nadie que no tenga el sello de la Bestia se le permita comprar ni vender, entonces habrá mucha “traición entre unos y otros” y entregarán al verdadero creyente para ser “asesinado” (Mat.24:9, 10). Para estos así traicionados se hace la promesa:

“No temas en nada lo que vayas a padecer…Se fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida...El que venciere, no sufrirá daño de la segunda muerte” (Apoc.2:10, 11).

“Los Fornicarios”, pornos. Esta palabra y sus variantes se refieren a cualquier alianza, en el día del Señor, al perverso sistema asociado con “la gran Ramera” (Apoc.17:1).

“Los Hechiceros”, pharmakeus. Los hechiceros se mencionan en Apoc.9:21 y 18:23 y revela los poderes Satánicos que estarán en operación en el día del Señor. En la lista ya citada de Gálatas 5, Pablo incluye las “hechicerías” (pharmakia). Estos perversos poderes se ven en operación en Apoc.16:13, 14:

“Y vi salir de la boca del dragón, y de la boca de la bestia, y de la boca del falso profeta, tres espíritus inmundos a manera de ranas; pues son espíritus de demonios, que hacen señales, y van a los reyes de la tierra en todo el mundo, para reunirlos a la batalla de aquel gran día del Dios Todopoderoso”.

“Los idólatras y todos los mentirosos” concluyen esta terrible lista. El apóstol no duda en decir cuando escribía a la iglesia de Corintia que si alguno llamándose de HERMANO fuese…un idólatra” (1ª Cor.5:11), ni tampoco vio que fuese innecesario decir “no seáis idolatras como algunos de ellos lo fueron” (los cuales no vencieron como Caleb y Josué) (1ª Cor.10:7). Vea 1ª Cor. 9:24 donde este pasaje se introduce, no con salvación, sino con premio y corona, y con la posibilidad de ser “eliminado” o “desaprobado”.

La adoración de la imagen de la Bestia (Apoc.13:15) cuando se resista, llevará al martirio y a la coronación de aquellos que reinen durante los mil años (Apoc.20:4). Finalmente, “todos los mentirosos” se extiende en Apoc.21:27 para “cualquiera que haga abominación, o cometa una mentira” y en Apoc.22:15 se explica más detalladamente para “todo aquel que ama y hace mentira”. “La mentira” es del Diablo, de “si propio, o de suyo” (Juan 8:44). “La mentira” se asocia con el Hombre de Pecado y la obra de Satán, junto con aquellos que no reciben el amor de la VERDAD y que se deleitan en la injusticia (2ª Tes.2:9-12). En la iglesia, aquellos que se hacían pasar por apóstoles fueron hallados “mentirosos” (Apoc.2:2), y el mentiroso se asocia definitivamente con la negación del Anticristo (1ª Juan 2:22). Esta lista de horribles pecados se refiere por completo al tiempo de angustia que viene sobre el mundo bajo el dominio de la Bestia y del Falso Profeta. A inclinarse a la blasfema enseñanza, al someterse a ella antes que sufrir, a llegar a cometer actos de traición en un campo de batalla, y el tratamiento de todos estos delincuentes debe ser extremamente drástico.

Todavía nos falta aquí considerar un aspecto característico más, y es un aspecto que puede causar un considerable sentimiento de perplejidad; y es que se pueda acarrear en el medio de la iglesia (Apoc.2:3) la posibilidad de acabar en el Lago de Fuego. La teología tradicional en el pasado ha mantenido muy  pocas dudas contemplando a los millones de profanos no evangelizados y consignándolos a un tan horrible lugar, pero puede ser que un enfoque más cercano estimule una más lamentable deducción. El Lago de Fuego está implicado en las dos referencias a las iglesias, la segunda muerte, y el Libro de la Vida que ya hemos considerado (Apoc.2:11; 3:5). En primer lugar, este horroroso destino no fue preparado de antemano para los hijos de los hombres, fue “preparado para el Diablo y sus ángeles” (Mat.25:41) y en el Apocalipsis, los primeros a entrar son La Bestia, el Falso Profeta, y el Diablo (Apoc.19:20; 20:10). 

En tiempos de paz, el castigo para algunos actos dirigidos contra un Gobierno puede ser el encarcelamiento por algunos años, pero ese acto mismo en tiempo de guerra puede ser castigado con la muerte. En las iglesias de Apocalipsis 2 y 3 podemos percibir la infiltración de calumniadores, falsos apóstoles, mentirosos, Nicolaítas, la blasfemia de los que se dicen ser Judíos, pero no son sino de la sinagoga de Satanás; el trono de Satán, la doctrina de Balaam, la mujer Jezabel, a padres e hijos llevados a la muerte, la profundidades de Satán, un nombre que se dice vivo y está muerto. Todas estas constituyen las asociaciones de algunos de aquellos que, habiéndose vendido a Satanás, reciben la marca de la Bestia, y por eso son contados como dignos de sufrir el mismo destino de aquella infame trinidad, la Bestia, el Falso Profeta, y el Diablo. Los Salmos, muchos de los cuales son proféticos, están llenos de quejas y plegarias concernientes al enemigo, el hombre engañoso, el perseguidor y el traidor.

Donde sea que Abraham, Isaac, Jacob, David, el remanente creyente de Israel, y de “todo Israel”  vendrá a ser salvo en este periodo y esfera, debe ser deducido por otras Escrituras. Abraham, sabemos por Hebreos 11 que tiene su lugar en la Jerusalén celestial pero es que esta ciudad no desciende a la tierra hasta que los mil años hayan terminado. La única enseñanza positiva de Apocalipsis 20:1-6 es que los mártires de los tres años y medio últimos del dominio Gentil “reinarán” y serán “sacerdotes” de Dios y de Cristo.

 

TRES DÍAS

 

Antes de que consideremos la enseñanza de Apoc.20, concerniente al Gran Trono Blanco, veamos lo que podemos deducir por el testimonio de 2ª Pedro capítulo 3. Él habla de:

 

1 El día del Señor (2ª Pedro 3:10).

2 El día de Dios (2ª Pedro 3:12).

3 Los nuevos cielos y tierra (2ª Pedro 3:13).

4 El día de la eternidad (2ª Pedro 3:18).

 

El lenguaje de la A.V. obscurece la relación del día del Señor con el día de Dios, la R.V. en cambio está más próxima al original.

 

“Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; EN EL CUAL los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán desechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas”

 

¿Será que se aguarda y ardientemente desea la venida del día de Dios POR MOTIVO DEL CUAL los seres celestiales serán disueltos, y los elementos ardiendo serán desechos? (2ª Pedro 3:10-12).

“En el cual”, “por razón del cual” distingue claramente uno del otro. El día de Dios sucede y viene a seguir al día del Señor y está por encima o va más allá de la disolución del cielo y tierra. Porque en ese día, dice Pedro, según vemos, y ese día de Dios se explica posteriormente que sea:

1 El nuevo cielo y la nueva tierra.

2 El Día (pre-eminente) de la eternidad hemera aionos (2ª Pedro 3:18). El Milenio no es el objetivo final, el objetivo final es el Día de la Eternidad, el Día de Dios, simbolizado en las Escrituras típicas como “el octavo día” el primer día de la nueva semana.

Cuando consideramos la apertura de los sellos, encontramos que el sexto sello (Apoc.6:12-17) nos lleva a la frontera o límite del Milenio. El sol se oscurece, la luna parece ensangrentada, los cielos se pliegan como un rollo, el día de Su ira llega. No puede haber más que una ocasión cuando los cielos se plieguen como un rollo.

El Salmo 2 habla de la reunión de los reyes y gobernantes de la tierra y se cita en Hechos 4:26, 27 de Cristo. La inflamación de la ira del Hijo es paralela con el pasaje citado de Apocalipsis 6.

 

EL GRAN TRONO BLANCO

 

Volvamos ahora nuestra atención para el Gran Trono Blanco. Observamos que este juicio es doble. Primero hay un juicio de obras, y este después es seguido por el juicio que resulta en vida o en la segunda muerte. El juicio que sea más tolerable para Sodoma y Gomorra difícilmente podrá encontrase aquí, ni tampoco puede el juicio del mundo Gentil no evangelizado ser aquí alineado como se describe en Rom.2:6-16. El último por lo menos es un juicio es un juicio de acuerdo a “obras” (Rom.2:6), y por supuesto que pueden ser uno y el mismo que este juicio de Apocalipsis 20, pero de momento la decisión no es vital para nuestra cuestión. El Evangelio predicado generalmente se refiere al Gran Trono Blanco en un lenguaje que excede cualquier cosa escrita en Apoc.20. En vez de este capítulo nos decir que “cualquiera que se presente delante del Gran Trono Blanco es necesariamente condenado, lo que es cierto es lo contrario. Juan no habla ya de multitudes, sino que desciende al singular kai ei tis…eblethe “EL QUE NO, es decir SI ALGUNO…fue lanzado”.

La resurrección y el juicio del Gran Trono Blanco es el complemento de la resurrección y del juicio del Vencedor y siendo así, no puede hacer referencia a los millones de muertos no evangelizados.

Aquí es donde de momento hemos llegado. Serán necesarios muchos reajustes y eso requiere tiempo, cuidado y estudio con oración. Creemos que sea suficiente lo que se ha dicho ya y se ha puesto delante en este análisis para justificar una re examinación de muchas teorías existentes, y sin tan solo nos hace pararnos, y que veamos de nuevo esta ignorada todavía porción central de Escritura en esta conexión, esto es, Apoc.20:1-10, suficiente habremos logrado para justificar la publicación. Por hablar del reino “Milenario” hemos cegado nuestro entendimiento. Debíamos antes hablar de los primeros mil años de un reino que no tendrá fin hasta que el Hijo de Dios entregue un reino perfecto al Dios Padre, para que Dios sea todo en todos.

 

AUTORIDAD DELEGADA

 

El “Milenio” es el último de los gobiernos de Dios sobre la tierra en que se emplea la autoridad DELEGADA. David en la resurrección vendrá a ser el Vice rey del Salvador. Los doce apóstoles se sentarán sobre doce tronos juzgando a las doce tribus de Israel, los mártires de la persecución Anticristiana reinarán con Cristo, y mismo así, acaba en rebelión. El reinado siguiente es la edad del Hijo del Hombre solamente, y este se ubica en el día de gloria. Somos conscientes de que mucho de lo que se hemos escrito en este artículo es más bien desconcertante, pero solo preguntamos una cosa a nuestros lectores, ¿Hemos edificado encuadrándonos solo sobre la palabra revelada de Dios? ¿Hemos introducido alguna interpretación privada nuestra? Deseamos honestamente ser corregidos si de alguna manera inconsciente lo hemos hecho así, pero no hacemos ninguna apología por cualquiera de nuestras enseñanzas que estén en armonía con las Escrituras.

El lector interesado encontrará en El Expositor de Berea, Vol.6, pag.66 que todo aquello que aquí hemos expandido ya allí había sido expuesto de antemano, pero el clamor de la Dispensación del Misterio demanda que la cuestión del Milenio se ponga en la estantería. Sugestiones recientes han hecho que aprontemos el presente análisis.

Dos temas desafiantes deben concluir esta encuesta.

 

¿CUÁLES SON LAS OBRAS QUE SERÁN JUZGADAS?

 

1 En el Gran Trono Blanco habrá un juicio de OBRAS. Si estos que sean juzgados son los muertos impíos, ¿qué diferencia puede haber entre pecados y obras? Los comentadores parecen ser unánimes  en que este juicio se refiere a la multitud de incontables millones paganos sin evangelizar. Pero viendo que Apoc.2:1 y 3:5 y 20:6 engloba la totalidad del Apocalipsis reunido y que no debe excluir 20:12-15, y viendo que las “obras” son definitivamente un sujeto de “juicio” en Apoc.2:2, 5, 9, 13, 19, 26; 3:1, 2, 8, 15 y las recompensas de estos mismos capítulos apuntan todas a los mismos posteriores escenarios que cierran el Apocalipsis, ¿no se deja ver claro que “las obras” de Apoc.20:12, 13, NO SON las obras de los millones no evangelizados sino de aquellos que no pudieron ser incluidos en la PRIMERA resurrección de los vencedores, siendo que ambas características se hallan en las siete iglesias?

 

2 Una vez más, el Libro de la Vida se define en Apoc.21:27 como “El libro de la vida del Cordero”, aun cuando en Apoc.13:8 se halla en referencia directa a la adoración de la Bestia, Hebreos 12:2 nos dará aquí una ayuda. Hebreos 12:5-7 trata con los hijos, el tema de Hebreos 12:18-29 es la especial bendición del “primogénito” en conexión con el “Monte Sion…la Jerusalén celestial”. Los nombres de estos primogénitos están “ESCRITOS EN EL CIELO” y el aviso o la excepción concerniente al “borrar del nombre del libro de la vida” hace referencia a los que durante los tres años y medio de la gran tribulación, vengan a ser o bien “vencedores” o aguarden por la resurrección al tiempo del Gran Trono Blanco.

Lo que particularmente preguntamos a cada lector es lo siguiente - ¿ha COMENZADO o va a comenzar a hacer todas sus investigaciones acerca de este gran sujeto de la profecía con el pasaje clave de Apocalipsis 20:1-10? El Dr. Bullinger acostumbra decir “Algunos utilizan las Escrituras como un APOYO, para sostener sus convicciones. Otros van a las Escrituras como un CUBO lanzado al pozo de la verdad, y lo sacan lleno del agua de la vida”. ¿De qué tipo es usted?.

Habíamos pensado titular este artículo “Más allá del Reino Milenario” pero hemos hecho poco más que aclarar y remover alguna de la basura acumulada que ha impedido edificar genuinamente (Nehemías 3:1-2; 4:10). No dudamos sino que tengamos que edificar no solamente con la pala, sino que como Nehemías hizo lo tengamos que hacer con una espada a la mano (Neh.4:18), pero será una batalla digna (2ª Tim.4:7). Las edades que siguen a los mil años deben ser el tema de futuros estudios. El siguiente estudio puede ayudarnos a reconocer el lugar que al vencedor le toca en la profecía.

Los lectores transatlánticos deben perdonarme por pensar de Londres como una gran ciudad, pero es que en realidad hay dos Londres. Una de una milla cuadrada, con nombres de locales todavía indicados a las puertas de la ciudad, tales como la Puerta del Obispo, Aldgate, Cripplegate, etc., y separados dentro de los muros de la antigua ciudad. Esto es “La ciudad de Londres” con su antigua historia, su ciudad policial, sus calzadas citadinas, y sus honorables ciudadanos. La Grande Londres se gobierna por London County Council y difiere en muchos esenciales respectos de la ciudad común.

Así, le será fácil al lector pensar también de Jerusalén como de una ciudad indivisible, pero una más próxima observación y examen de las Escrituras le llevará a una discriminación entre la ciudad  de Jerusalén y el reducto de Sion. Una vez que se relatan especialmente ciertos aspectos de verdad a Sion, esta discriminación tiene que tenerse en cuenta. La primera referencia a Jerusalén, se halla en Josué 10: donde encontramos que estaba gobernada por el rey Amorita Adoni-zedek “el Señor de justicia”, Satán lo substituyó por Melquisedec “Rey de Justicia” (Gén.14:18). Aunque Jerusalén fue tomada por Josué leemos:

“Mas a los Jebuseos que habitaban en Jerusalén, los hijos de Judá no pudieron arrojarlos; y ha quedado el jebuseo en Jerusalén con los hijos de Judá hasta hoy” (Josué 15:63).

 

SION Y EL VENCEDOR

 

Encontramos la primera referencia a Sion llegando a los días de David. David reinó primero sobre Judá en Hebrón, y después sobre Israel en Jerusalén (2ª Sam.5:5), pero ya hemos visto que había un reducto habitado por los Jebusitas que le desafiaban. Tan confiados estaban en la invencibilidad de Sion que llenaban los muros de cojos y de ciegos burlándose de ellos. Una entrada secreta denominada “el canal” llegó a los oídos de David, y el aviso de que cualquiera que pudiese acceder a este canal y capturar la ciudadela de Sion sería hecho Capitán Principal. Este cometido lo llevó a cabo Joab, escalando un poste que conectaba la que ahora se denomina “la Fuente de la Virgen” con el interior de Sion (2ª Sam.5:6-9). En 1ª Crón.11:4-6 se registra el saqueo, y no solo tenemos la nota añadida “entonces Joab hijo de Sarvia subió el primero y fue hecho jefe” sino que el resto del capítulo se dedica significativamente a enumerar los nombres y las hazañas de “los tres principales”, los “treinta” y una lista de “hombres valientes” señalados todos por sus actos de bravura. La primera referencia a Sion se asocia con el “vencedor”.

 

SION ES EQUIVALENTE A LA JERUSALÉN CELESTIAL

 

Cuando volvemos al Nuevo Testamento encontramos esta asociación preservada. “Os habéis acercado al Monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial…a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos” (Hebreos 12:22, 23). Sion se menciona además en el libro de Apocalipsis donde vemos a los 144.000 vencedores estando en pie sobre el Monte Sion con el Cordero (Apoc.14:1, 4). Hebreos 12 y Gálatas 4 ponen al Monte Sinaí en contraste con el Monte Sion, y en Gálatas 4 el apóstol habla de la “Jerusalén de arriba” (Gál.4:25, 26). Pablo debía estar familiarizado con el hecho observado por Josefo de que Sion era referido como “la ciudad elevada” utilizando la misma palabra ano como se encuentra en Gálatas 4; he ano agora, he ano Jerusalem. Reuniendo estas referencias, percibimos que Sion difiere de Jerusalén en que está asociada con los vencedores, es la Ciudad Elevada, es el título alternativo para la Jerusalén celestial. En el Antiguo Testamento esta ciudad celestial no estaba revelada, y Sion refiere el centro de administración del Señor, no en los días de la paz perfecta, sino en medio de los enemigos:

“JEHOVÁ enviará desde Sion la vara de tu poder; domina EN MEDIO DE TUS ENEMIGOS”.

El SEÑOR está a tu diestra; QUEBRANTARÁ A LOS REYES en el día de SU IRA” (Sal.110:2, 5).

Este pasaje es comparable con el Salmo 2. Allí tenemos a los reyes de la tierra amotinándose contra el Señor, y contra Su ungido, pero aquel que está sentado en los cielos se burlará de ellos, y cuando a ellos se dirige, lo hace en SU IRA, diciendo:

“Yo he puesto mi rey sobre Sion, Mi santo monte”.

Este Rey cuyo dominio incluye “hasta los confines de la tierra” “los quebrantará con vara de hierro” y a estos reyes se les amonesta para “Honrar al Hijo, para que no se enoje, y perezcan en el camino, cuando se inflame de pronto SU IRA” (Salmos 2:6, 8, 9, 12).

El milenio viene inmediatamente a seguir a la Venida de Cristo (Apoc.19:21; 20:1, 2). No hay intervalo alguno para un reino Pre-Milenario en los registros del Apocalipsis excepto aquel tal reino de la Bestia. Cuando el venga, él vuelve a Sion:

“Vendrá el Redentor a Sion…Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová a nacido sobre ti” (Isaías 59:20 a 60:1).

Al mismo tiempo, es decir, al tiempo de la venida del Señor a Sion “tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones…Y andarán las naciones a tu luz, y los reyes al resplandor de tu nacimiento…la nación o el reino que no te sirviere perecerá, y del todo será asolado” (Isaías 59:20; 60:1, 2, 12).

Y de nuevo leemos en la profecía de Joel:

“Tocad trompeta en Sion, y dad alarma en Mi Santo Monte; tiemblen todos los moradores de la tierra, porque viene el día de JEHOVÁ, porque está cercano…JEHOVÁ rugirá desde Sion…y temblarán los cielos y la tierra; pero JEHOVÁ será la esperanza de Su pueblo, y la fortaleza de los hijos de Israel…y JEHOVÁ morará en Sion” (Joel 2:1; 3:16, 21).

O bien el Milenio comienza (1) con el Señor reinando en Sion, o (2) no es así. Pero Si es así, y reina, entonces el Milenio no puede ser un reino de paz universal, y afirmarlo sería contradecir el testimonio de la Escritura. Cuando el Señor reine en Sion lo hace en medio de Sus enemigos. La IRA es para ser temida. El GOBIERNO será con severidad – con una vara de HIERRO. Las naciones se encuentran en peligro de perecer, y asimismo se hallan los reyes, y las naciones y los reyes que se recusen a server a Israel perecerán “del todo serán asolados” (Isaías 60:12). Este será el día cuando Israel será nombrado “Los Sacerdotes del Señor” y “Ministros de nuestro Dios”, el día cuando aquellos que estén afligidos “en Sion” se les dé luz por cenizas (Isaías 61:3, 6).

Así podríamos continuar. O bien tenemos que creer que cuando el Señor reine en Sion, lo hará en una tierra donde todavía se hallen presentes los enemigos, o podemos creer cualquier otra de las teorías con las cuales el reino Milenario ha sido investido, pero es imposible creer ambas cosas.

 

EL ÚLTIMO EXAMEN

 

El Milenio es la última oportunidad del hombre y examen. En él, cuando el pecado se halla restringido y el Diablo encarcelado, el hombre aún en esas felices condiciones se muestra incapaz de permanecer firme, y el Milenio es la última de una serie que comenzó con el Edén, y que se extendió bajo el gobierno de los patriarcas, el dominio de la ley, y el reinado de David, hasta el adviento del Hijo del Hombre en Su humillación sobre la tierra.

 

LA CORRECTA DIVISIÓN AQUÍ DEDUCIDA

 

Hemos evidentemente ubicado en el Milenio profecías que pertenecen a la edad eterna sucesiva, y no al reinado del vencedor. Al Milenio le sigue un día cuando la Jerusalén celestial descienda a la tierra, para ser el centro repleto de joyas de una nueva tierra, y Pedro nos dice que el día de Dios viene a seguir al día del Señor. Los nuevos cielos y la nueva tierra que Pedro indicó a sus lectores (2ª Pedro 3:13) donde, él dijo, “mora la justicia” es un aspecto de la verdad al cual volveremos nuestra atención en artículos subsecuentes.

 

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