“El Milenio”
“SION EL VENCEDOR Y EL MILENIO”
NOTA DEL
TRADUCTOR
No hay un solo día en el cual el Espíritu nos deje de
enseñar la gloriosa esperanza que nos aguarda en el Llamamiento Supremo desde
el aire; y si bien, al menos de momento, no haya visto nada escrito acerca de
lo que haremos ni adónde nos iremos con Cristo mientras aquí en la tierra
comience la
Administración venidera,lo que si es cierto es que hacemos
parte de aquellos "millares de santos" que con Él descenderán en
medio de la Gran
Tribulación , al fin de la última semana de Daniel, que
estarán padeciendo los santos de la tierra. La Segunda Venida
comprende todo un periodo que comienza inmediatamente a seguir a nuestro Rapto
y acaba en el descenso del Hijo del hombre posando Su pie sobre el Monte Sion
con sus millares de santos. Este es el periodo denominado El día del Señor en
las Escrituras. A seguir a este terrible periodo, el cual Dios acortará para
que pueda salvar el remanente de Israel y aquella gran multitud como la arena
del mar que se arrepienta en ese tiempo, entraremos inmediatamente en aquel
reino desconocido hoy en las iglesias(y mucho menos predicado)denominadodel
Milenio. Este reino es el periodo conocido en las Escrituras como el día de
Cristo, y como casi siempre me sucede ahora, el Espíritu me ha vuelto a quemar
en Su fuego un montón enorme de convicciones que poblaban mis pensamientos
acerca de este reino aquí sobre la tierra. Espero que aquellos que le den la
importancia que el Espíritu Santo le da a Sus profecías, y no las menosprecien,
encuentren aquí un rasgo de la tal bendita esperanza que nos aguarda, y que en
el deseo de verla en concreción, se recree con los pormenores que nos han sido
dejados por escrito en la
Palabra de Dios. Exhorto, como en el estudio que envío a seguir
se pide, que dejemos de lado cualquier preconcepto recibido de boca de los
hombres, y que con el espíritu de Berea estemos dispuestos a escudriñar las
Escrituras para ver si es que TODO esto sea así, como se expone.
Realmente, no es que vaya a responder este estudio todas las
preguntas que tengamos, pero lo que sin duda hará es despertar en cada hijo de
Dios la necesidad tan apremiante que tiene de "desaprender", para que
pueda el Espíritu Santo enseñarle todas Sus cosas de nuevo.
En cuanto a mí, ya hace tiempo, desde que me aseguro el
Espíritu que es solo Dios en Cristo Quien está irguiendo a Su verdadera
Iglesia, que no pongo mis ojos en el tan afamado "Ministerio de
Reconciliación" que tanto predican las iglesias y en el cual están involucrados.
Ese tal "Ministerio" ya se llevó a cabo por el Hijo y por los que le
oyeron, y ahora en cambio, cuando a todas las Naciones Gentiles ha llegado ya
el anuncio de Jesucristo, a los que está llamando Dios individualmente para
ligarse solo a Su Cabeza, les está pidiendo que retengan la Palabra Profética
Más Segura, a la cual haremos bien en estar atentos como una antorcha en un
lugar obscuro hasta que el Lucero de la Mañana nazca en nuestros corazones.
Dejemos, pues, la tal expansión de Cristo por la tierra que tanto
pregona la Iglesia ,
y comprobemos lo que verdaderamente está sucediendo en la tierra en este
momento, y lo que le espera para breve. Pues, por mucho que se afane la
apóstata iglesia de estos últimos días, el mundo y la tierra se corrompe y va
de mal a peor, tal como se dijo en la profecía que sucedería. Así que es hora
de sentarnos a la diestra del Padre con Cristo, donde está nuestra vida, y ver
que de la tierra y del mundo no sucederá otra cosa, sino TODO lo que sobre ella
nuestro Padre ha dejado por escrito. Este es el Gran Secreto revelado.
Juan Luis
Molina
SION,
EL VENCEDOR,
Y el
MILENIO
CHARLES H. WELCH
Trad. Juan Luis
Molina
First Published 1956
Reset and Reprinted 1989
Reprinted 1997
Ó THE BEREAN PUBLISHING TRUST
52A Wilson Street, LONDON EC2A
2ER
ISBN 0 85156 132 2
PRÓLOGO
2a
Timoteo 2:14-26 nos pone delante por escrito los siguientes de alguna forma
provocativos artículos.
1º
Contender, y contender acerca de palabras que no aprovechen, está prohibido
(vers. 14, 24)
2º La
única aprobación que debemos procurar es la de Dios (vers.15)
3º
Dislocar una verdad, puede carcomer como una gangrena (vers.17, 18)
4º Aunque
no tengamos temores concernientes a la “firmeza del fundamento”, tenemos la
responsabilidad de “alejarnos de la iniquidad” (vers.19)
5º No
tenemos que intentar “limpiar” a otros siervos de Dios, pero si queremos “estar
dispuestos a ser útiles para el Señor” debemos “limpiarnos nosotros mismos” de
cualquier complicidad con conocimiento de error (vers.21)
6º
Exhortaciones tales como “evitar” “huir”, “desechar”, “escapar”, no pueden ser
ignoradas (vers.16, 19, 22, 23).
7º
Todo esto al final nos lleva a “SI QUIZÁ DIOS”. Aquí solo nos paramos, y
solamente Dios es Quien, si le place, nos llevará adelante (vers.25, 26).
8º La
terrible alternativa a todo esto comienza en 2ª Timoteo 3:7.
SION
EL VENCEDOR
Y EL MILENIO
El Milenio
Sin duda alguna que casi todos habremos oído la historia de la pequeña
niña que se recreaba repitiendo con gozo la bendita palabra “MESOPOTAMIA”, y la
hemos escuchado con una indulgente sonrisa. Sin embargo parece que todos se
queden además así seducidos por la palabra MILENIO, debido a que nunca se
encuentra un término tal en la
Escritura. La palabra ha sobrepasado los confines de la
exegesis Escritural, para el mundo externo, así que un Miembro del Parlamento
ha podido llegar a desmentir una sugestión como “¡pensando que podemos causar
el Milenio!”
“Todas las ingenierías comienzan sobre
los planos diseñados”. Un momento de reflexión nos demostrará cuan lógica a
venga ser realmente esta observación. Si los expositores de las Escrituras
tuviesen en cuenta solamente el plano general de la Profecía delante de
ellos, y viesen claramente cuán lejos han caído en el error con sus propias
teorías, ¡qué cantidad de obstáculos tan enorme, falsos entendidos y falsas
enseñanzas, habrían sido puestas de lado! El lector comprenderá que este
principio se pone delante de nuestro pensamiento con el intento, en este
análisis, de juntar todas las piezas del complejo tema o sujeto de la Profecía. Por
ejemplo, hemos sido atraídos al principio por la enseñanza conocida como “El
Reino Pre-Milenario”, pero antes de comprometernos a aceptarla, hemos tomado el
Diseño Planeado, es decir, hemos escudriñado el cuadro general del dominio
Gentil en Daniel 2. Y ahora desafiamos a cualquiera a encontrar un hueco
siquiera para el tal reino imaginado por estos comentadores en los vers.44, 45,
y por tanto, a pesar de los clamores de amistad y sincera admiración que hayan
surgido, esa tal agradable visión tiene que ser dejada de lado. Esperamos que
cada uno de nuestros lectores haga lo mismo con cada sugestión hecha en este
Análisis, porque es tan posible, al fin y al cabo, que tengamos una
más clara conciencia de los errores de los demás que de los nuestros propios.
EL PASAJE CLAVE
Es tiempo de que nos frotemos los ojos,
poniendo de parte aquellas escenas que los estudiantes proféticos hayan
exhibido, y de que ejercitemos el espíritu de Berea, que tan altamente
se recomienda en la Palabra
de Dios. Todo lo que se declare positivamente en las Escrituras sobre el
tema se hallará encuadrado sin ninguna duda en tan solo DIEZ VERSÍCULOS de
Apocalipsis 20; todas las demás descripciones, promesas, y características, se
introducen a seguir en este periodo por deducción, correcta o
equivocadamente, pero solamente por deducción. Los libros escritos por muchos
comentadores acerca del Milenio le prestan poca atención a la actual redacción
de Apoc.20:1-10, y se extienden excesivamente sobre la paz y la prosperidad con
superlativos que no están garantizados en el pasaje clave de Apocalipsis
20. Hemos además, hablando continuamente del “Reino Milenario”, limitado
involuntariamente el Reino de Cristo a unos mil años; mientras que una
declaración verdadera se refiere a ese periodo como “los primeros mil años de
un reinado, el cual, comenzando con la venida de Cristo y el fin del dominio
Gentil, será inquebrantable (nunca será destruido, y permanecerá para
siempre Daniel 2:44; 7:14, 27) hasta que el Hijo haya puesto todas las
cosas bajo Sus pies (porque “preciso es que el reine” hasta que esto se
cumpla 1ª Cor.15:25, 26 lo cual alcanza hasta el Gran Trono judicial y se
extiende adelante), entregándole el reino a Dios el Padre, para que Dios
pueda ser todo en todos”. Este es el reinado de Cristo, siendo que el
reino Milenario sea tan solo una parte suya, y posiblemente como veremos una
pequeña porción del total. TODO lo que las Escrituras DICEN en Apocalipsis 20
de un Milenio, son las palabras ta chilia ete “los mil años”
LOS MIL AÑOS
Estas palabras no son en sí mismas menos
“benditas” que la palabra “Mesopotamia”. Pero en contra de lo que se piensa,
bien pueden ser además mil años de miseria por todo lo que de este término
“Milenio” enseña. Algunos de nosotros hemos llegado a conclusiones erradas en
cuanto al carácter del reino Milenario solo por ignorar lo que
actualmente está escrito en el Apocalipsis. El reloj profético no se para
automáticamente al final de los mil años; lo que viene a finalizar es el
reinado del VENCEDOR. “El Rey de reyes” no abdica. El día del Señor tiene que
ser seguido por el día de Dios, justo igual que el reino Davídico se
caracterizó por la presencia del enemigo y de la guerra, y fue sucedido por el
reino Salomónico de Paz. ¿Será demás pedirle al lector, con estos cambios de
estado aquí presentes ante sus ojos, que deje de lado por un tiempo al menos,
todo lo que haya retenido y aprendido, y que considere este importante tema sin
preconceptos? Volvamos por tanto al pasaje clave:
“Vi un ángel que descendía del cielo, con
la llave del abismo, y una gran cadena en la mano. Y prendió al dragón, la
serpiente antigua, que es el diablo y Satanás, y lo ató por mil años; y lo
arrojó al abismo, y lo encerró, y puso su sello sobre él, para que no engañase
más a las naciones, hasta que fuesen cumplidos mil años; y después de esto debe
ser desatado por un poco de tiempo. Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los
que recibieron facultad de juzgar; y vi las almas de los decapitados por causa
del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a
la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus
manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años. Pero los otros muertos no
volvieron a vivir hasta que se cumplieron mil años. Esta es la primera
resurrección. Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera
resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre estos, sino que serán
sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años. Cuando los mil años
se cumplan, Satanás será suelto de su prisión, y saldrá a engañar a las
naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog, a fin
de reunirlos para la batalla; el número de los cuales es como la arena del mar.
Y subieron sobre la anchura de la tierra, y rodearon el campamento de los
santos y la ciudad amada; y de Dios descendió fuego del cielo, y los consumió.
Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde
estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los
siglos de los siglos.” (Apoc.20:1-10)
LAS TRES ERRES
Hay tres escenarios en pie en este
registro:
1º La Reclusión de Satanás.
2º El Reinado del vencedor.
3º La Rebelión al final.
Aquí tenemos las tres Erres que son
fundamentales e ignoradas por nuestra cuenta y riesgo. Satanás es desatado tan
solo por un “corto espacio de tiempo” y sin embargo la respuesta a su engaño es
inmediata: “Y subieron”. La observación u objeción, de que esto se da para allá
del Milenio, es falsa e invalida. Lo que tuvo lugar en 2014 se conecta o asocia
íntimamente con lo que sucedió en 2013. Las naciones que van así a ser
engañadas se diferencian del pueblo de Israel. Las naciones son denominadas Gog
y Magog, y habitan los cuatro cantos de la tierra, mientras que Israel, debemos
asumir, ocupa la ciudad amada y forma el campamento de los santos (Apoc.20:9).
El carácter anticristiano de esta rebelión a pesar de los intervinientes mil
años, se señala o indica por los títulos Gog y Magog. El escritor del Apocalipsis asume un previo
conocimiento con Ezequiel.
GOG Y MAGOG, USO ENTENDIDO
“Hijo de hombre, pon tu rostro contra
Gog, en tierra de Magog, príncipe soberano de Mesec y Tubal, y profetiza contra
él” (Ezequiel 38:2).
En asociación con Gog y Magog, se hayan
Persia, Etiopía, Libia, Gomer y todas sus tropas, la casa de Togarma de los
confines del norte y todas sus tropas, y mucho pueblo contigo (Ezequiel 38:5,
6). Esta invasión a través de estos ejércitos será mitigada por el Propio
Señor.
“Y te quebrantaré, y pondré garfios en
tus quijadas” (Ezeq.38:4)
“En aquel tiempo, cuando venga Gog contra
la tierra de Israel, dijo Jehová el Señor, subirá Mi ira y Mi enojo”
(Ezeq.38:18).
“Sobre los montes de Israel caerás tú y
todas tus tropas, y los pueblos que fueron contigo; a aves de rapiña de toda
especie, y a las fieras del campo te he dado por comida…y enviaré fuego sobre
Magog” (Ezeq.39:4-6)
“En aquel tiempo yo daré a Gog lugar para
sepultura allí en Israel…Y la casa de Israel los estarán enterrando por siete meses”
(Ezeq.39:11, 12)
“Di a todas las aves de toda especie y a
toda fiera del campo: Juntaos, y venid…Comeréis carne de fuertes, y beberéis
sangre de príncipes de la tierra” (Ezeq.39:17, 18).
El paralelo de estos pasajes con
Apocalipsis 19:17-21 es INCUESTIONABLE. Allí tenemos de nuevo el llamamiento a
las aves y a las fieras para devorar la carne de capitanes y reyes. Aquí las
huestes guerreras son reunidas por la
Bestia que es echada en el lago de fuego.
El “Milenio” está rodeado en todas
partes por un ejército invasor armado, antes de él, liderado tanto por la Bestia , como engañado por
Satán reuniendo al final las naciones contra “Aquel que monta sobre el caballo”
o “contra la ciudad amada y el campamento de los santos” y ambos acaban en el
fuego, siendo destruidos así como lo fueron las ciudades de Sodoma y Gomorra.
Si tan solamente un puñado de rebeldes se descubriera al cierre de los mil
años, eso haría que nos cuestionásemos como acertada la idea de la paz
universal o justicia, pero este no es un simple “puñado” de gente. Se dice que
el número sea “como la arena del mar”, y nada, a no ser el deseo de que
prevalezca la convicción personal preconcebida, podría llevar a cualquier hijo
de Dios a menospreciar esta descripción tan clara y contundente.
Desde la bendición de Abraham en Génesis
22:17 hasta Oseas 1:10 se emplea continuamente esta figura: “El número de los
hijos de Israel será como la arena del mar, que no puede ser MEDIDA ni CONTADA”
(Oseas 1:10)
Este ejército innumerable con el intento
anticristiano de “subir sobre la anchura de la tierra” (y eso aun pensando que
fuera limitado al “territorio” de Palestina) tiene obviamente la misma
implicación que en Isaías 8:8 y Habacuc 1:8 donde la abrumadora
naturaleza de la invasión se describe de tal manera.
Ninguna rapsodia, ninguna frase poética,
ninguna privada interpretación, ninguna deseable imaginación puede alterar el
hecho, de que el “Reino Milenario” acaba, como comienza, con una terrible
rebelión. El Milenio no será la
PRIMERA de una nueva serie, sino la ÚLTIMA de una serie de
pruebas más antigua, en la cual el hombre ha ido siendo probado o examinado
bajo diferentes formas de gobierno, y en cada caso ha sido hallado en falta
como al principio de su caída. Este reino Milenario es la ÚLTIMA DELEGADA
autoridad. Y en él, David puede haber reinado sobre la tierra como
vice-regente, los doce apóstoles se pueden haber sentado sobre los doce tronos
juzgando a las doce tribus de Israel, los vencedores pueden haber reinado como
sacerdotes de Dios y de Cristo, pero todo vendrá a ser en vano. Cristo debe
someter TODA autoridad, tanto buena como mala, y reinar sola y
supremamente, si es que alguna vez el propósito de las edades viene a
alcanzarse.
TRAZOS CARACTERÍSTICOS
Ahora de momento volvamos nuestra
atención a una serie de trazos que caracterizan el Milenio, este periodo que
cierra las pruebas del hombre.
1 La
restricción de Satán
2 La
restricción de la transgresión
3 El
encubrimiento del pecado
4 El gobierno
de una vara de hierro
5 La voluntaria
obediencia de Israel
6 La fingida
obediencia de muchas de las naciones.
La semana final
de las setentas semanas de Daniel 9 precede inmediatamente al reinado de los
mil años, e introduce aquel periodo de bendiciones que se indican en el
vers.24. La primera cosa que será cumplida cuando las Setenta Semanas hayan
alcanzado su fin se dice que será “terminar la prevaricación” o transgresión
(Dan.9:24). Esta traducción, no en tanto, deja mucho por explicar. ¿Será que la
transgresión “termina” en el sentido de que sea tan completamente cubierta por
Expiación y Perdón, que nunca más venga a levantar su cabeza? (Heb.kalah),
¿será que la transgresión “termine” en el sentido de la palabra hebrea shalam?
La respuesta es no, siendo que la palabra hebrea sea kala, cuya idea se
asemeja a la hebrea kalah, no debe confundirse con ella. Kala se
traduce de la siguiente manera:
Prohibir 1,
mantener 1, mantener detrás 1, abstenerse 1, retener 1, callar 4, contener 2,
estar latente 2, ser refrenado 2, y termino 1.
Esto no es una mera
opinión, sino evidencia, y una evidencia que no puede ser ignorada o negada
sin que se dé el desastre espiritual. Nótese, que la única referencia en la A.V. que contiene la
traducción “terminada” es Daniel 9:24, que al margen corrige diciendo “o
restringir”. La palabra se utiliza del encarcelamiento de Sedequías y de
Jeremías y la forma nominal kele, y beth kele se traducen
“prisión”. Daniel 9 no nos enseña que cuando la profecía se cumpla la
transgresión habrá “terminado”, sino que será RESTRINGIDA o APRISIONADA. Esta
será también la condición de Satán a través del Reino Milenario, él será
“atado” durante mil años, pero bajo ningún concepto estará o habrá “acabado.”
De igual manera, los pecados serán SELLADOS, tal como al margen se indica en
contra de la lectura “terminar o ponerle fin al pecado”. La palabra hebrea chatham
se traduce de las siguientes formas:
Sellar 16,
lacrar 6, ser sellado 2, marcado 1, neutralizado 1, y la palabra caldea en
Daniel 6:17 es sellar.
Por las
referencias al margen en la A.V.
deducimos que algunas de las naciones acatarán una “obediencia fingida”. ¿Se justifica esta traducción?
Veamos. Los pasajes bajo revisión son Salmos 18:44; 66:3; y 81:15. La A.V. y la R.V. traducen “fingida
obediencia” al margen, y la nota “Hebrea, falsa”. ¿Es esta
interpretación marginal correcta? Podremos referir que así lo hacen
expositores tales como Perowne, Hengstenberg, y la traducción Literal de Young
y Rotherham. Rotherham traduce “Se acercan a mí con ADULACIÓN SERVIL”. Por
supuesto que esta unanimidad entre los escolares tal vez no sea sino el
ciego guiando al ciego, pero por otra parte bien puede expresar la mente
de Dios. Existe solamente
un examen autoritario. El empleo consistente de la palabra y una franca
exposición de sus ocurrencias en las Escrituras. La palabra hebrea kachash aparece
veintiocho veces, y en ningún otro pasaje que no sean los tres Salmos
citados se traduce “someter”. Las restantes referencia se traducen como sigue:
“Fallar 1, ser hallado mentiroso
1, desmentido 1, tratar falsamente 1, engañar 1, fracaso 1, mentira 5, mentiras
4, mintiendo 1, y falsear 1.
En ningún pasaje es posible
sustituir obediencia” o “sumisión” en ninguna de estas veinticuatro ocurrencias.
Si el “empleo” tiene algún peso, entonces, “fingida obediencia” debe mantenerse
y permanecer. Negarlo sería desafiar en oposición el testimonio
de la
Escritura. Deuteronomio 33:29 que emplea la hebrea kachash
lee:
“Y tus enemigos serán hallados
mentirosos ante ti”.
El Léxico escolar de Brown,
Driver y Briggs da el significado de kachash:
“Decepcionado, engañado,
fallido, sin consistencia”, y en referencia a los Salmos en cuestión, sus notas
dicen:
“adulando, acercarse con
adulaciones falsas, dar una falsa muestra de obediencia”.
No podemos dejar de lado este
unánime testimonio sin que pervirtamos el posterior motivo que nos
sugiera nuestra decisión en cuanto al caso. Además, aunque la Septaquinta no sea
infalible, con certeza que debemos permitirle a los Hebreos de aquella temprana
edad que entendiesen su propia lengua, por lo menos tan bien como el
mejor entendido de nosotros hoy en día. La Septaquinta emplea epseusanto
“ellos mintieron” en el Salmo 18:44 y en el Salmo 81:15 exactamente como
lo hicieron en Deuteronomio 33:29. Creemos que hasta el más cándido estudiante
estará convencido ya de que la hebrea kachash es muy rígida en su
significado, y que no puede ser usada para distinguir un periodo de “paz
universal y justicia”. Aceptar la traducción “rendir fingida obediencia”
quiebra el sueño quimérico de muchos que no está de acuerdo con la Escritura del Milenio.
Ese reinado de mil años no es el reino perfecto sobre la tierra.
El Salmo 18:44, 45 pone en
correspondencia estas características:
“Los hijos de los extraños se
sometieron (al margen, rindieron fingida obediencia) a mí. Los extraños se
debilitaron, y salieron temblando de sus encierros”
Su sumisión es falsa.
Salmo 66:3, 5-7. (El contexto
inmediato se refiere al éxodo de Egipto)
“¡Cuán asombrosas son Tus obras!
Por la grandeza de Tu poder se
someterán a ti tus enemigos (si es de voluntad o involuntariamente no se nos
revela aquí).
Temible en hecho sobre los hijos
de los hombres.
Volvió el mar en seco…
Los rebeldes no serán
enaltecidos”
El Faraón es un ejemplo de la
tal sumisión fingida o forzada.
Por Zacarías 14:16-19 aprendemos
que algunas de las naciones se rebelarán contra el mandamiento que decrete
subir a Jerusalén para guardar la fiesta de los tabernáculos, y al mismo tiempo
y periodo Israel será tan de corazón convertido y bendecido, que las palabras
sagradas, originalmente limitadas a la
Mitra del Sumo Sacerdote, esto es, “Santidad al Señor, se
pondrá entonces sobre las campanillas de los caballos y en las propias ollas de
las cocinas de este bendito reino de Sacerdotes, sin embargo su santa
presencia no impide la desobediencia asomando su cabeza entre las naciones
circundantes.
EL GOBIERNO DE LA VARA DE HIERRO
Otra característica revelada es
el uso de la vara de HIERRO. Ahora es tiempo de meditar sobre el significado de
la palabra griega rhabdos o su hebrea equivalente, la palabra que
requiere nuestra consideración es HIERRO. Ningún pastor amoroso usa una vara de
HIERRO para pastorear su rebaño, la utiliza solo como defensa contra sus
enemigos, el ladrón, el león y el lobo.
El Salmo 2:9; y
Apoc.2:27; 12:5 y 19:15 hablan de “quebrar” o “dominar” con una vara de HIERRO,
y es esta la cualidad del HIERRO que demanda atención, y si se ignora
nos guiará al error y a la cautividad (2ª Tim.2:25, 26). Cuando el profeta
nos impresiona con la terrible naturaleza de la cuarta bestias de Daniel 7, nos
expone hablando de su “gran colmillo de HIERRO” (Dan.7:7). De la misma forma,
cuando la imagen que simboliza el dominio Gentil se describe, se va
gradualmente deteriorando desde el oro hasta el hierro, con este comentario:
“Y como el
hierro desmenuza y rompe todas las cosas…(así) desmenuzará y
quebrantará todo (Dan.2:40).
Este es
el inspirado comentario sobre el hierro; “desmenuza”, hiere, y ¿objetaríamos o
intentaríamos corregir el lenguaje de la Santa Escritura ,
sin venir a caer bajo la acusación de rendir “fingida obediencia”? El hierro se
menciona en los Salmos cinco veces. Aparte del Salmo 2 el hierro se emplea
hablando de grillos de cárcel e igualmente de aflicción, y las
cadenas de una prisión (Salmos 105:18; 107:10, 16; 149:8). El hierro se
introduce en las Escrituras como uno de los atentados de la línea de Caín para
atenuar la maldición que había caído sobre la tierra (Gen.4:22). Egipto es
comparado a “un horno de hierro” (Deut.4:20), y ningún instrumento hecho de
hierro se permitía para pulir las piedras utilizadas en la edificación de un
altar (Deut.27:5), y un cielo arriba y una tierra abajo comparados al hierro,
significaba un juicio disciplinario (Lev.26:19; Deut.28:23). Variadas veces
leemos acerca de los “carros de hierro” empleados por los Cananeítas (Josué
17:16, 18; Jueces 1:19; 4:3, 13). La pregunta de Jeremías ¿Puede alguno quebrar
el hierro, el hierro del norte y el bronce? (Jer.15:12) se responde en el Milenio. La vara de
hierro lo ejecutará. El gran colmillo de hierro devorador de la Bestia , los pies hoyadores
de hierro y barro de la imagen serán enfrentados y más que mitigados por el
gobierno de la vara de HIERRO. La palabra hebrea raa, quebrar, se usa en
el Salmo 2:9; Jeremías 15:12, y su equivalente palabra caldea en Daniel 2:40.
Estos son hechos tan evidentes que nadie puede dejar de lado. Observemos de
nuevo el testimonio del Salmo 110:
“Jehová dijo a mi Señor:
Siéntate a Mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies.
Jehová enviará desde Sion LA
VARA DE TU PODER: Domina en medio de tus enemigos” (Salmo
110:1, 2).
BENDICIONES EXPANDIÉNDOSE DESDE
JERUSALÉN
Si las palabras “JEHOVÁ dijo a
Mi Señor” se refieren sin duda alguna a Cristo (Mat.22:44), entonces la
objeción de que la proximidad de “Jehová” y “Su Ungido” descarta a Cristo del
Salmo 2 se demuestra que no es válida. Aquí el Señor se exhibe gobernando, no
en un mundo de paz universal, sino “proveniente de Sion” y “en medio” de
enemigos. Al mismo tiempo, y en el mismo periodo en que muchas de las naciones
rindan fingida obediencia, leemos:
“Tu pueblo se
te ofrecerá voluntariamente en el día de tu poder” (Salmo 110:3)
Aquí tenemos la
inspirada comparación. Las naciones rindiendo fingida obediencia; aunque
Israel, al menos, ofreciendo voluntaria obediencia. Esto nos lleva hasta otro
carácter asociado con el hecho nombrado de que las bendiciones de este reino Milenario
primero que nada se centren en Jerusalén como un eje radial, y desde ese
eje la luz y verdad se expandirá hasta llenar del conocimiento del Señor toda
la tierra, como las aguas cubren al mar.
“No harán mal
ni dañarán en todo mi santo monte”
Esta es la
primera declaración
“Porque la
tierra será llena del conocimiento de Jehová, como las aguas cubren el mar”
(Isa.11:9).
Esta es la
secuencia. La respuesta a la rebelión de los reyes de la tierra se halla en el
Salmo 2:6:
“Yo he puesto
Mi Rey sobre Sion, Mi santo monte”.
Aparte de este
santo monte los paganos en las demás partes tienen que ser disciplinados con
una vara de hierro, y los reyes rebeldes y jueces de la tierra deben recibir
avisos y consejos.
“Honrad al Hijo
para que no se enoje, y perezcáis en el camino. Pues se inflama de pronto su
ira” (Salmo 2:12).
Este centro o
eje escogido divinamente es el tema de Isaías 2.
“Acontecerá en
lo postrero de los tiempos, que será confirmado el monte de la casa de Jehová
como cabeza de los montes, y será exaltado sobre los collados, y correrán a Él todas
las naciones. Y vendrán muchos pueblos, y dirán: Venid, y subamos al monte
de JEHOVÁ, a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará Sus caminos, y
caminaremos por Sus sendas. Porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén
la palabra de JEHOVÁ” (Isaías 2:2, 3).
Primero la vara
de Su poder se envía “saliendo de Sion” donde el Señor gobierna en medio de Sus
enemigos (Salmo 102:2). Y como les avisó en el Salmo 2:12 “Quebrantará a los
reyes en el día de Su ira” (Salmo 110:5). Después que el Señor retorne a Sion,
y Jerusalén pase a ser “una ciudad de verdad” (Zac.8:3) “vendrán muchos pueblos
y fuertes naciones a buscar a Jehová de los ejércitos en Jerusalén, y a
implorar el favor de Jehová…En aquellos días acontecerá que diez hombres de las
naciones de toda lengua tomarán del manto a un judío, diciendo: Iremos con
vosotros, porque hemos oído que Dios está con vosotros” (Zac.8:22, 23). Cuando
la gloria sea devuelta a Jerusalén y el templo se edifique de acuerdo a lo
especificado en los últimos capítulos de Ezequiel, entonces el título del Señor
de hecho será Jehová Shamma “El Señor habita allí”.
El reino
Milenario acaba como ya hemos visto con una rebelión surgiendo de las naciones
que habitan en los cuatro cantos de la tierra, el número de los cuales es tan
grande como para justificar la figura “cuyo número es como la arena del mar”
(Apoc.20:8). La rebelión por tanto siempre se encontró latente durante los 1000
años. No se indica que la tal rebelión impida el día cuando 1ª Cor.15:28
se cumpla, pero es que ese día se halla más allá de los límites del reino
Milenario y no es lo que se está comentando en el Libro del Apocalipsis. Bien
podemos venir a descubrir que mucho de lo que hemos imaginado como
perteneciente al Milenio se probará ser pertenencia al posterior periodo que
viene a seguir. El día del Señor es seguido por el día de Dios, el Sabbath,
seguido por “el primer u octavo día”.
Si retenemos estrictamente
el registro de Apocalipsis 20 nos daremos cuenta de que el así denominado
reino Milenario es el periodo cuando el sufrido vencedor que se haya recusado
reconocer a la Bestia
o a su autoridad, “viva y reine con Cristo, durante mil años”, pero nada se
dice de la magnitud de la nación de Israel, excepto la revelación de que haya
sobre la tierra además al mismo tiempo “el campamento de los santos” y “la
amada ciudad”. En gran parte esta fase del reino es la respuesta de Dios al único
pre-milenario reino conocido en el Apocalipsis, es decir, el Pre-Milenario
¡reino de la Bestia !
Cuando con Jerusalén se halle en regocijo y con su pueblo lleno de gozo, es entonces
que el lobo y el cordero comerán juntos, y el león vendrá a comer paja como
el buey, y (aunque, al mismo tiempo) polvo será el alimento de la serpiente. No
afligirán, ni harán mal en todo Mi santo monte, dice el Señor (Isaías 65:18,
19, 25).
La referencia a
la serpiente aquí sugiere que el reino perfecto todavía no ha llegado, y en
armonía con esto, en el medio de esta sección que habla de las bendiciones
“Milenarias” cuando “según los días de los árboles” serán los días de Sus
elegidos (Isaías 65:22), aprendemos que “el niño morirá de cien años, y el
pecador de cien años será maldito” (Isaías 65:20). Mientras que la edad de
Matusalén es proverbial con esto, y la edad de muchos de los patriarcas de
Génesis capítulos 1 a
11 se aproxima a los mil años, y así, para cualquiera en aquel día que muera a
los cien años de edad vendrá ser como la muerte de un niño hoy en día. El
hecho, sin embargo, de que pueda ser observado que un “pecador” pueda venir a
“morir” a la edad de cien años o ser “maldito” (a pesar de la dificultad que
pueda tener la verdadera exposición de Isaías 65:20) hace con que una cosa sea
cierta, que todo esto viene antes del descenso de la Nueva Jerusalén a
la tierra, porque entonces ya “no habrá más” pecado, ni muerte, ni
maldición. Esto junto con la referencia a la SERPIENTE en el
versículo 25, hace evidente que durante el reino “Milenario venga a haber algunos
que serán castigados o punidos por sus pecados, y aun mismo haya además una
multitud tan numerosa como la arena del mar, que será devorada por el
fuego que desciende de Dios proveniente del cielo al cierre (Apoc.20:8, 9). Gog
y Magog ya deben estar preparados en sus corazones; porque dice que solo
se necesita de un “corto espacio de tiempo” para reunirlos. El sujeto o tema
que ya hemos visto es de suficiente consecuencia como para hacer un resumen
antes de venir a examinar algunos de los más extraordinarios registros que nos
aguardan en Apocalipsis 20.
UN
RESUMEN DE LAS CARACTERÍSTICAS MILENARIAS
(1)
La positiva enseñanza concerniente al Milenio se limita a diez
versículos en Apocalipsis 20. Todo lo demás es una materia de deducción, posiblemente
legítima, pero para tratarse con la necesaria reserva.
(2)
El término “el Milenio” no es un título Escritural para el periodo
cubierto por Apocalipsis 20.1-10, pues la palabra es simplemente la latina para
1000 años y ese es el número de años cubierto por esta profecía, y se expresa
seis repetidas veces, en los vers.2, , 4, 5, 6 y 7. El término sin embargo no
debe ser empleado con significados y características que nieguen o ignoren lo
que está escrito en Apocalipsis 20.
(3)
Es correcto hablar de este periodo como de un “reino”, porque los
vencedores no solamente “viven” sino que “reinan” además con Cristo durante mil
años (Apoc.20:4, 6). La palabra griega para reino es Basilea, la palabra
griega para reinado es basileuo, (Vea el artículo REINO en Un
Análisis Alfabético, 2ª parte, pag.227).
(4)
Estrictamente hablando el vencedor (Apoc.2:7, 1, 17, 26; 3:5, 12,
21; 12:11; 15:2 y 21:7) es el hilo conductor que reunifica todos los
prodigiosos acontecimientos de esta Profecía, y unifica ambos pasajes bajo
Apocalipsis 3:21 de la siguiente manera:
“Al que venciere le daré que se
siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con Mi
Padre en Su trono” (Apoc.3:21).
“Vi también como un mar de vidrio
mezclado con fuego; y a los que habían alcanzado la victoria sobre la bestia y
su imagen, y su marca y el número de su nombre, en pie sobre el mar de vidrio,
con las arpas de Dios” (Apoc.15:2).
“Y vi tronos, y se sentaron sobre
ellos los que recibieron facultad de juzgar; y vi las almas de los decapitados
por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían
adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes
ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años. (Apoc.20:4)
Las palabras de Apoc.20:4 “por causa
de Jesús, y por la palabra de Dios”, forman una conexión con la declaración de
apertura de Apocalipsis 1:9, 10 cuando Juan fue llevado en el espíritu al día
del Señor desde la isla llamada Patmos donde él comparte la tribulación de
estos vencedores, antes del tiempo de estos “por la palabra de Dios, y por el
testimonio de Jesús”
EL CARÁCTER
PRE-EMINENTE
“El reino Milenario” parece haber
sido usado por escritores sobre la profecía como un conveniente periodo en el
cual se ubican pasajes que son de alguna manera difíciles de apropiar en el
esquema global, y esto ha embotado y mellado el filo del testimonio de Apoc.20,
que coloca como una pre-eminente característica, la recompensa para el
vencedor, y difícilmente se refiere a otra compañía, gente o llamamiento. Con
respecto a la declaración “Esta es la primera resurrección”, no puede
significar la primera de siempre que haya habido, sino la primera de dos. La
referencia a la amada ciudad trae consigo los numerosos pasajes proféticos del
Antiguo Testamento que hablan en términos calurosos de la restauración de
Israel y Jerusalén, Isaías 54:6-17 revela una ciudad de joyas espléndidas,
haciendo eco de las glorias sobre la tierra de esta Jerusalén celestial
misma. Aun así, el capítulo acaba con una referencia a los que se reunirán
juntos contra Jerusalén, con las consolables palabras: “Ninguna arma forjada
contra ti prosperará”, hasta lo que hemos leído en Apocalipsis 20:8, 9. Si los
habitantes del territorio durante el Milenio son aquellos que miraron aquel
Señor a Quien ellos habían traspasado y se habían arrepentido, si las naciones
son aquellos que queden “vivos y permanezcan” al tiempo de la Segunda Venida ,
entonces no tenemos “problemas” acerca de Isaías 65:18-25, porque allí leemos
de la posibilidad de morir y ser maldecido, y de la duración de la vida siendo
“como los días de un árbol”, la cual, por muy extensa que pueda ser, no puede
ser sinónimo para la vida eterna ni tampoco ciertamente de inmortalidad.
EL VENCEDOR
Observemos cómo estos “vencedores” de
Apoc.20:4 son intervinientes con la revelación profética de los últimos
días. Las recompensas otorgadas a los vencedores en las siete iglesias son:
1 Comerá del árbol de la vida que se
halla en medio del paraíso de Dios (Apoc.2:7).
2 Ningún temor, ya que la segunda
muerte no tiene poder alguno sobre él (Apoc.2:10, 11).
3 Comerá del maná escondido, recibirá
una piedra blanca y un nuevo nombre (Apoc.2:17, vea Apoc.19:12).
4 Regirá las naciones con una vara
de hierro (Apoc.2:27).
5 Será vestido con vestiduras
blancas, y no será borrado su nombre del libro de la vida (Apoc.3:5).
6 Será hecho columna en el templo, y
tendrá el nombre de la nueva Jerusalén escrito sobre él (Apoc.3:12).
7 Le será otorgado sentarse con
Cristo en Su trono, así como Cristo también venció y le fue otorgado
sentarse con Su Padre en Su trono (Apoc.3:21).
Todo se vincula con el libro de
Revelación o Apocalipsis por sí, igual que vemos en Apoc.20:4 que ninguno vive
y reina excepto aquellos que fueron martirizados bajo la Bestia de Apoc.13:18.
“El reino Milenario” es un reino muy
exclusivo. No se nos dice con muchas explicaciones que Israel sea un pueblo
restaurado, solamente podemos deducirlo por la referencia a la ciudad amada y
al campamento de los santos. Si Abraham, Isaac, Jacob y David, van a ser
levantados de los muertos en este tiempo, no intervienen en el cuadro expuesto
en Apocalipsis 20. No tienen cabida en “la primera resurrección”. La inspirada
cualificación limita esta resurrección a los mártires de los últimos tres años
y medio del Dominio Anticristiano. Dos resurrecciones, y solamente dos, están
aquí expuestas y ellas forman una pareja:
1 Los vencedores, cada uno de ellos
un mártir. Esta es “la primera” resurrección.
2 El resto de los muertos. Ninguna
otra resurrección tiene lugar hasta aquella del gran trono blanco al final de
los mil años. Y estas dos resurrecciones complementan otra más y hacen un par –
“vencedores” v. “el resto” los no “santos” v. “los muertos impíos” como usualmente
se enseña.
Estamos seguros de que veremos, en
cuanto al registro de Apocalipsis 20 concierne, que el reino Milenario es
preeminentemente a la esfera de recompensa para aquellos que hayan sufrido
hasta la muerte durante la persecución infligida por la Bestia Anticristiana
del tiempo del fin. Aprendemos solamente por ese pasaje que hay “naciones”
sobre la tierra al mismo tiempo, por la referencia a la rebelión al final. Al
mismo tiempo aprendemos que la amada ciudad y el campamento de los santos
tienen también lugar allí, pero estos no son el tema del Apocalipsis. Solamente
una resurrección se registra como teniendo lugar en este reino, y los nombres
de Abraham, Isaac, Jacob y David no son siquiera mencionados.
Nos damos cuenta de que una vez que
el Milenio es el resultado inmediato de la Segunda Venida de
Cristo a la tierra, todos los demás trazos característicos proféticos asociados
con esa fase de la venida deben tener un lugar aquí. Por otros pasajes
aprendemos que habrá una resurrección de Israel (Dan.12:1-3 y
Ezeq.37:1-14). Esta también debe tener lugar. Es posible que algunos pasajes
proféticos se refieran al periodo que sigue al Milenio, cuando la Jerusalén Celestial
descienda a la tierra y sea el glorioso centro administrativo de la tierra
porque leemos que: “Las naciones que hubieren sido salvas andarán a la luz de
ella; y los reyes de la tierra traerán su gloria y honor a ella…los que están
inscritos en el libro de la vida del Cordero” (Apoc.21:24-27).
El periodo que viene inmediatamente a
seguir al Milenio se señala por cinco trazos característicos dominantes:
1 El levantamiento de Gog y Magog como la arena del mar, y su
destrucción.
2 El arrojar del Diablo en el lago de fuego.
3 El Gran Trono Blanco.
5 El descenso de la Nueva Jerusalén.
La resurrección de los vencedores, se
dice que es la “primera”. “Cuando dos números ordinales se emplean en una tal
conexión como esta, son empleados relativamente …como en el inglés
siempre decimos, en tales casos, el primero y el posterior” (Dr.
E.W.Bullinger). La resurrección de los vencedores es la primera de dos,
siendo que la resurrección al tiempo del Gran Trono Blanco sea la segunda o el
miembro concluyente del par. Pero ¿quién ha escuchado alguna vez esta
asociación Escritural o siquiera la había insinuado? Hemos estado mirando
al Gran Trono Blanco como el juicio de los muertos impíos o de los incontables
millones que nunca hayan oído hablar de Cristo, y haciendo eso hemos
separado lo que Dios ha puesto junto. Sin embargo, por meramente decir eso, no
se prueba nada, “en cuanto a la ley” y al “testimonio”. Aquí está la secuencia
de la declaración de Apocalipsis 20:4:
“Bienaventurado y santo el que tiene
parte en la primera resurrección (es decir, la primera de las dos): la SEGUNDA MUERTE
(esto es, la conectada con la segunda resurrección de las dos) no tiene
potestad sobre estos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán
con Él mil años” (Apoc.20:6).
¿Quién ha escuchado alguna vez, o a
alguien hacer esta comparación, contrastando los que sean Sacerdotes” de Dios,
con el carácter y la fatalidad de aquellos que se hallen en pie delante del
Gran Trono Blanco? ¿Qué lógica puede haber en decir: “que puedan tanto ser
vencedores, y Sacerdotes reinantes” como puedan ser “incontables millones de
muertos impíos, las multitudes de quienes nunca oyeron el nombre de Cristo”?
Sin embargo Juan, escribiendo
Apocalipsis 20:6 no parece que tenga dudas. Si el juicio del Gran Trono Blanco
trata con el grueso de la humanidad, ¿qué necesidad hay de afirmar hablando
de estos vencedores que la segunda muerte no tenga potestad sobre ellos? La
segunda muerte tal y como generalmente se interpreta no puede tener poder sobre
ningún pecador salvo, y mucho menos sobre un VENCEDOR. Lo que este
pasaje hace efectivamente es poner en oposición: La segunda muerte, y el
reinado con Cristo.
El apóstol escribiendo a Timoteo
dijo:
A| “Si somos muertos con Él, también
VIVIREMOS con Él.
B| Si sufrimos, también
REINAREMOS con Él.
B| Si le
negáremos, Él también nos negará.
A| Si fuéremos infieles, Él
permanece fiel.
Él no puede negarse a Sí Mismo.”
Una discriminación similar se
encuentra en 1ª Cor.3:12-15. Un creyente puede “sufrir pérdida” pero no puede
PERDERSE.
LAS SIETE
IGLESIAS
Vallamos a la exhortación que se da a
las iglesias de Apocalipsis 2 y 3. Veamos a la iglesia de Esmirna. Ni una sola
palabra de reprensión o censura se pronuncia, sino una exhortación a permanecer
fieles hasta la muerte con la promesa “Yo te daré la corona de vida” (Apoc.2:10).
Y en adición para el vencedor, el Salvador añade: “El que venciere, no sufrirá
daño de la segunda muerte” (Apoc.2:11).
¿Podría
alguien que sostenga el generalmente acepte punto de vista del Gran Trono
Blanco, explicar cómo sea posible reunir juntas la garantía de la CORONA de vida, y la
exención de la SEGUNDA
MUERTE ? La cuestión ni se plantea siquiera. Siendo así,
estamos forzados a creer que la segunda muerte aquí ha sido muy malentendida.
EL
LIBRO DE LA VIDA
Veamos a la iglesia de Sardis
(Apoc.3:1-6). Aquí tenemos la base para la reprensión, sus obras no fueron
halladas “perfectas delante de Dios”. Sin embargo, para aquellos que se
mantuvieron “limpios”, fueron dadas las promesas, y leemos: “El que venciere
será vestido de vestiduras blancas; y NO BORRARÉ SU NOMBRE del Libro de la Vida , y confesaré su nombre
delante de Mi Padre, y delante de Sus ángeles” (Apoc.3:5).
Una vez más, si el acepte punto
de vista general del Gran Trono Blanco es verdad, entonces esta promesa no
tiene fundamento, la segunda muerte no podría venir a suceder de ninguna
manera, al mismo tiempo que Romanos 8:38, 9 permanece. Por muy difícil que
resulte armonizar con el resto de la Escritura hay un hecho que surge de estas
consideraciones, esto es, que el reino Milenario y el Gran Trono Blanco son dos
partes de una totalidad. El Libro de la Vida aparece en el Apocalipsis cinco veces, así:
A| 3:5 Promesa al vencedor “no
borraré su nombre del libro de la vida”.
B| 13:8 Todos los
que adoraron a la Bestia.
17:8 Todos los que se asombran con la Bestia.
20:12 El libro de la vida abierto.
20:15 Todos los que no se hallaron inscritos en el libro de la vida.
A| 22:19 Aviso a quitar el nombre del árbol de
la vida.
A esta lista debemos añadir
Apoc.22:18 donde las plagas registradas en este libro se otorgan a cualquiera
que añada a las cosas escritas, aguando y rodeando así la íntima conexión que
hay con las secciones anteriores y el cierre de esta profecía.
UNA LISTA DE MALES RELACIONADOS
A LA APOSTASÍA
Otro pasaje con alguna
dificultad es Apocalipsis 21:18. Nuevamente sobre el vencedor, que va a heredar
todas las cosas, se coloca una lista de males, que a primera vista pertenecen
solamente a los impíos, los perversos y los no salvos. Pero recordando lo que ya
hemos visto, y observando una vez más lo que está en contraste con el
VENCEDOR, no con el creyente usual, que esta lista se presenta, tal vez el
lector dude en pronunciar juicio alguno hasta que a la Escritura se le permita
hablar por sí propia. Aquí está la lista.
“Pero los cobardes e incrédulos,
los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y
todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre,
que es la segunda muerte.” (Apoc.21:8).
¿Podría esta lista tener alguna
relación con un creyente profeso? Antes de hacer este estudio bien podríamos
haber dicho sin duda que NO, pero tal vez ya no estemos tan seguros ahora.
Vamos a “escudriñar y comprobar”.
“Los cobardes” – Griega deilos.
Esta palabra aparece solamente tres veces en el Nuevo Testamento.
“¿Por qué teméis (deilos),
hombres de poca fe? (Mat.8.:26; vea además Marcos 4:40).
Estas
palabras son dirigidas a los DISCÍPULOS. Deilia solo aparece una vez, y
la utiliza Pablo en su carta a Timoteo teniendo en vista la posición tan
peligrosa que Timoteo iría a pasar:
“Porque
no nos ha dado Dios espíritu de COBARDÍA…por tanto…no te avergüences (2ª
Tim.1:7, 8).
Deilao
aparece solo una vez, esto sucede en Juan 14:27:
“No se
turbe tu corazón, ni tenga miedo”
“Los
Incrédulos” apistos. Hebreos 3:12 deja claro que es posible para un
creyente tener “un corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo” y
el contexto asocia esta actitud con aquellos que, aunque fueron redimidos de
Egipto, aun así “cayeron en el desierto” (Heb.3:17) y en contraste con los dos
“vencedores” Caleb y Josué (Heb.3:16). 2ª Timoteo 2:13 ya ha sido citado
mostrando que aunque las palabras “si fuéramos infieles (incrédulos)” puedan
aplicarse al mismo tiempo para aquellos que aunque “estén vivos”, no podrán de
ninguna manera ser dichas de aquellos que tanto “vivan y reinen”.
“Los
Abominables”, bdelussomai. Esta palabra se utiliza con referencia a “la Abominación de
Desolación” referida por Daniel el profeta (Mat.24:15; Marcos 13:14; Apoc.17:4,
5; 21:27). Los cobardes, los incrédulos, los abominables, todos están relacionados
con el estado mental que la terrible persecución de la Bestia al tiempo del fin
inducirá.
“Los
Asesinos”, phoneus. El lector puede con alguna reluctancia habernos
seguido hasta aquí, pero en frente de la palabra “asesino” muchos ya no lo
harán. Sin embargo Pedro no sintió una tal reluctancia para explicar y excusar
la introducción de un tan terrible término cuando escribió:
“Así que,
ninguno de vosotros padezca como homicida, o ladrón, o malhechor, o por
entretenerse en lo ajeno; pero si alguno padece como cristiano…” (1ª Pedro 4:15, 16).
Para nosotros, pareciera extraño
asociar “asesino” con un “entrometido” o de utilizar una tal exhortación para
“cristianos”, sin embargo, que Pedro no sintió lo mismo es evidente. De igual
forma Pablo, cuando escribe a los Gálatas asocia tanto a los “fingidos,
envidiosos, borrachos y rebeldes” con “los asesinos” (Gál.5:19-21), y añade
para todos los tales, no solo para los asesinos, “los tales…no heredarán en el
reino de Dios”. Aquella justo en sí mismo Fariseo, que llegó a ser el apóstol
de los Gentiles, bien pudo decir de su vida terrenal, “en cuanto a la justicia
que está en la ley” que él era “IRREPRENSIBLE”, y sin embargo estaba empeñado
en una misión respirando amenazas y MUERTE (phonos) contra los
discípulos del Señor (Hechos 9:1).
Cuando el Hombre de pecado se
halle en eminencia, cuando a nadie que no tenga el sello de la Bestia se le permita
comprar ni vender, entonces habrá mucha “traición entre unos y otros” y
entregarán al verdadero creyente para ser “asesinado” (Mat.24:9, 10). Para
estos así traicionados se hace la promesa:
“No temas en nada lo que vayas a
padecer…Se fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida...El que
venciere, no sufrirá daño de la segunda muerte” (Apoc.2:10, 11).
“Los Fornicarios”, pornos. Esta
palabra y sus variantes se refieren a cualquier alianza, en el día del Señor,
al perverso sistema asociado con “la gran Ramera” (Apoc.17:1).
“Los Hechiceros”, pharmakeus.
Los hechiceros se mencionan en Apoc.9:21 y 18:23 y revela los poderes
Satánicos que estarán en operación en el día del Señor. En la lista ya citada
de Gálatas 5, Pablo incluye las “hechicerías” (pharmakia). Estos
perversos poderes se ven en operación en Apoc.16:13, 14:
“Y vi salir de la boca del
dragón, y de la boca de la bestia, y de la boca del falso profeta, tres
espíritus inmundos a manera de ranas; pues son espíritus de demonios, que hacen
señales, y van a los reyes de la tierra en todo el mundo, para reunirlos a la
batalla de aquel gran día del Dios Todopoderoso”.
“Los idólatras y todos los
mentirosos” concluyen esta terrible lista. El apóstol no duda en decir cuando
escribía a la iglesia de Corintia que si alguno llamándose de HERMANO fuese…un
idólatra” (1ª Cor.5:11), ni tampoco vio que fuese innecesario decir “no seáis
idolatras como algunos de ellos lo fueron” (los cuales no vencieron como Caleb
y Josué) (1ª Cor.10:7). Vea 1ª Cor. 9:24 donde este pasaje se introduce,
no con salvación, sino con premio y corona, y con la posibilidad de ser
“eliminado” o “desaprobado”.
La
adoración de la imagen de la
Bestia (Apoc.13:15) cuando se resista, llevará al martirio y
a la coronación de aquellos que reinen durante los mil años (Apoc.20:4).
Finalmente, “todos los mentirosos” se extiende en Apoc.21:27 para “cualquiera
que haga abominación, o cometa una mentira” y en Apoc.22:15 se explica más
detalladamente para “todo aquel que ama y hace mentira”. “La mentira” es del
Diablo, de “si propio, o de suyo” (Juan 8:44). “La mentira” se asocia con el
Hombre de Pecado y la obra de Satán, junto con aquellos que no reciben el amor
de la VERDAD y
que se deleitan en la injusticia (2ª Tes.2:9-12). En la iglesia, aquellos que
se hacían pasar por apóstoles fueron hallados “mentirosos” (Apoc.2:2), y el
mentiroso se asocia definitivamente con la negación del Anticristo (1ª Juan
2:22). Esta lista de horribles pecados se refiere por completo al tiempo de
angustia que viene sobre el mundo bajo el dominio de la Bestia y del Falso Profeta.
A inclinarse a la blasfema enseñanza, al someterse a ella antes que sufrir, a
llegar a cometer actos de traición en un campo de batalla, y el tratamiento de
todos estos delincuentes debe ser extremamente drástico.
Todavía
nos falta aquí considerar un aspecto característico más, y es un aspecto que
puede causar un considerable sentimiento de perplejidad; y es que se pueda
acarrear en el medio de la iglesia (Apoc.2:3) la posibilidad de acabar en el
Lago de Fuego. La teología tradicional en el pasado ha mantenido muy
pocas dudas contemplando a los millones de profanos no evangelizados y
consignándolos a un tan horrible lugar, pero puede ser que un enfoque más
cercano estimule una más lamentable deducción. El Lago de Fuego está implicado
en las dos referencias a las iglesias, la segunda muerte, y el Libro de la Vida que ya hemos considerado
(Apoc.2:11; 3:5). En primer lugar, este horroroso destino no fue preparado de
antemano para los hijos de los hombres, fue “preparado para el Diablo y sus
ángeles” (Mat.25:41) y en el Apocalipsis, los primeros a entrar son La Bestia , el Falso Profeta, y
el Diablo (Apoc.19:20; 20:10).
En
tiempos de paz, el castigo para algunos actos dirigidos contra un Gobierno
puede ser el encarcelamiento por algunos años, pero ese acto mismo en tiempo de
guerra puede ser castigado con la muerte. En las iglesias de Apocalipsis 2 y 3
podemos percibir la infiltración de calumniadores, falsos apóstoles,
mentirosos, Nicolaítas, la blasfemia de los que se dicen ser Judíos, pero no
son sino de la sinagoga de Satanás; el trono de Satán, la doctrina de Balaam,
la mujer Jezabel, a padres e hijos llevados a la muerte, la profundidades de
Satán, un nombre que se dice vivo y está muerto. Todas estas constituyen las
asociaciones de algunos de aquellos que, habiéndose vendido a Satanás, reciben
la marca de la Bestia ,
y por eso son contados como dignos de sufrir el mismo destino de aquella infame
trinidad, la Bestia ,
el Falso Profeta, y el Diablo. Los Salmos, muchos de los cuales son proféticos,
están llenos de quejas y plegarias concernientes al enemigo, el hombre engañoso,
el perseguidor y el traidor.
Donde sea
que Abraham, Isaac, Jacob, David, el remanente creyente de Israel, y de “todo
Israel” vendrá a ser salvo en este periodo y esfera, debe ser deducido
por otras Escrituras. Abraham, sabemos por Hebreos 11 que tiene su lugar en la Jerusalén celestial pero
es que esta ciudad no desciende a la tierra hasta que los mil años hayan
terminado. La única enseñanza positiva de Apocalipsis 20:1-6 es que los
mártires de los tres años y medio últimos del dominio Gentil “reinarán” y serán
“sacerdotes” de Dios y de Cristo.
TRES
DÍAS
Antes de
que consideremos la enseñanza de Apoc.20, concerniente al Gran Trono Blanco,
veamos lo que podemos deducir por el testimonio de 2ª Pedro capítulo 3. Él
habla de:
1 El día
del Señor (2ª Pedro 3:10).
2 El día
de Dios (2ª Pedro 3:12).
3 Los
nuevos cielos y tierra (2ª Pedro 3:13).
4 El día
de la eternidad (2ª Pedro 3:18).
El
lenguaje de la A.V.
obscurece la relación del día del Señor con el día de Dios, la R.V. en cambio está más
próxima al original.
“Pero el
día del Señor vendrá como ladrón en la noche; EN EL CUAL los cielos pasarán
con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán desechos, y la tierra y
las obras que en ella hay serán quemadas”
¿Será que
se aguarda y ardientemente desea la venida del día de Dios POR MOTIVO
DEL CUAL los seres celestiales serán disueltos, y los elementos ardiendo serán
desechos? (2ª Pedro 3:10-12).
“En el
cual”, “por razón del cual” distingue claramente uno del otro. El día de Dios
sucede y viene a seguir al día del Señor y está por encima o va más allá de la
disolución del cielo y tierra. Porque en ese día, dice Pedro, según vemos, y
ese día de Dios se explica posteriormente que sea:
1 El
nuevo cielo y la nueva tierra.
2 El Día
(pre-eminente) de la eternidad hemera aionos (2ª Pedro 3:18). El Milenio
no es el objetivo final, el objetivo final es el Día de la Eternidad , el Día de
Dios, simbolizado en las Escrituras típicas como “el octavo día” el primer día
de la nueva semana.
Cuando
consideramos la apertura de los sellos, encontramos que el sexto sello
(Apoc.6:12-17) nos lleva a la frontera o límite del Milenio. El sol se
oscurece, la luna parece ensangrentada, los cielos se pliegan como un rollo, el
día de Su ira llega. No puede haber más que una ocasión cuando los cielos se
plieguen como un rollo.
El Salmo
2 habla de la reunión de los reyes y gobernantes de la tierra y se cita en
Hechos 4:26, 27 de Cristo. La inflamación de la ira del Hijo es paralela con el
pasaje citado de Apocalipsis 6.
EL
GRAN TRONO BLANCO
Volvamos
ahora nuestra atención para el Gran Trono Blanco. Observamos que este juicio es
doble. Primero hay un juicio de obras, y este después es seguido por el juicio
que resulta en vida o en la segunda muerte. El juicio que sea más tolerable
para Sodoma y Gomorra difícilmente podrá encontrase aquí, ni tampoco puede el
juicio del mundo Gentil no evangelizado ser aquí alineado como se describe en
Rom.2:6-16. El último por lo menos es un juicio es un juicio de acuerdo a
“obras” (Rom.2:6), y por supuesto que pueden ser uno y el mismo que este juicio
de Apocalipsis 20, pero de momento la decisión no es vital para nuestra
cuestión. El Evangelio predicado generalmente se refiere al Gran Trono Blanco
en un lenguaje que excede cualquier cosa escrita en Apoc.20. En vez de este
capítulo nos decir que “cualquiera que se presente delante del Gran Trono
Blanco es necesariamente condenado, lo que es cierto es lo contrario. Juan no
habla ya de multitudes, sino que desciende al singular kai ei tis…eblethe “EL
QUE NO, es decir SI ALGUNO…fue lanzado”.
La
resurrección y el juicio del Gran Trono Blanco es el complemento de la
resurrección y del juicio del Vencedor y siendo así, no puede hacer referencia
a los millones de muertos no evangelizados.
Aquí es
donde de momento hemos llegado. Serán necesarios muchos reajustes y eso
requiere tiempo, cuidado y estudio con oración. Creemos que sea suficiente lo
que se ha dicho ya y se ha puesto delante en este análisis para justificar una
re examinación de muchas teorías existentes, y sin tan solo nos hace pararnos,
y que veamos de nuevo esta ignorada todavía porción central de Escritura en
esta conexión, esto es, Apoc.20:1-10, suficiente habremos logrado para
justificar la publicación. Por hablar del reino “Milenario” hemos cegado
nuestro entendimiento. Debíamos antes hablar de los primeros mil años de un
reino que no tendrá fin hasta que el Hijo de Dios entregue un reino perfecto al
Dios Padre, para que Dios sea todo en todos.
AUTORIDAD
DELEGADA
El
“Milenio” es el último de los gobiernos de Dios sobre la tierra en que se
emplea la autoridad DELEGADA. David en la resurrección vendrá a ser el Vice rey
del Salvador. Los doce apóstoles se sentarán sobre doce tronos juzgando a las
doce tribus de Israel, los mártires de la persecución Anticristiana reinarán
con Cristo, y mismo así, acaba en rebelión. El reinado siguiente es la edad del
Hijo del Hombre solamente, y este se ubica en el día de gloria. Somos
conscientes de que mucho de lo que se hemos escrito en este artículo es más
bien desconcertante, pero solo preguntamos una cosa a nuestros lectores, ¿Hemos
edificado encuadrándonos solo sobre la palabra revelada de Dios? ¿Hemos
introducido alguna interpretación privada nuestra? Deseamos honestamente ser
corregidos si de alguna manera inconsciente lo hemos hecho así, pero no hacemos
ninguna apología por cualquiera de nuestras enseñanzas que estén en armonía con
las Escrituras.
El lector
interesado encontrará en El Expositor de Berea, Vol.6, pag.66 que todo
aquello que aquí hemos expandido ya allí había sido expuesto de antemano, pero
el clamor de la
Dispensación del Misterio demanda que la cuestión del Milenio
se ponga en la estantería. Sugestiones recientes han hecho que aprontemos el
presente análisis.
Dos temas
desafiantes deben concluir esta encuesta.
¿CUÁLES
SON LAS OBRAS QUE SERÁN JUZGADAS?
1 En el
Gran Trono Blanco habrá un juicio de OBRAS. Si estos que sean juzgados son los
muertos impíos, ¿qué diferencia puede haber entre pecados y obras? Los
comentadores parecen ser unánimes en que este juicio se refiere a la
multitud de incontables millones paganos sin evangelizar. Pero viendo que
Apoc.2:1 y 3:5 y 20:6 engloba la totalidad del Apocalipsis reunido y que no
debe excluir 20:12-15, y viendo que las “obras” son definitivamente un sujeto
de “juicio” en Apoc.2:2, 5, 9, 13, 19, 26; 3:1, 2, 8, 15 y las recompensas de
estos mismos capítulos apuntan todas a los mismos posteriores escenarios que
cierran el Apocalipsis, ¿no se deja ver claro que “las obras” de Apoc.20:12,
13, NO SON las obras de los millones no evangelizados sino de aquellos que no
pudieron ser incluidos en la
PRIMERA resurrección de los vencedores, siendo que ambas
características se hallan en las siete iglesias?
2 Una vez
más, el Libro de la Vida
se define en Apoc.21:27 como “El libro de la vida del Cordero”, aun
cuando en Apoc.13:8 se halla en referencia directa a la adoración de la Bestia , Hebreos 12:2 nos
dará aquí una ayuda. Hebreos 12:5-7 trata con los hijos, el tema de Hebreos
12:18-29 es la especial bendición del “primogénito” en conexión con el “Monte
Sion…la Jerusalén
celestial”. Los nombres de estos primogénitos están “ESCRITOS EN EL CIELO” y el
aviso o la excepción concerniente al “borrar del nombre del libro de la vida”
hace referencia a los que durante los tres años y medio de la gran tribulación,
vengan a ser o bien “vencedores” o aguarden por la resurrección al
tiempo del Gran Trono Blanco.
Lo que
particularmente preguntamos a cada lector es lo siguiente - ¿ha COMENZADO o va
a comenzar a hacer todas sus investigaciones acerca de este gran sujeto de la
profecía con el pasaje clave de Apocalipsis 20:1-10? El Dr. Bullinger
acostumbra decir “Algunos utilizan las Escrituras como un APOYO, para sostener
sus convicciones. Otros van a las Escrituras como un CUBO lanzado al pozo de la
verdad, y lo sacan lleno del agua de la vida”. ¿De qué tipo es usted?.
Habíamos
pensado titular este artículo “Más allá del Reino Milenario” pero hemos hecho
poco más que aclarar y remover alguna de la basura acumulada que ha impedido
edificar genuinamente (Nehemías 3:1-2; 4:10). No dudamos sino que tengamos que
edificar no solamente con la pala, sino que como Nehemías hizo lo tengamos que
hacer con una espada a la mano (Neh.4:18), pero será una batalla digna (2ª
Tim.4:7). Las edades que siguen a los mil años deben ser el tema de futuros
estudios. El siguiente estudio puede ayudarnos a reconocer el lugar que al
vencedor le toca en la profecía.
Los
lectores transatlánticos deben perdonarme por pensar de Londres como una gran
ciudad, pero es que en realidad hay dos Londres. Una de una milla cuadrada, con
nombres de locales todavía indicados a las puertas de la ciudad, tales como la Puerta del Obispo, Aldgate,
Cripplegate, etc., y separados dentro de los muros de la antigua ciudad. Esto
es “La ciudad de Londres” con su antigua historia, su ciudad policial, sus
calzadas citadinas, y sus honorables ciudadanos. La Grande Londres se
gobierna por London County Council y difiere en muchos esenciales respectos de
la ciudad común.
Así, le
será fácil al lector pensar también de Jerusalén como de una ciudad
indivisible, pero una más próxima observación y examen de las Escrituras le
llevará a una discriminación entre la ciudad de Jerusalén y el reducto de
Sion. Una vez que se relatan especialmente ciertos aspectos de verdad a Sion,
esta discriminación tiene que tenerse en cuenta. La primera referencia a
Jerusalén, se halla en Josué 10: donde encontramos que estaba gobernada por el
rey Amorita Adoni-zedek “el Señor de justicia”, Satán lo substituyó por
Melquisedec “Rey de Justicia” (Gén.14:18). Aunque Jerusalén fue tomada por
Josué leemos:
“Mas a
los Jebuseos que habitaban en Jerusalén, los hijos de Judá no pudieron
arrojarlos; y ha quedado el jebuseo en Jerusalén con los hijos de Judá hasta
hoy” (Josué 15:63).
SION
Y EL VENCEDOR
Encontramos
la primera referencia a Sion llegando a los días de David. David reinó primero
sobre Judá en Hebrón, y después sobre Israel en Jerusalén (2ª Sam.5:5), pero ya
hemos visto que había un reducto habitado por los Jebusitas que le desafiaban.
Tan confiados estaban en la invencibilidad de Sion que llenaban los muros de
cojos y de ciegos burlándose de ellos. Una entrada secreta denominada “el
canal” llegó a los oídos de David, y el aviso de que cualquiera que pudiese
acceder a este canal y capturar la ciudadela de Sion sería hecho Capitán
Principal. Este cometido lo llevó a cabo Joab, escalando un poste que conectaba
la que ahora se denomina “la
Fuente de la
Virgen ” con el interior de Sion (2ª Sam.5:6-9). En 1ª Crón.11:4-6
se registra el saqueo, y no solo tenemos la nota añadida “entonces Joab hijo de
Sarvia subió el primero y fue hecho jefe” sino que el resto del capítulo se
dedica significativamente a enumerar los nombres y las hazañas de “los tres
principales”, los “treinta” y una lista de “hombres valientes” señalados todos
por sus actos de bravura. La primera referencia a Sion se asocia con el
“vencedor”.
SION
ES EQUIVALENTE A LA
JERUSALÉN CELESTIAL
Cuando
volvemos al Nuevo Testamento encontramos esta asociación preservada. “Os habéis
acercado al Monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial…a
la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos” (Hebreos
12:22, 23). Sion se menciona además en el libro de Apocalipsis donde vemos a
los 144.000 vencedores estando en pie sobre el Monte Sion con el Cordero
(Apoc.14:1, 4). Hebreos 12 y Gálatas 4 ponen al Monte Sinaí en contraste con el
Monte Sion, y en Gálatas 4 el apóstol habla de la “Jerusalén de arriba”
(Gál.4:25, 26). Pablo debía estar familiarizado con el hecho observado por
Josefo de que Sion era referido como “la ciudad elevada” utilizando la misma
palabra ano como se encuentra en Gálatas 4; he ano agora, he ano
Jerusalem. Reuniendo estas referencias, percibimos que Sion difiere de
Jerusalén en que está asociada con los vencedores, es la Ciudad Elevada , es
el título alternativo para la
Jerusalén celestial. En el Antiguo Testamento esta ciudad
celestial no estaba revelada, y Sion refiere el centro de administración del
Señor, no en los días de la paz perfecta, sino en medio de los enemigos:
“JEHOVÁ
enviará desde Sion la vara de tu poder; domina EN MEDIO DE TUS ENEMIGOS”.
El SEÑOR
está a tu diestra; QUEBRANTARÁ A LOS REYES en el día de SU IRA” (Sal.110:2, 5).
Este
pasaje es comparable con el Salmo 2. Allí tenemos a los reyes de la tierra
amotinándose contra el Señor, y contra Su ungido, pero aquel que está sentado
en los cielos se burlará de ellos, y cuando a ellos se dirige, lo hace en SU
IRA, diciendo:
“Yo he
puesto mi rey sobre Sion, Mi santo monte”.
Este Rey
cuyo dominio incluye “hasta los confines de la tierra” “los quebrantará con
vara de hierro” y a estos reyes se les amonesta para “Honrar al Hijo, para que
no se enoje, y perezcan en el camino, cuando se inflame de pronto SU IRA”
(Salmos 2:6, 8, 9, 12).
El
milenio viene inmediatamente a seguir a la Venida de Cristo
(Apoc.19:21; 20:1, 2). No hay intervalo alguno para un reino Pre-Milenario en
los registros del Apocalipsis excepto aquel tal reino de la Bestia. Cuando el
venga, él vuelve a Sion:
“Vendrá
el Redentor a Sion…Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria
de Jehová a nacido sobre ti” (Isaías 59:20 a 60:1).
Al mismo
tiempo, es decir, al tiempo de la venida del Señor a Sion “tinieblas cubrirán
la tierra, y oscuridad las naciones…Y andarán las naciones a tu luz, y los
reyes al resplandor de tu nacimiento…la nación o el reino que no te sirviere
perecerá, y del todo será asolado” (Isaías 59:20; 60:1, 2, 12).
Y de
nuevo leemos en la profecía de Joel:
“Tocad trompeta
en Sion, y dad alarma en Mi Santo Monte; tiemblen todos los moradores de la
tierra, porque viene el día de JEHOVÁ, porque está cercano…JEHOVÁ rugirá desde
Sion…y temblarán los cielos y la tierra; pero JEHOVÁ será la esperanza de Su
pueblo, y la fortaleza de los hijos de Israel…y JEHOVÁ morará en Sion” (Joel
2:1; 3:16, 21).
O bien el
Milenio comienza (1) con el Señor reinando en Sion, o (2) no es así. Pero Si
es así, y reina, entonces el Milenio no puede ser un reino de paz
universal, y afirmarlo sería contradecir el testimonio de la Escritura. Cuando
el Señor reine en Sion lo hace en medio de Sus enemigos. La IRA es para ser temida. El GOBIERNO será con severidad – con una vara de
HIERRO. Las naciones se encuentran en peligro de perecer, y asimismo se
hallan los reyes, y las naciones y los reyes que se recusen a server a Israel
perecerán “del todo serán asolados” (Isaías 60:12). Este será el día cuando
Israel será nombrado “Los Sacerdotes del Señor” y “Ministros de nuestro Dios”,
el día cuando aquellos que estén afligidos “en Sion” se les dé luz por cenizas
(Isaías 61:3, 6).
Así
podríamos continuar. O bien tenemos que creer que cuando el Señor reine en
Sion, lo hará en una tierra donde todavía se hallen presentes los enemigos, o
podemos creer cualquier otra de las teorías con las cuales el reino Milenario
ha sido investido, pero es imposible creer ambas cosas.
EL
ÚLTIMO EXAMEN
El
Milenio es la última oportunidad del hombre y examen. En él, cuando el pecado
se halla restringido y el Diablo encarcelado, el hombre aún en esas felices
condiciones se muestra incapaz de permanecer firme, y el Milenio es la última
de una serie que comenzó con el Edén, y que se extendió bajo el gobierno de los
patriarcas, el dominio de la ley, y el reinado de David, hasta el adviento del
Hijo del Hombre en Su humillación sobre la tierra.
Hemos
evidentemente ubicado en el Milenio profecías que pertenecen a la edad eterna
sucesiva, y no al reinado del vencedor. Al Milenio le sigue un día cuando la Jerusalén celestial
descienda a la tierra, para ser el centro repleto de joyas de una nueva tierra,
y Pedro nos dice que el día de Dios viene a seguir al día del Señor. Los nuevos
cielos y la nueva tierra que Pedro indicó a sus lectores (2ª Pedro 3:13) donde,
él dijo, “mora la justicia” es un aspecto de la verdad al cual volveremos
nuestra atención en artículos subsecuentes.
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